La periodista de profesión reconoció haberse contactado con María José Prieto, esposa de Cristián Campos, una vez destapada la denuncia. Aunque no conocía al intérprete, tenía mucho que decir.
La periodista Verónica Neumann criticó a La Tercera por dar a conocer su declaración en torno a la denuncia contra Cristián Campos.
La madre de Simón Pesutic y exprofesional de TVN usó sus redes sociales para sostener que el mencionado medio “falta a la verdad” al publicar su testimonio de forma “sesgada”.
Por lo mismo, LT decidió reproducir el relato completo, sin ediciones, que la testigo entregó bajo juramento ante el juez Edgardo Gutiérrez el pasado 17 de octubre. Y sí, todo lo publicado era cierto.
Revisa la declaración completa
Comparezco voluntariamente a este Tribunal, a fin de prestar declaración en calidad de testigo en la presente causa.
Para comenzar, debo manifestar que a Cristián Campos Sallato no lo conozco, no soy cercana, ni de él ni de su señora actual. Por temas profesionales, lo he visto en 2 oportunidades en mi vida, esto fue en los años 1992 y 1997. Yo trabajé en Televisión Nacional entre los años 1990 y 1999, en ese contexto conocí a Cristián yo lo fui a entrevistar.
Soy periodista de profesión y hace un tiempo a esta parte he estado realizando una investigación a Juan Pablo Hermosilla, ya que en varios casos patrocinados por la fundación, a mi criterio, lo que más les interesa es dañar la imagen de sindicato como “autor”, lo cual a mí me molestaba mucho, por lo cual comencé esta investigación e hice un cruce de datos con el sociólogo Sergio Mayol, quien tenía antecedentes al respecto y había realizado un reportaje de cómo este señor Juan Pablo Hermosilla, instrumentaliza a la fundación, alzando los casos mediáticos, exponiendo tanto a las víctimas como a los supuestos victimarios.
Hay un caso que es muy triste de un músico, violinista que le ganó un juicio a Hermosilla en el año 2018 y habiendo ganado esta persona a Hermosilla, él de todas formas, le interpuso otra denuncia por otro delito, la cual aún se mantiene vigente.
Como yo estaba en el proceso de investigación a la Fundación, aparece el caso de Cristián Campos y encontré que esto no podía ser porque ya habían utilizado a Felipe Berríos y lo habían expuesto a a lo mismo.
Después veo que de la fundación, publicaron la presentación de la querella contra Cristián Campos por parte de Rafaella Di Girolamo, como Fundación y acto seguido una carta firmada por la Familia Di Girolamo, apoyando la denuncia contra Campos.
Al publicar esta carta se hace alarde de esta situación, exponiendo la privacidad de las personas involucradas. Esto me molestó mucho, por lo cual decidí contactar vía Instagram a María José Prieto, esposa de Cristián Campos, me presenté y le dije que quizás Cristián se acordaba de mí, le comenté a María José lo de mi investigación a la Fundación para la Confianza y le ofrecí que si ellos necesitaban de mi testimonio, yo estaba disponible para declarar, en base a lo que yo había investigado.
Posteriormente, María José me respondió y me dijo que Cristián se acordaba perfectamente de mí y que me agradecía mucho mi disposición.
Después nos contactamos vía telefónica con María José, creo que fue posterior a que ella presentara declaración en el Tribunal. Cuando me llamó me señaló que necesitaba gente que fuera del círculo y que conociera o hubiese trabajado con Claudia Di Girolamo, y quien fueran testigos de sus conductas abusivas y agresivas. Le dije a María José que contactara a las vestuaristas y a las personas que trabajaban en esa época y ella me señala que nadie quiere declarar. Le di los datos de una persona que trabaja actualmente en Megavisión, de nombre Antonella.
María José cometió una torpeza, sin quererlo, porque llamó a esa niña y le dijo que yo le había dado su nombre para ubicarla para que declarara en esta causa.
