Durante dos meses, el sujeto de 27 años mantuvo bajo secreto el horroroso homicidio que remeció a Laja. Si bien confesó todo al verse acorralado, en poco tiempo recuperará su libertad.
Luego de una intensa búsqueda que se prolongó por dos meses, el cuerpo de Claudia Cruzat Poblete (45), una madre de tres hijos, fue hallado bajo tierra en un predio forestal de la comuna de Laja, en la Región del Biobío.
Se trata de un crimen que remeció al país a fines de 2016, hace ya ocho años, y que daría paso a la indignación, los disturbios y una corta condena.
El horror
El viernes 21 de octubre de aquel año, la PDI detuvo a José Lillo Carrasco (27), principal sospechoso del ataque, un carpintero que trabajó en la ampliación del negocio de la víctima durante el verano de 2016 y que, en vista de los hechos, terminaría traicionando su confianza.
Luego del interrogatorio, el joven confesó (casi) todo: dijo haber estrangulado y enterrado a la mujer.
“Es una maldad tremenda. Él tiene a su mamá viva, la va a poder disfrutar. En Chile las penas son bajísimas, en 10 años más va a poder salir, disfrutar una Navidad, vivir, y yo a mi mamá tampoco ni siquiera la pude enterrar como la gente, porque la tuvo dos meses escondida”, lamentó Scarleth Arzola, hija de Claudia.
Sin embargo, la declaración de Lillo no coincidió al ciento por ciento con las pruebas levantadas por los investigadores. “Hay una versión del imputado que no se condice con las pruebas técnicas que se han ubicado. Esto es por la gran cantidad de sangre el vehículo”, indicó el fiscal Álvaro Serrano.
Venta, robo y una médium
A los pocos días de la aprehensión, el lunes 24, se realizó la esperada formalización del criminal en el Tribunal de Garantía de Laja.
La instancia judicial estuvo marcada por una multitudinaria marcha y una serie de incidentes. Los vecinos exigían justicia por el cruel asesinato de Claudia.
Además del homicidio, Lillo Carrasco fue acusado por el delito de hurto, ya que vendió el auto de la mujer a un gitano y le robó joyas.
Edgardo Cruzat, hermano de la víctima, confirmó a BioBioChile que en medio de la búsqueda sobre recurrió a una médium para dar con el paradero de su familiar. Su ayuda habría sido clave para ubicar el terreno donde hallaron a Claudia.
¿Justa condena?
En octubre de 2017, se conoció la condena que debería cumplir Lillo antes de recobrar su libertad: 12 años tras las rejas.
De paso, se confirmó que la declaración del gitano (quien le compró el auto robado, sin saber su procedencia) resultó determinante para identificarlo como el autor del homicidio simple.
Además, el sujeto fue condenado a las accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y a la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena.
De esta manera, José Lillo Carrasco recobrará su libertad en octubre de 2028, a la edad de 39 años.