El pastor fue expulsado luego de ser amenazado por “escarbar” en su iglesia.
Macabros delitos, irregularidades y amenazas dejó al descubierto un pastor de la Iglesia Evangélica Pentecostal, que terminó siendo expulsado de su cargo, tras una brutal persecución.
Un reportaje de BioBioChile reveló los reiterados abusos sexuales y el enriquecimiento con los diezmos que hace años venía denunciando el pastor Andrés Plagges, sin que las autoridades de la institución religiosa tomaran cartas en el asunto.
Al contrario, terminaron por expulsarlo argumentando “desviación vocacional y desobediencia” y por “no tener condiciones morales acorde a lo que pide Dios”.
Lujos a costa del diezmo
De acuerdo al citado medio, desde el año 2007 que Plagges comenzó a poner ojo en los diezmos que recibían las 274 iglesias en Chile, con el detalle de cuánto llegaba al bolsillo de cada pastor.
En su acción judicial, Plagges recalcó que es información la iglesia la mantiene en secreto y que en reiteradas ocasiones él expuso a sus superiores, “al considerar que los ingresos de los pastores eran desproporcionados en comparación a la ayuda social a los hermanos desposeídos”.
Agregó que en sus cultos él condenaba a quienes “hacen de la fe una profesión y buscan su enriquecimiento personal, aumentando groseramente sus patrimonios y los de su familia a costa de la hermandad”. Aseguró que aquellas personas han comprado “propiedades en sectores exclusivos y automóviles de lujo con dineros que deberían destinarse a los más desposeídos”.
Este pastor también ayudó a destapar el escándalo de licencias de enseñanza media falsas que extendía la iglesia a cambio de 30 mil pesos y que ventiló un reportaje de Mega.
Abusos sexuales encubiertos
Cuando ya generaba incomodidad entre sus pares, en 2017 fue trasladado a Isla de Maipo y allí se encontró con una situación brutal: “más de 10 feligresas, desde los 15 hasta los 70 años, en momentos de asistencia espiritual, me confesaron haber sufrido tocaciones, besos no consentidos y acosos permanentes de don Marcos Sánchez (el pastor anterior)”.
Dijo haber puesto las denuncias en conocimiento de sus superiores, pues revestían carácter de delito. La iglesia no hizo nada, comentó. Más bien, le exigieron dejar de “escarbar”.
Luego, en 2023 fue nuevamente trasladado, esta vez a San Pedro de la Paz, en la Región del Biobío, donde predicaba en favor de la transparencia y evitar situaciones de abuso. La persecución en su contra se intensificó.
“Deje de escarbar Pastor Plagges (…) Pastor, usted no debe escuchar, usted solo debe limitarse a servir a Dios”, le dijo un superior. Mientras en su teléfono recibía mensajes de este corte: “Que Dios tenga miserricordia de usted, cuando Dios le ponga la mano divina”.
Fue allí donde terminó siendo expulsado pero logró que tribunales ordenara dejar sin efecto la medida y el caso seguiría peleándose en la justicia.
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