Ese mismo día, Antonella llamó a Pedro Campos y a mi hijo actor Simón Pesutic, quienes actualmente se encuentran grabando un remake de la teleserie “Amores de Mercado”.
Le dijo a Pedro Campos y a mi hijo Simón que yo prestaría declaración en esta causa a favor de Cristián, lo que generó que Pedro llamara a mi hijo, amenazándolo, le dijo que si yo declaraba, su madre Claudia Di Girolamo, se encargaría de acabar con su carrera.
Mi hijo Simón me llamó angustiado y me preguntó por qué yo estaba haciendo esto, contándome lo que le había dicho Pedro. Yo le prometí a Simón que no declararía.
Yo le expliqué a mi hijo el motivo de mi interés por declarar en esta causa, le expliqué a mi hijo que no conocía a Cristián y que yo declararía por la investigación que había estado realizando a la Fundación Para la Confianza.
Por otro lado, le dije que no era posible que Pedro, que había sido siempre muy buena onda con él, lo amenazara de esa forma. Le manifesté que este no era Pedro, sino Claudia la que realizaba estas amenazas, así como también encuentro que es una maldad lo que hizo Antonella, de exponer tanto a mi hijo Simón.
Esta fue la razón por la cual la primera vez solicité declarar como “testigo protegido”, lo cual ahora sé que no rige en este sistema judicial. Pero fue muy fuerte que mi hijo recibiera amenzas respecto de su carrera profesional, la desesperación de él fue absoluta.
Pero finalmente, conversé que Pedro no podía influir respecto de su futuro laboral, pero Simón me dijo que yo sabía lo influyente que era Claudia Di Girolamo en ese medio.
A su consulta, que los casos que representan la Fundación para la Confianza sean creados a fin de instrumentalizar, no me consta. Pero sí en el caso de Felipe Berrios, quien es muy cercano mío y según mi criterio él es inocente, a quién se ha expuesto de una forma injusta, destrozando su carrera, a una persona que él mismo denunció y que siempre ha estado disponible, me parece insólita la exposición que ha hecho la Fundación con él.
En el caso de Cristián si bien, a él no lo conozco, pero conocí a su mujer y su madre. En este caso, me llamó mucho la atención una fundación que dice proteger a las víctimas y a sus familiares, expongan hechos tan íntimos, los cuales han provocado un quiebre familiar entre Cristián y sus hijos.
Para mí, esto fue una manipulación, porque por la edad que los hijos de Cristián tenían, a fecha de la ocurrencia de los hechos, ellos no pudieron haber visto nada de los hechos que se relatan. Esta Fundación, se jacta de eso y destruye a una persona, a una familia completa, así como también tengo mis dudas que una persona abusada hable de estos hechos después de tantos años y hacerlo tan público, como la filtración de la declaración de Raffaella, le que según ellos no lo hicieron, pero está claro que esto lo hizo Juan Pablo Hermosilla.
A su consulta, yo trabajé con el padre de Claudia, don Claudio Di Girolamo, recuerdo haberlo escuchado en varias oportunidades diciendo que tenía una nieta mitómana , y que su hija Claudia estaba desesperada. En ese minuto, no hice la relación de nada, se me olvidó la existencia de Raffaella, a quien solo había visto una vez, en mi mente solo aparecían los hijos que Claudia tenía con Cristián Campos.
En una oportunidad, Claudia Vicuña, me comentó que Ismael Frigerio le había dicho que Raffaella tenía que someterse a tratamiento, ya que su madre estaba desesperada porque su hija era mitómana. Eso es todo lo que puedo decir respecto a a los antecedentes que tengo de Claudia Di Girolamo y su hija.
