Charlas entre el exfuncionario de Maipú y la imputada confirmarían el mal uso de recursos municipales.
Luis Japaz, otrora “mano derecha” de Cathy Barriga, declaró ante la fiscal Constanza Encina el pasado 6 de enero en el marco de la investigación por fraude al fisco, apropiación indebida y falsificación de instrumento público contra la exjefa comuna de Maipú.
En su testimonio, el cirujano dentista (quien fue formalizado por la misma causa por los delitos de fraude al fisco y falsificación de instrumento público), Japaz va relatando en orden cronológico su paso por ese municipio, además de ir respondiendo consultas de la persecutora.
Según reveló La Tercera PM, el documento judicial también se exponen conversaciones de WhatsApp entre el dentista y la alcaldesa.
“Ella pasó a estar cada vez más dentro de una ostra, a encerrarse. No quería escuchar ya que sentía que si escuchaba era parte. Es decir, si alguien le decía ‘falta plata’ lo que ella hacía era tratar de no escuchar y/o no saberlo”, afirmó Japaz ante la fiscal.
Una de las últimas investigaciones que está realizando la fiscalía es si la exbailarina pagaba a las cuidadoras de su hijo con dineros municipales. En esta labor, según Japaz, hubo varias personas, la primera de ellas -de manera informal- Andrea Monsalve, funcionaria quien falsificó un título de periodista y que también fue considerara en su minuto como mano derecha de Barriga.
Según Japaz, le advirtió a la jefa comunal que esto era irregular: “¿Alcaldesa, usted no cree que es un error dejar a Andrea Monsalve, fuera de su horario, cuidando a su hijo? Creo que es un error”, ‘¿no será que es mejor que Kim, ¡a cuidadora la ayude?’ Debo hacer presente que en ese momento yo no sabía que Kim, la cuidadora de Romeo, estaba siendo pagada con plata municipal”, dijo en su declaración.
Una de esas trabajadoras a cargo de los cuidados del hijo de Barriga fue Kimberly Guajardo, quien estuvo en esas labores entre 2017 y 2018. De forma paralela recibía boletas emitidas por la municipalidad con un total de $8.800.000, según la fiscalía.
“Me enteré de lo de Kimberly Guajardo, que estaba contratada por el municipio pero era la cuidadora de (nombre del hijo). Quiero decir que no en forma infantil, sino que de forma muy consciente, ella sabía que estaba cometiendo un ilícito. Ningún asesor le dijo que no contratara con platas fiscales a la niñera de su hijo, y lo reiteró en cuatro ocasiones. En las tres ocasiones posteriores yo me opuse”, dijo Japaz en su declaración.
Contratación fallida
En su declaración, Japaz mostró un WhatsApp del 1 de mayo de 2018 donde se daría cuenta de una contratación fallida de otra mujer que se destinaría para cuidar al hijo. Sin embargo, no resultó bien. La conversación fue así:
Cathy Barriga: Buenos días. Feliz día del trabajador. Necesito urgente hablar con usted por la niñera que contrató. Muchas gracias. Marianela.
Japaz: Cresta, empezó el we...
Cathy Barriga: Chuuu
Japaz: Creo que entonces no podemos. Y si ella ya sabe que la contrató partimos mal. Exacto.
Cathy Barriga: Claro. Le preguntaré.
Japaz: Gracias. Debut y despedida.
Cathy Barriga: Porque yo le pregunté a la hermana de ella en qué departamento de la municipalidad trabajaría y la hermana me dijo en la alcaldía cuidando al bebé.
Japaz: Buuuu. Mal. Pésimo.
Cathy Barriga: Empezó el cawin sin haber comenzado. Fuera.
Japaz: Exacto. Adiós.
“Efectivamente en esta conversación queda claro que fue un intento fallido de contratar a una cuidadora nueva, que empezó a decirle a la gente que iba a trabajar en alcaldía ‘cuidando al bebé', por lo que eso ya era un problema porque significaba poner en evidencia del delito que estaba cometiendo. Por lo mismo, la despedimos inmediatamente”, concluyó el exfuncionario sobre el diálogo.
¿Y los $31 mil millones?
Más adelante, Luis Japaz mencionó el rol que tuvo el diputado Joaquín Lavín León en la alcaldía de Maipú. Según dijo, era quien revisaba los informes: “Entonces cuando llegaban cosas de materias presupuestarias, ella me pedía que le pasara las cosas y aquí aparece Joaquín Lavín León, que leía todos esos documentos que le íbamos entregando y las cosas que se iban entregando, transmitiendo al concejo municipal”.
Una de las compras más cuestionadas realizadas por la gestión de Barriga fue con una serie de peluches de personajes bautizados como “Renacin” y “Smapina”, donde se gastaron $55 millones.
Al respecto, Japaz aclaró que “son peluches que ella quería que fueran el logo de su gestión. Es un merchandising municipal simplemente, y efectivamente se pagó con recursos de la Codeduc. Cuando empezaron a cuestionar la compra, ella pensó en esta solución de decir que era para promover el cuidado del medioambiente, pero eso no es efectivo, la verdad eran simplemente peluches que ella quería regalar”.