Si a comienzos de siglo el valor del pan corriente de las hallullas y marraquetas podía encontrarse bajo los $500 pesos, el precio ya se bordea sin problemas los $2.300 pesos.
El costo de la vida en Chile se ha reforzado en los últimos años, especialmente por la inflación tras el inicio de la pandemia, y diversos especialistas han remarcado que la situación responde con fuerza debido a la diferencia que se da entre el aumento de los precios y el alza de los salarios. El primero se dispara, mientras que, en general, el segundo tiende a estancarse.
Y en ese escenario, un indicador especialmente llamativo es el pan, un infaltable en la mesa de los chilenos y que nos posiciona como uno de los mayores consumidores de este alimento en el mundo, junto a países como Turquía, Rusia y Alemania. De hecho, se estima que existe un consumo que alcanza a los 90 kilos per cápita al año.
Pero como en los últimos años la variedad en la oferta ha aumentado, con el pan hecho con masa madre ganando cada vez más adeptos, lo más interesante es revisar cómo ha cambiado el valor del pan corriente, con las queridas hallullas y marraquetas a la cabeza.
Por ejemplo, hace más de 20 años, durante octubre del año 2002, el Sernac indicaba que el pan corriente podía tener un valor mínimo de $500 pesos el kilo en la zona centro de Santiago, mientras que su mayor valor solo llegaba a los $680 pesos. En la zona sur de Santiago se podía encontrar el valor más bajo, a $479 pesos el kilo. No tanto más costaba el denominado pan especial, ya que su valor llegaba a los $780 pesos en algunas zonas.
Casi ocho años después, en enero de 2010, se reportaba que el precio del pan corriente en aún podía encontrarse a $599 en algunos supermercados, mientras que en panaderías su menor valor alcanzaba a los $779 pesos por kilo.
Pero por ese entonces algunos lugares de la zona oriente de Santiago ya superaban la barrera de los mil pesos por kilo. En aquella época, el valor de la marraqueta podía empinarse en los $1.070 pesos. Por su parte, el pan especial oscilaba entre los $1.190 pesos y los $850 pesos en panaderías.
Hace 10 años: muy por sobre los $1.000 pesos
Según datos del Sernac, a mediados de 2013 el precio de la marraqueta aún podía situarse bajo los mil pesos, pero ya en diciembre 2015 el valor del pan se disparaba en promedio casi por sobre los $1.200 pesos por kilo.
En aquel entonces, el valor promedio del kilo de hallulla corriente podía llegar a los $1.196 pesos en panaderías, mientras que en supermercados se empinaba en $1.069 pesos. La marraqueta, por su parte, ya superaba los $1.200 por kilo y el pan especial superaba los $1.432 por kilo en supermercados. El valor más alto por ese entonces era para el pan frica, que podía llegar a costar en promedio $1.517 pesos.
Más allá de los precios promedio, las hallullas y marraquetas corriente podían llegar a tener un valor máximo de $1.990 pesos por kilo en algunas zonas de Santiago, mientras que el pan especial superaba la barrera de los dos mil pesos y podía instalarse en un valor de $2.090 pesos.
Lo anterior se solventó en los últimos años, ya que entre los efectos de la pandemia, el valor del dólar y situaciones externas - como la guerra entre Rusia y Ucrania -, el precio del pan se ha disparado con más intensidad.
De hecho, según datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), la marraqueta experimentó un alza del 54,5% en los últimos cinco años.
Durante el año 2020 el precio aumentó paulatinamente, superando los $1.400 pesos por kilo en promedio en el pan corriente, mientras que a fines de 2021 el valor ya superaba sin problemas los $1.600 pesos y en abril de 2022 el valor ya estaba por sobre los $1.800 pesos.
En ese escenario, la barrera de los $2 mil pesos se superó sin problemas hace bastantes meses y en marzo de este año ya se estipulaban precios promedio de $2.155 pesos. Hoy por hoy, en supermercados el kilo de marraquetas ya puede llegar a los $2.290 pesos por kilo. Y, obviamente, si quieren pan integral, el precio bordea los $3.000 pesos. Todo esto sin contar el pan especial de panaderías más gourmet que se han multiplicado en los últimos años.
Con todo lo anterior presente, tengan en cuenta que en julio pasado, desde la Asociación de Panaderías y Pastelerías de Chile (ChilePan) advirtieron que el incremento de los precios de la energía eléctrica subirían los precios, así que solo queda seguir viendo cómo el valor del pan, uno de los alimentos más consumidos por los chilenos, sigue disparándose.