A su pregunta, en cuanto a las preguntas presentadas por la parte querellada, debo manifestar que:
En Abril de 1990, yo tenía 23 años, y estaba trabajando en el área de prensa de Televisión Nacional, y en la misma época del área de producción, le asignaron el cargo de director a Vicente Sabatini para que trabajara en la producción de un recital llamado “Amnistía”, octubre 1990, solicitándome ser parte de la producción.
Cuando terminó ese trabajo, Vicente me indica que le gustaría seguir trabajando conmigo lo que significa solicitar autorización al departamento de prensa, donde yo pertenecía, lo cual ocurrió así, yo trabajaba tanto para producción como para prensa. Yo estoy muy agradecida de Vicente porque fue abriendo caminos de mi carrera.
A mediados de ese año, llegó Claudia Di Girolomo a trabajar en el área dramática del canal, pero yo no la había visto.
A fines del año 1990, Vicente me dijo que yo trabajaría en el departamento de prensa para la trasmisión del Festival de Viña, pero que además quería trabajar conmigo como entrevistadora durante los intermedios de cada noche de festival.
Cuando viajábamos a Viña, teníamos un grupo de personas con los que nos quedábamos 15 a 20 días por lo menos y con los viáticos, preferíamos juntarnos y arrendar una casa y contratar una nana para que nos cocinara, ya que era muy poco el tiempo que pasábamos ahí.
En ese periodo, mi amistad con Vicente se estrechó, pasó un momento muy duro ese verano, porque en un accidente falleció Sonia Fuchs, encargada del área dramática del canal.
Vicente estaba muy apenado, buscando apoyo en mí. Este suceso marca un hito importante para él, porque lo nombran director del área dramática y se estrechó nuestro vínculo de amistad, lo cual hay que dejar en claro que no tenía nada que ver con atracción amorosa o sentimental, solo de amistad, éramos muy confidentes, muy conversadores, salíamos a caminar y hablábamos de nuestros temas personales.
A mediados del año 1991, se trae como gran contratación del área dramática a Mauricio Pesutic, para formar parte de área dramática junto a Claudia Di Girolamo, la que había llegado un año antes. Vicente los contrata para juntar a ambos actores en la teleserie “Trampas y caretas”.
A mí me tocó ir a entrevistar a ambos sectores en un hotel en Apoquindo, lugar donde estaban garbando la teleserie. Llegué justo en un break, recuerdo que me acerqué, me presenté, Mauricio fue muy amable conmigo, pero Claudia fue totalmente displicente, me puse realizar la entrevista solo a Mauricio porque Claudia no quiso hablar.
Cuando terminé en el momento que me estaba retirando del lugar, Pseutic me alcanza y me pone un papel en el bolsillo de mi chaqueta, en ese papel mencionaba un evento, fecha y lugar y además señalaba que le gustaría verme en ese lugar.
Ese evento fue en agosto en Jardines de Ñuñoa, fue un evento muy entretenido, lo pasamos regio. Mauricio me fue a dejar a mi casa y en paralelo yo tenía una amistad cada día más profunda con Vicente.
Recuerdo que cuando terminaba el noticiero, yo me retiraba del canal, yo vivía al lado de la Clínica Santa María, mi departamento estaba a dos cuadras del canal. Con Vicente teníamos un código, cuando yo terminaba prensa, me iba a su oficina y aprovechábamos de conversar, ponernos al día y hablábamos de nuestros temas de familia, después el me llevaba al departamento.
Posterior a la salida con Mauricio, en varias oportunidades nos encontrábamos en el canal, pero él no me hablaba ni me saludaba, yo no entendía nada, encontré muy extraña la situación. Después un colega, alguien que había estado con Mauricio y Vicente en un cóctel del área dramática, me dice que me quería contar que estaba en el coctel xon Vicente, Mauricio, Katherine Salosny, que en ese momento Pesutic había hecho un comentario muy bonito sobre mí, ante lo cual Vicente le había dicho “con Verónica no te metas”.
