La temporada de compras navideñas oficialmente dio su puntapié inicial con el evento de compras importado desde Estados Unidos. Con muchas ofertas, pero también muchos engaños, te recordamos los mejores consejos para gastar con responsabilidad.
Algunos dicen que comenzó a llamarse así debido a la cantidad de aglomeraciones de tránsito que se generaban durante los años 60 tras la celebración del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos. Otros porque se supone que era el día en el que los números rojos de las tiendas comenzaban a ponerse negros.
Lo cierto es que, desde hace ya muchos años, el Black Friday (o Viernes Negro) se ha vuelto ya una tradición del consumismo. En Estados Unidos se popularizó como el día de las grandes ofertas que iniciaban la temporada navideña -quedando menos de un mes para esas festividades- y de a poco fue cayendo hasta popularizarse en Chile, donde incluso hay más de una edición durante el año y las ventas del comercio online se disparan.
Hoy ya es tradición para los chilenos esperar las ofertas del Black Friday tanto en nuestro país como afuera. Pero también se ha vuelto tradición que la ocasión sea utilizada como oportunidad para realizar engaños, estafas y también aprovechamientos por parte de las tiendas para atraer compras con ofertas que no lo son tanto.
Comparar los precios
Una de las movidas más sucias que hemos podido pillar en estos días de oferta, es cuando las tiendas aumentan los precios unas semanas antes para luego poder inflar su descuento para que aparente ser una gran oportunidad cuando en realidad no lo ha sido tanto.
Hasta hace unos años, era una percepción generalizada que solo podías percibir si llevabas mucho tiempo persiguiendo un producto. Por suerte, ya hay sitios que te pueden ayudar a ver si efectivamente existe o no trampa en el precio.
El más conocido es Knasta, en el cual es posible ver la evolución de los precios de los productos en cada tienda. Poseen una sección de Black Friday con las principales ofertas y el porcentaje real de descuento, pero además puedes buscar por el nombre del producto y ver en qué lugar efectivamente está más barato.
Para los amantes de la tecnología, hay un sitio similar pero especializado en el rubro de computación, videojuegos y teléfonos llamado Solotodo, que además lleva una curva del precio normal vs. la oferta.
Para revisar sitios en Estados Unidos, las aplicaciones que más sirven son Honey y Keepa, las que pueden instalarse en el navegador Chrome para entregar estos datos apenas se está buscando información de las ofertas de los productos.
Revisa las condiciones
Otra de las prácticas más comunes que la gente suele pasar por alto, son las condiciones de venta impuestas para estas fechas. La más común es que el precio ofertado se respeta solo al momento de pagar con una tarjeta en específico, generalmente la que pertenece al retail de donde se está comprando. Es algo que muchas veces solemos pasar por alto y a la hora de pagar, aparece un precio más alto.
Otra cosa que tenemos que considerar son los envíos. El precio del envío no se incluye en la oferta y por el volumen de compras, los envíos pueden subir y los tiempos de entrega extenderse, pero eso debe estar detallado en el sitio mismo.
También, a la hora de comprar vuelos, las condiciones de uso, de cambio de tickets o número de maletas que pueden llevarse, también son parte de los datos que hay que revisar incluso cuando están con letra chica. También si hay ventanas de tiempo con las cuales viajar, aunque, por lo general, se trata de pasajes que no se pueden transferir ni cambiar de fecha.
Independiente de las condiciones, eso sí, los compradores tienen siempre derecho a retracto, el cual puede hacerse valer dentro de los primeros diez días desde la recepción del producto y además la garantía legal que cubre los primeros 6 meses en caso de defectos, piezas faltantes y fallas de fábrica.
Revisa los sitios
Finalmente, el Black Friday también es un momento en el cual, a través de ofertas demasiado buenas para ser verdad, los cibercriminales buscarán adueñarse de tus datos, desde las contraseñas de tus cuentas de redes sociales y correo hasta tu cuenta del banco o tarjeta de crédito.
Para ello, siempre es necesario asegurarse de realizar compras seguras. Los consejos más importantes que puedes seguir son: nunca comprar directamente desde un link enviado por algún desconocido -o incluso alguien conocido porque pudo haber sido hackeado- sino que siempre es más seguro ir a la página de la tienda y buscar el producto por su nombre.
También asegúrate de que la página que estás visitando utilice la URL oficial del comercio que estás buscando y, sobre todo al ingresar el medio de pago, que la dirección se mantenga y que el sitio lleve el certificado de seguridad del navegador, generalmente asociado a un candado verde o bien, por el uso del prefijo “https:” en lugar de http, la “s” del final habla de que es una conexión segura y que no hay forma de interceptar esos datos.