“Chile no se acostumbra y no se acostumbrará a los descuartizados”: Chomalí pide acuerdo nacional por temas de seguridad

“Hoy, por lejos, lo que más preocupa es la seguridad", planteó el arzobispo de Santiago. FOTO: Aton.

Además, el arzobispo de Santiago apuntó contra los hechos de corrupción registrados en el último tiempo.

Durante la realización de un nuevo Te Deum Ecuménico por la celebración de las Fiestas Patrias, el arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, expuso una profunda reflexión relacionada con la contingencia.

En medio de su discurso, se refirió a la crisis de seguridad que enfrenta el país, y a los casos de corrupción que también remecieron a la política en el último tiempo.

“Hoy, por lejos, lo que más preocupa es la seguridad. Nadie se siente seguro, nadie puede garantizar que no le harán un portonazo, un turbazo, una encerrona o que no lo asaltarán”, planteó desde la Catedral.

Y en ese mismo sentido, sostuvo que “Chile no se acostumbra y no se acostumbrará a los descuartizados, los asesinatos a plena luz del día, a la muerte de jóvenes y niños. Chile no está acostumbrado a eso, no quiere eso”.

Además, advirtió de que “si no hay una acción en conjunto de la sociedad, el país corre el riesgo de convertirse en rehén del crimen organizado. Pronto ya será tarde. Comenzará la ley del más fuerte y el Estado será un mero espectador”.

“Invito y exhorto a que se piense en la posibilidad de un gran acuerdo nacional donde todos quienes tenemos responsabilidades en el país, públicas y privadas, nos escuchemos y dialoguemos. La seguridad no es un tema meramente político, sino que es un tema ético, anterior a cualquier otro asunto. No puede ser una moneda de cambio para ser negociada por una ley u otra concesión”, reclamó el religioso.

Apuntó a hechos de corrupción

En tanto, vaticinó que “no hay desarrollo posible en una auténtica democracia, en un país violento y con gérmenes de corrupción”. Además, recalcó que es doloroso para los chilenos “ver cómo la corrupción se ha ido enseñoreando de lugares que por su naturaleza debiesen ser intachables”.

“El pueblo de Chile está escandalizado al ver tanta avaricia y ansias de poder que no trepidan en sobornar, en valerse el cohecho para lograr sus objetivos y en el tráfico de influencias”, agregó el arzobispo.

“Duele que personas con poder, en vez de servir a Chile, se han servido de Chile y claramente han perjudicado a los más pobres. No es el momento de solistas, de individualismo, de frases grandilocuentes ni de recriminaciones mutuas”, cerró.

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