Lo cual a mí me pareció muy horrendo, porque Mauricio necesitaba mucho su trabajo. Me pareció que mal que su jefe lo amenazara así, obviamente Mauricio debía reaccionar de esa manera, en ese momento pude entender la reacción de Mauricio.
Vicente Sabatini, según Neumann, era su amigo en TVN.
Recuerdo que, en octubre del año 1991, alrededor las 23:00 horas, yo estaba en la oficina de Vicente, era una oficina muy pequeña y siento que se abre la puerta y entra Claudia Di Girolamo; lo cual encontré muy extraño porque no era el lugar donde se grababa la teleserie y era muy tarde. Vicente le preguntó qué necesitaba y Claudia le dice que quería hablar con él, yo me sentí muy incómoda y me fui. Nunca me enteré de que se trató esa conversación.
Con Vicente éramos tan amigos que nos dejábamos cartas escritas a máquina. Cuando él llegaba temprano al canal pasaba por prensa y decía a la secretaria que me dejara la carta y yo hacía lo mismo. Estas cartas trataban de cosas que nos ocurrían en el día a día, era un juego que teníamos ambos, esto se hace con alguien quien es muy amigo y con quien se tiene ciertos códigos. Recuerdo que en una carta él me decía que estaba viviendo en un infierno, pero no utiliza esa palabra exactamente, sino que señala que está en una situación complicada... viviendo a dos aguas.
En el año 1992, nuevamente nos fuimos a cubrir el festival de Viña, esta vez arrendamos una casa en 8 norte, era una casa grande de dos pisos. Vicente me pasó una pieza grande donde yo estuviera cómoda porque era la única que trababa a dos bandas, tanto para prensa como para producción.
Este año Claudia Di Girolamo fue jurado del festival y se hospedaba en el hotel Miramar, querían hacerle una promoción especial a la teleserie “Trampas y Caretas” que se estrenaba en marzo de ese año. Lo que yo no sabía era que Mauricio también estaba invitado a esa promoción. Cuando estábamos en el evento Mauricio se me acerca y me preguntó si tenía unos minutos para salir a caminar con él, yo le dije que sí pero que al parecer Sabatini no nos tenía que ver, para que él se diera cuenta de que yo sabía lo que había ocurrido.
Ese día salimos a caminar al muelle Vergara, después nos despedimos y me preguntó si asistiría en la noche a la Quinta Vergara, yo le dije que sí. Normalmente en las mañanas Vicente era el primero en ducharse y él se ponía la toalla en la cintura y me iba a despertar, comenzaba a tirarme de los pies y me decía “Neumann a la ducha”. Esto siempre fue así, en las tres ocasiones que arrendamos en Viña del Mar, en los años 1991, 1992 y 1993.
Esa noche hice mi trabajo como era de costumbre y aproveché de ir a ver al grupo Mecano que tocaba esa noche. Me encontré con Mauricio, quien estaba con un amigo, me comentaron que se había instalado un bar, al cual tenían ganas de ir. Yo terminé mi trabajo y me fui a buscar a Vicente al camión de transmisión para que nos fuéramos, esto ocurría todos los días, pero ese día los compañeros de trabajo me dijeron que Vicente se había ido, por lo cual decidí irme caminando a la casa.
Cuando voy caminando, escucho un grito, y era Mauricio y su amigo. Me preguntaron para donde iba, insistieron que fuéramos a bailar un rato, a lo cual accedí. Nos fuimos a un Pub bailable que se llamaba algo como “El boulevar de los Sueños” en calle Von Schroeder, en un subterráneo. Cuando ingreso al local lo primero que veo es a Vicente Sabatini y Claudia Di Girolamo, al fondo del local en una mesa, y Claudia tenía su cabeza reclinada en el hombro de Vicente.
