El diputado se defendió tras salir mencionado en medio del escándalo por el sueldazo de Marcela Cubillos.
El diputado Diego Schalper (RN) no se salvó de los cuestionamientos por su trabajo en la Universidad San Sebastián, en paralelo a su labor en el Congreso. En el matinal de Chilevisión no dejaron pasar su pituto, en medio del escándalo por el sueldazo de Marcela Cubillos.
Schalper apareció mencionado en el mismo reportaje de El Mostrador que destapó los $17 millones mensuales que recibía la candidata a alcaldesa de Las Condes. Si bien no se supo cuánto le pagaban, se reveló que el parlamentario tenía contrato por 22 horas semanales en la USS.
Tal como Cubillos, las fuentes del citado medio en la universidad aseguran que a Schalper “poco y nada” se le vio haciendo clases. Además, afitmaron que, cuando la USS quiso cerrar contratos al verse involucrada en el Caso Hermosilla (o Caso Audio), el legislador “no fue cooperativo” y quería mantenerse en la peguita.
La crítica de Carlos Gajardo a Schalper
En el matinal Contigo en la Mañana analizaron el sueldazo de Cubillos y de paso mencionaron las 22 horas de Schalper. En ese punto, el exfiscal Carlos Gajardo, panelista del programa, frenó el debate para no dejar pasar el antecedente.
“Es gravísimo. O sea, teníamos un diputado a medio día. Medio día trabajando de diputado y otro medio día trabajando en la universidad”, apuntó el abogado.
Al respecto, el periodista de investigación del matinal, Sergio Jara, sumó un importante dato sobre este trabajo paralelo del diputado.
Comentó que fue a revisar la declaración de intereses de Schalper, y allí aparece que hace “clases”, pero no dice dónde ni cuántas horas. “Solamente dice ‘clases’ (...) Lo oculta de alguna manera”, explicó el comunicador.
Qué dijo Schalper
El diputado emitió un comunicado donde confirmó que desde 2020 trabajó en la USS, con participación en proyectos, charlas, investigación, artículos y clases presenciales y virtuales. Estas últimas en horario vespertino.
Juró que consultó en a la secretaría de la Cámara de Diputados, antes de aceptar la pega, y le confirmaron que “era perfectamente posible y legítimo”.
“Me ha parecido pertinente aclarar esta información, especialmente por respeto a los cientos de alumnas y alumnos con quienes he tenido el honor de compartir horas de clases, quienes siempre me han avalado con excelentes evaluaciones docentes”, expresó en su escrito.
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