Bbveneno, Velem y Wavy Serena son tres mujeres de Valparaíso que marcan la diferencia y renuevan el cancionero nacional.
Como balletcore. Así define Bbveneno su último single, “El lago de los cisnes”, un tema corte Detroit trap donde la cantante porteña toma el nombre del clásico ballet ruso y además recicla su más famosa melodía, compuesta hace 130 años por Tchaikovsky.
Producido por 666succi, el beat de “El lago de los cisnes” mezcla el inocente sonido de una cajita musical con sub bajos diseñados para retumbar en un nightclub. Sobre ese lienzo, las rimas explícitas de Bbveneno pintan un cuadro acerca de la sexualidad de una mujer alfa.
No es la primera reivindicación femenina en la joven carrera de Bbveneno. Uno de sus singles anteriores se llama “Luli Love”, tiene a la mismísima Nicole Moreno en el cover art y hace suya una de sus frases más icónicas: “Yo no vivo de ustedes, yo soy empresaria”.
Al unísono, en Villa Alemana, una cantante, productora y beatmaker de la misma generación está navegando por otro plano emocional. Se trata de Velem, una de las presencias más intensas y temperamentales en el nuevo panorama sonoro chileno.
Nombre habitual en las tocatas del under urbano porteño, Velem parece sacada de otra escena. Tiene la crudeza de Patti Smith, la energía de Hayley Williams y el gesto dramático de Mon Laferte. Y de lo más bien toca bolero, shoegaze, plugg o hardbass.
Aun cuando Velem hace canciones distintas entre sí, la coherencia de su repertorio es a toda prueba gracias a su implacable fidelidad por las emociones que siente. El título de su próximo mixtape indica dónde centra el foco de su música: se llamará “Sentimentalismo”.
Mientras tanto, la cantante, compositora y productora Wavy Serena trabaja desde su centro de operaciones en el Cerro Yungay en la difusión de un disco que ya está en la calle. Se trata de “La equivocada”, su álbum debut, un manifiesto sobre ser artista y ser mujer.
En cuanto a sonido y mensaje, Wavy Serena dibuja una frontera con la música de consumo masivo. Lo suyo es autoral y no responde a ninguna plantilla. En tanto, el imaginario y la estética de “La equivocada” giran en torno a lo femenino y sus infinitas posibilidades.
Apoyada en su singularidad, Wavy Serena ejerce el control creativo absoluto en una autoproducción escapada de la norma, llena de capas sonoras y narrativas casi imposibles de encontrar en la superficie de la inmensa, pero uniforme, oferta musical contemporánea.