Así fue la caída de Los Trinitarios, la peligrosa banda que incluso era temida por el Tren de Aragua

“Para ellos, el valor de la vida parecía no tener ningún sentido”. Con estas palabras, el fiscal de Alta Complejidad de la Fiscalía Metropolitana Occidente, José Solís, describió cómo son Los Trinitarios, una banda narco dominicana que operaba desde la toma más grande de Santiago, Nuevo Amanecer, en Cerrillos.

La autoridad reveló que tal era su poder que ni siquiera el Tren de Aragua quiso enfrentarse a ellos, menos las bandas chilenas, que también eran poderosas. “Tenían un alto poder de fuego y eran decididos (...) Cada vez que había un problema, ya sea con los miembros de la banda o con alguien externo, los mataban”.

Los vecinos estaban atemorizados. Tanto así, que empezaron a colaborar con las autoridades. Así lo aseguró La Tercera en un reciente reportaje: la violenta muerte de Eduardo Quijada Pereira, conocido como el “Colorín” y muy querido en el barrio —vivía en situación de calle y vendía papelillos con droga— habría sido la gota que rebalsó el vaso.

Así fue cómo lograron desarticular a Los Trinitarios.

Cómo operaban Los Trinitarios en Santiago

Según indicó LT, ese sector de la comuna de Cerrillos era dominado por Los Troncoso y Los Soto, dos bandas chilenas de narcotráfico que operaban al frente de la toma Nuevo Amanecer.

Después de que los vecinos encontraran a “Colorín” muerto en la calle —con balas en su cabeza y pecho— “les quedó claro que había una batalla por tomar el control del negocio de la droga en el barrio y decidieron empezar a colaborar”.

Y es que, como muchos indigentes, “Colorín” era utilizado por las bandas narco chilenas para vender droga. Le pagaban con dosis de narcóticos.

En esta línea, la PDI pudo notar que el punto de venta de Los Troncoso en el parque y alrededor de la toma estaba siendo invadido por un grupo de dominicanos con armas en mano. Por esto, se adentraron en el lugar como agentes encubiertos y pincharon 70 teléfonos para descubrir qué estaba pasando.

En esa misión, encontraron que había un nombre que resonaba y que causaba temor entre todos: “El Ballantines”, cuyo nombre real es Onnys Johel Moreno Consoro, un dominicano de 45 años y líder de Los Trinitarios.

“Se trata de una estructura organizada, robusta, con un liderazgo desde el extranjero, con roles específicos, desde el manejo de la distribución de la droga, su venta, la compra de armas y la salida del dinero hacia el extranjero”, relató a LT la prefecta Macarena Millacoy, jefa de la Prefectura Metropolitana Occidente de la PDI.

Cuando cayeron los líderes de Los Troncoso y Los Soto, la zona quedó sin un liderazgo de poder, por lo que Los Trinitarios les hicieron una visita en la cárcel. Les ofrecieron una “salida pacífica”, pero los chilenos se negaron a cederles el territorio. ¿La consecuencia? Las casas de los narcos fueron baleadas.

En un segundo intento, “los dominicanos les ofrecieron un trato: ser los proveedores exclusivos de la droga que vendían Los Troncoso. Los chilenos aceptaron. Y como empezaron a vender la propia mercadería de los dominicanos, el conflicto terminó y pudieron seguir trabajando”.

Según la audiencia de formalización, Los Trinitarios reforzaron su negocio de la droga y las autoridades presumen que la traían desde Colombia y la dosificaban en un lavado de autos dentro de la toma. Traficaban: cocaína, marihuana, pasta base, éxtasis, LSD, ketamina e incluso jarabes para la tos.

Con ese mercado cubierto, su negocio dentro de la toma Nuevo Amanecer también les era rentable. “Ballantines” abrió un par de burdeles y, en paralelo, vendía terrenos por $500.000 con una conexión de electricidad asegurada. Después, se aseguraba de extorsionarlos.

“Incluso llegaron a quemar las casas de algunos que se negaron a entregar su dinero a la banda”.

Las estimaciones de las autoridades revelan que las ganancias de Los Trinitarios eran cercanas a los $100 millones mensuales.

Cómo cayeron Los Trinitarios en Santiago

Después de la muerte de “Colorín”, los vecinos recibieron hojas en blanco de la PDI. En ellas, debían anotar todo lo que sabían: nombres, apodos, redes sociales y cualquier detalle que consideraran importante sobre los dominicanos.

“Ballantines” , el líder, se enteró que los investigadores ya conocían su nombre y escapó del país por un paso no habilitado. Según la PDI, el hombre estaría viviendo en Estados Unidos, bajo una nueva identidad.

Cuando finalmente iban a allanar la toma, la Municipalidad de Cerrillos interfirió, sin saberlo: con la televisión, Carabineros y máquinas, entraron a Nuevo Amanecer para demoler un restaurante-discoteca y otra construcción. Esto provocó que varios delincuentes huyeran antes de poder ser atrapados.

Sin embargo, en el operativo de la PDI lograron detener a 42 sospechosos, incautaron un kilo de droga en la toma, 30 kilos en el resto de las comunas donde traficaban, $40 millones en efectivo, US$6.000 en criptomonedas y 9 revólveres y pistolas.

También hallaron altares de “magia negra” y frascos con aceite y carne de la cama que se utilizaban como protección.

Los Trinitarios no opusieron resistencia a sus detenciones. Ahora, se encuentran en prisión preventiva, pues son investigados por asociación ilícita, narcotráfico y homicidio. 23 de ellos están siendo representados por la Defensoría Metropolitana Sur, pero el resto tiene la capacidad de financiarse abogados privados, lo que preocupa a los investigadores.

“Tenemos 15 homicidios en investigación relacionados con la banda. Dos de los detenidos están imputados por ese delito. Son homicidios que se produjeron porque, en algunos casos, las víctimas no dieron cuenta de algunos pagos, o se quedaron con droga, o no cumplieron órdenes dentro de la estructura”, reveló el fiscal.