Los carabineros abusaban de sus cargos para extorsionar a empresarios chinos. Además, se reveló que consumían drogas dentro de la comisaría. Esto es todo lo que se sabe del caso.
El 8 de agosto de 2023, la Segunda Comisaría de Carabineros de Santiago celebró un procedimiento policial exitoso. Tres carabineros, entre ellos el cabo 1° Diego Ríos Catalán, descubrieron que un local chino llamado Asia Restaurante estaba vendiendo alcohol sin permisos municipales en el sector del Barrio Meiggs.
Incautaron 1.500 botellas de alcohol —avaluadas en más de 50 millones de pesos— que tuvieron que transportar en siete viajes en camioneta para retirarlas, según reveló un reciente reportaje de La Tercera.
Pero el goce de aquel delito descubierto terminó unas semanas después, el 30 de agosto de 2023, cuando el cabo Ríos Catalán llamó al Departamento de Asuntos Internos de Carabineros para denunciar que otros funcionarios de su misma comisaría le dijeron que “dejara de fiscalizar el local Asia Restaurante porque era de ellos”.
El abogado asistente de la Fiscalía Centro Norte, Nicolás Beyer, reveló que el grupo de policías “cobran una mensualidad en dinero en efectivo por omitir y dejar tranquilo el restaurante” y le dijeron a Ríos Catalán que lo invitaban a “participar del negocio” y que se quedara callado.
Hasta ese momento, parecía que el cabo actuaba de buena fe al hacer la denuncia. Pero grande fue la sorpresa cuando, en realidad, Ríos Catalán estaba intentando culpar a otros de lo que él formaba parte.
Su teléfono estaba intervenido y el Ministerio Público ya sabía que aquella fiscalización de Asia Restaurante era parte de los hostigamientos, amenazas y falsos delitos que él y 12 carabineros más inventaban para extorsionar a empresarios chinos en el barrio.
Apodados como los Pulpos Verdes, los 13 carabineros fueron expulsados. Estos fueron otros delitos que cometieron.
Los delitos de los Pulpos Verdes, carabineros que extorsionaban en Barrio Meiggs
Dentro de la Segunda Comisaría, se vivía un ambiente de corrupción que, por mucho tiempo, no fue descubierto. Los 13 carabineros ya tenían un modus operandi establecido que, entre ellos, se cubrían para pasar desapercibidos.
A los empresarios chinos de Barrio Meiggs, les cobraban 50.000 pesos en efectivo para dejar pasar “pequeñas faltas”, mientras que ofrecían sus servicios de seguridad por grandes cifras de hasta $1.6 millones.
Y no solo eso: la Fiscalía descubrió que robaban dinero en procedimientos, quitadas y venta de cigarrillos de contrabando y que, incluso, consumían drogas al interior de la unidad policial.
Con los residentes chinos, utilizaban la frase “plata para el café” para saber que se referían a sobornos: “Algunos carabineros que trabajan en el sector de Meiggs fiscalizan a locatarios y ciudadanos chinos, y cuando los sorprenden cometiendo algún tipo de infracción, les solicitan ‘dinero para café’”, reveló una testigo, según el reportaje de LT.
En una ocasión, Ríos Catalán y su compañero Jairo Jofré Pereira fueron al mall chino Hiper Asia 2 y, según otro testigo, se identificaron con los nombres falsos de “Felipe” y “Andrés” y ofrecieron sus servicios de seguridad por 1.6 millones de pesos mensuales e, incluso, firmaron una especie de contrato. Supuestamente, ambos resguardarían el local de lunes a sábado en horario hábil y harían rondas especiales nocturnas, un delito establecido por el reglamento de la institución.
“Contrataron el servicio por alrededor de ocho meses, hasta que se dieron cuenta de que no era realmente prestado, porque cuando ocurrían robos, los carabineros no hacían nada”, dijo el Ministerio Público.
Entonces, el empresario chino a cargo decidió no renovar el servicio y los carabineros, furiosos, fiscalizaron el Asia Restaurante, donde el dueño de Hiper Asia 2 es uno de los socios. Es decir, la operación fue una especie de venganza.
“Cada vez que la gente se negaba (a pagar), era hostigada de forma permanente hasta conseguir la respuesta que ellos estaban buscando, llegando al punto de golpizas o procedimientos que se creaban y terminaban en una detención”, le dijo a LT la abogada de cinco víctimas de nacionalidad china, María José Sarmiento.
En paralelo, con los teléfonos intervenidos de gran parte de la comisaría, la Fiscalía pudo dar cuenta de que vendían cigarrillos de contrabando y pedían que les llevaran droga al recinto policial.
El 27 de mayo pasado, 12 de los 13 carabineros fueron formalizados. Cuando los detuvieron en sus domicilios, encontraron ketamina, cocaína y marihuana. Ahora, seis de los 13 implicados están en prisión preventiva, mientras que el resto está cumpliendo arresto domiciliario total o parcial.
Por otra parte, el mayor José Negroni Robles está bajo sumario administrativo por su responsabilidad en el mando.