De un supuesto “juego” a bestial mutilación: el macabro crimen que condenaría a sádico delincuente y su joven sobrino

Adalio y Fabián arriesgan una larga condena por el homicidio que impactó a Punta Arenas. /Foto: ITV Televisión.
Adalio y Fabián arriesgan una larga condena por el homicidio que impactó a Punta Arenas. /Foto: ITV Televisión.

“Es un enfermo mental. Ningún ser humano merece morir así”, lamentó el padre del joven estudiante asesinado.

Corrían los primeros días de 2023 cuando un macabro crimen quedó al descubierto al interior de una vivienda de la población Nelda Panicucci en la ciudad de Punta Arenas.

Los antecedentes iniciales aportados por la policía dieron cuenta de un brutal ataque que terminó en el descuartizamiento de una joven víctima.

Según los investigadores, todo comenzó cuando el hombre estaba compartiendo con otras personas durante la madrugada del sábado 14 de enero. En el encuentro habrían estado consumiendo alcohol, cuando uno de los presentes atacó a la víctima con un arma cortante, hiriéndolo en reiteradas oportunidades hasta quitarle la vida.

No conforme con eso, el asesino procedió a descuartizar y desmembrar el cuerpo del fallecido, y dejó partes del cuerpo esparcidas en la vivienda.

Posteriormente, el criminal le confesó el homicidio a su madre, quien lo entregó rápidamente a Carabineros.

A las pocas horas, se confirmó la identidad del imputado: Adalio Mancilla (30), quien se encontraba en libertad condicional y que ya había sido condenado por homicidio en dos oportunidades. En 2015, mató a un amigo con un corvo; mientras que en 2009, participó en el crimen de un vecino puntarenense, cuando apenas tenía 15 años.

Verdugos
Roberto Verdugo.

La víctima: un joven de 21 años

Roberto Verdugo Medina, padre de Roberto Sebastián Verdugo, fue el primer familiar en hablar públicamente sobre el crimen de su hijo.

En primera instancia, dio a conocer que su retoño estudiaba para ser contador auditor y había egresado del Instituto Superior de Comercio (Insuco). Luego, recordó la noche fatal.

“Salió de la casa el viernes a las 22 horas junto a unos amigos y no solía quedarse más allá de las 4 ó 5 de la mañana, por lo que nos dejó súper preocupados su ausencia y por eso pedimos colaboración para su búsqueda”, contó el hombre a La Prensa Austral.

Respecto al asesino, Verdugo Medina no dudó en apuntar a la justicia: “Es culpa de la puerta giratoria. No es posible que un delincuente que tiene dos asesinatos y otros tantos delitos, sea premiado con la libertad condicional. Es un enfermo mental, le cortó los brazos, las piernas y la cabeza a mi hijo. Ningún ser humano merece morir así”.

En relación al sitio del suceso, una casa ubicada a escasas cuadras del domicilio de la víctima, el padre de Roberto indicó que alguien lo habría llevado en contra de su voluntad a este supuesto “after”.

“Mi hijo no se metió ahí, mi hijo se venía a la casa y lo salieron a buscar”, indicó a El Pingüino.

Segundo implicado y fuertes detalles

El martes 17 de enero, a tres días del asesinato, se detuvo a un segundo implicado en el delito: Fabián Peña, sobrino de Mancilla, de apenas 19 años.

Así las cosas, el Ministerio Público entregó un relato de lo sucedido:

De acuerdo a la investigación, el ilícito se perpetró durante la madrugada del 14 de enero, cuando la víctima caminaba por la Población Nelda Panicucci. Fue allí donde se encontró con los imputados, quienes bebían alcohol y escuchaban música en el antejardín del domicilio de Peña. Ambos lo invitaron a tomar un trago a cambio de 2 mil pesos.

Una vez dentro del domicilio, los tres comenzaron a compartir. Sin embargo, mientras bebían, Fabián comenzó a provocar a Roberto, con ademanes de movimientos de golpes de puño, los que Verdugo respondía de igual forma a modo de juego.

Finalmente, Mansilla intervino y provocó a la víctima mediante golpes que fueron en aumento, para luego utilizar un arma cortopunzante con la cual le propinó múltiples estocadas vitales, especialmente en la parte cervical como también la abdominal, que le provocaron la muerte por anemia aguda, mientras Peña, estando presente, omitía cualquier tipo de ayuda, agudizando, ambos, inhumanamente el sufrimiento de la víctima, al ocasionarle dolor innecesario por la utilización de otras herramientas, con las cuales le desmembraron el cuerpo.

En la acusación, se describe que Adalio Mansilla empleó diversos elementos tales como cuchillo, machete, martillo, un hacha y corta cartón, “con los cuales procede a lesionar, mutilar y desmembrar el cuerpo de Roberto Verdugo Vargas”.

Adalios
Adalio y su sobrino.

Macabra colaboración

En medio de la formalización, la defensa de Mansilla solicitó una custodia especial con el fin de proteger su integridad física.

La petición fue acogida por el tribunal, que dispuso que la habilitación de un lugar para la internación del imputado. Eso sí, bajo la custodia constante de personal de Gendarmería.

Pese a la preocupación de su abogado, Mansilla Quinchamán aseguró que no atentaría contra su vida ni contra terceros. Eso sí, habría reconocido que atravesaba por un momento de mucha presión “por el delito que cometí”.

Además, el acusado colaboró con la policía entregando la ropa que vestía al momento de cometer el asesinato y desmembrar el cuerpo. Las prendas aún estaban manchadas de sangre.

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Foto: ITV Patagonia.

Días claves

A fines de agosto, hasta menos de un mes, se llevó a cabo la audiencia de comunicación de cierre de investigación.

Por lo mismo, el próximo 16 de octubre será una jornada clave para el caso, ya que se realizará la esperada audiencia de preparación de juicio oral en contra de los imputados.

“Nosotros como familia estamos esperando que estos delincuentes paguen lo que hicieron, pidiendo cadena perpetua para los dos. Los dos nos arrebataron a nuestro hijo, ha sido un proceso muy difícil, estamos saliendo adelante de a poco”, dijo Alba Vargas, en una reciente entrevista con ITV Patagonia.

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