Los bolivianos están atemorizados con la presencia de venezolanos. El barrio en el que se asentaron hace décadas se convirtió en un lugar donde llegan migrantes indocumentados y la delincuencia es el pan de cada día.
En la ciudad de Iquique, existe una zona a la que le llaman “barrio boliviano”. Pero, según evidenció un reciente reportaje de T13, los protagonistas no serían los vecinos de Chile, sino los venezolanos.
Y es que son los mismos bolivianos los que han denunciado que con la presencia de criminales venezolanos, el barrio se ha tornado completamente peligroso.
“Juan Martínez, Amunátegui, todos esos sectores están llenos de delincuencia y, en realidad, no se puede mandar ni a los niños solos. Es muy triste lo que se ve en nuestro barrio”, denunció una boliviana.
Los periodistas del mismo medio notaron que la mayoría de los habitantes de este barrio tienen miedo a hablar. Los crímenes, como secuestros y asaltos son pan de cada día, y temen que sus testimonios tengan consecuencias.
Aún así, describen el lugar como un territorio sin ley. Tanto así que el venezolano Dayonis Orozco, que estaba siendo buscado por ser partícipe en el brutal asesinato del teniente Emmanuel Sánchez, se paseó por las calles de esta zona mientras intentaba ocultarse y comprar un pasaje para irse a Bolivia.
Así es el “barrio boliviano” en Iquique.
Cómo es el “barrio boliviano” en Iquique donde Dayonis Orozco intentó refugiarse
Ubicado en el casco antiguo de la ciudad de Iquique, está el “barrio boliviano”, cuya calle principal es Esmeralda. Este se habría originado a fines del siglo 19, con la llegada de migrantes bolivianos que se asentaron en el lugar. En el comercio, destaca la comida boliviana y los productos traídos desde el país vecino.
Según T13, en 2022 era un territorio completamente tomado por el Tren de Aragua y el punto de encuentro que tenían extranjeros para conseguir transporte y alojamiento a cualquier región del país.
Y es que, según distintos testigos, desde ese año hasta ahora, llegan autos misteriosos llenos de migrantes que habrían ingresado por pasos no habilitados a Chile.
Es por esto que la Municipalidad de Iquique tiene la mirada sobre el lugar. Instalaron más de 300 cámaras de seguridad donde distintos funcionarios vigilan la zona y, en caso de detectar algún delito, dan pronto aviso a Carabineros.
“Trabajamos por un convenio 24 horas con Carabineros directamente en estas oficinas que son de la municipalidad, pero además entregamos las imágenes a través de espejo de pantalla a la PDI (...) Todos tienen acceso en tiempo real a las imágenes”, aseguró el alcalde de Iquique, Mauricio Soria.
Pese a ello, los bolivianos y chilenos que viven y trabajan en el lugar aseguraron que la presencia de las autoridades ha ido a la baja, convirtiéndolo en un barrio cada vez más inseguro.