“Siento que vendo muerte, porque si hay familias que se destruyen, hay gente que se autodestruye con esto”, confesó la mujer sobre este negocio familiar.
Un completo éxito en reproducciones ha sido el documental “El escalofriante mundo de la pasta base” que realizó el youtuber Zazza El Italiano en nuestra capital, con más de medio millón de visitas en tan solo un día desde su estreno el domingo 6 de abril.
En este registro, el influencer que graba en distintos ghettos y poblaciones del mundo, expone cómo viven las personas en dichos sitios, sumado a mostrar sus problemáticas.
Durante marzo, el europeo pasó por nuestro país, y en lo que se puede apreciar en este material audiovisual, recogió testimonios tanto de vecinos como de adictos, donde algunas historias fueron estremecedoras.
Pero uno de los momentos que causó mayor impacto fue el final, cuando grabó desde un laboratorio en el que crean estupefacientes.
“Mis videos no están completos si no vamos a la fuente de esta historia, y las fuentes son los laboratorios donde se crean estas sustancias”, comenzó Zazza, quien se dirigía a una cocinera que era entrevistada desde el anonimato.
En el registro, también se ve una mesa con diferentes drogas: una bolsa de casi un kilo de cocaína y bolsitas de ketamina. Por otro lado, se explicaron las diferentes fases en la creación de esta sustancia ilícita, la cual se mezcla con otros productos, según se reveló.
La cocaína tenía calidad “delfín”, es decir, estaba bien catalogada en el mundo criminal. Cabe destacar que se cree que llevan esta marca porque provienen del trabajo ilícito del capo argentino Delfín Castedo y su familia.
“Por generaciones ha sido el tema de vender droga”
La entrevistada mencionó que se metió a esta industria ilegal como una especie de herencia familiar: “Por generaciones ha sido el tema de vender droga. Ha pasado desde abuela, mamá, papá y así”, confesó.
Por otro lado, explicó que toda su familia ha estado en prisión, aunque cree que no tendrá ese mismo paradero, ya que será más precavida y buscará no tener excentricidades, ya que muchos colegas de este mercado delictual “se muestran mucho más”.
“Les gusta comprarse lujos, joyas, vehículos, casas, muchas excentricidades. No les gusta estar bajo perfil”, explicó.
Lo otro que indicó es que debe cambiar de domicilio constantemente para evitar “el ojo de la policía”.
Para finalizar dio una reflexión de su trabajo: “Siento que vendo muerte, porque si hay familias que se destruyen, hay gente que se autodestruye con esto, y que ha llegado a problemas como muerte y enfermedades”, pero también, en el otro lado de la moneda, argumentó que la misma gente elige su destino.