Luego de que Consejo Nacional Electoral declarara como ganador de las votaciones a Nicolás Maduro, los parlamentarios chilenos alegan fraude electoral.
Este domingo en Venezuela se llevaron a cabo las esperadas elecciones presidenciales, en las que un gran número de votantes acudió a hasta sus locales para mostrar su rechazo a un nuevo periodo de Nicolás Maduro a cargo del país.
Tanto en el territorio nacional como en el extranjero, se reportaron cientos de venezolanos manifestándose en contra del actual mandatario, sin embargo, y pese a la expectación, cerca de la medianoche el Consejo Nacional Electoral dio como ganador al candidato chavista nuevamente, quien habría sido elegido con más del 50% de los votos.
Las acusaciones de fraude electoral no tardaron, e incluso en el Congreso se pronunciaron en contra de estos resultados. La bancada del Partido Republicano presentó este lunes un proyecto de resolución para que la Cámara de Diputados rechace el resultado entregado por el oficialismo venezolano.
Piden fraude electoral
En el documento señalan que las elecciones del país “han estado marcadas por graves irregularidades y denuncias de fraude. (…) Diversas fuentes han señalado manipulaciones en el registro de votantes, coacción a electores, y falta de transparencia en el conteo de votos”.
Los diputados también emplazaron al presidente Gabriel Boric para que “manifieste claramente que nuestra nación no sólo rechaza los resultados electorales fraudulentos en Venezuela, sino que también se compromete a promover y defender la democracia”.
“La omisión de esta responsabilidad podría interpretarse como una indiferencia o incluso una aceptación tácita de prácticas antidemocráticas, lo cual contraría los principios que ha promovido y compromisos que ha honrado Chile”, añadieron.
A pesar de que varios grupos políticos de Venezuela apoyaron al candidato de oposición, Edmundo González, el sistema electoral habría sido vulnerado para dar como ganador nuevamente a Maduro. A través de las redes sociales, solo se compartieron registros en los que el presidente perdía por paliza en cada mesa escrutada.