Después de un rato decidí retirarme y fui a buscar a Vicente para que se fuera conmigo, pero él ya no estaba. Entonces Mauricio y su amigo, me acompañaron hasta la casa, yo lo había pasado muy bien, pero iba con sentimientos encontrados porque yo estimaba mucho a la esposa de Vicente, por Claudia me daba lo mismo lo que estaba pasando entre ella y Vicente, entonces en ese momento no me preocupé si Vicente había llegado o no la casa.
Al día siguiente me fui temprano al hotel O´Higgins, para realizar mi trabajo en prensa y veo que Claudia llega al hotel, lo cual encontré muy extraño, porque el jurado no llegaba temprano, llegaban en la noche. Claudia pasó por mi lado, ella me vió pero no me saludó, no me dijo nada. Se sentó para que la maquillaran y les pregunta a las maquilladoras si era muy lejos llegar al camión de transmisión de la Quinta Vergara, ese era el lugar donde estaba Vicente con los técnicos, entonces yo comencé a unir todo lo que estaba ocurriendo entre ellos, pero nunca le comenté nada de esto a Vicente.
A su consulta, Claudia no toleraba que ninguna persona gorda se le acercara, un día estaba Sapito Livingstone maquillándose en el canal, yo venía saliendo de prensa, él conversa con Salomé la maquilladora, ellos decían que no le gustaban las personas gordas refiriéndose a alguien y que esta persona no quería que Salomé la maquillara. Yo me uní a la conversación, le pregunté a quién se referían y dijeron a la come lechuga, señalando después que era Claudia Di Girolamo.
Hago como paréntesis, que Vicente siempre fue más gordito, era muy simpático, sencillo, pero siempre tuvo abdomen abultado y hace un tiempo lo vi y estaba extremadamente delgado, hasta su forma de vestir era distinta. Yo siento que tuvo que adelgazar como exigencia de Claudia. Hay cosas que a mí me duelen, porque le tengo mucho afecto y cariño a Vicente, pero siempre me chocó mucho que Claudia nunca quisiera vivir junto a Vicente en la misma casa.
A su consulta, en la casa que arrendamos 8 noches en Viña del Mar, yo alojaba en el primer piso de la casa y unas noches antes de terminar el festival, recuerdo que Vicente entró a mi pieza, estaba con ropa, no me acuerdo si pijama o con polera y calzoncillos, él se recostó a mi lado y me dijo “por favor abrázame”. Le pregunté qué le ocurría y me dijo que tenía pena, lo abracé y se quedó mucho rato a mi lado, esto fue en contexto de amistad. Vicente nunca realizó algún acto conmigo que yo pudiera considerar como abuso sexual.
Para el Festival de Viña del año 1993, arrendamos un departamento en 4 norte, en ese departamento estaba Pablo Núñez, un reconocido vestuarista del Teatro Municipal.
Ese año se rotaban las animadoras del festival y Claudia (di Girolamo) animó una noche junto a Cristián Bodenhofer.
En ese periodo, yo tenía 3 meses de embarazo, recuerdo que estaba sola en el departamento y llega Pablo, que al parecer estaba a cargo del vestuario de Claudia. Pablo, abre la puerta y dice “va a quedar la cagá”, y yo le pregunté “¿Por qué?”, y me dice que él estaba en el hotel Miramar y había llegado de sorpresa Cristián Campos, con sus 2 hijos al hotel y que Claudia no lo dejaba subir.
Pablo volvía a repetir “va a quedar la cagá” y me dice “te diste cuenta que Vicente no llegó a dormir anoche”.
Decía que todos en el hotel le estaban metiendo conversa a Cristián, porque Claudia no lo dejaba subir y los niños la querían ver.
Él insistió que iba a quedar la caga porque al parecer Vicente estaba en la habitación de Claudia. Después un compañero me decía “pobre hombre” refriéndose a Cristián Campos, quién le va decir lo que está ocurriendo, si esto ya es un secreto a voces, yo le manifesté que yo no lo haría.
Al año siguiente, Vicente se separó de su esposa.