Delincuentes extranjeros no lo podían creer: policía infiltrado cuenta secretos de “Los Gallegos” en plena formalización

Fotos: T13.
Fotos: T13.

Funcionario de la PDI logró convivir con los peligrosos antisociales y acceder a información que terminaría siendo clave. Creían que era uno más.

Un impactante testimonio compartió “D1″, el agente encubierto que se logró infiltrar en el clan delictual de “Los Gallegos”, conocido brazo armado del Tren de Aragua que atemorizaba al norte del país.

Según reveló un reportaje de T13, el funcionario policial tuvo que cambiar su forma de hablar, parte de su fisionomía e incluso la manera de caminar.

“En esta fachada, que iba de la mano con un proceso de caracterización, un cambio de vestimenta, también tenía que obedecer a ciertas necesidades propias del cerro (Chuño). Porque era un contexto, un ambiente hostil”, indicó el agente, desde el completo anonimato.

“En el momento que me sorprendían o levantaba la más mínima sospecha de las personas con las que yo me iba a relacionar, no iba a significar que me iban a golpear o que me iban a echar de la población, no. Literalmente, me iban a matar”, aseguró D1.

Contó secretos de Los Gallegos

En la audiencia de formalización de los delincuentes extranjeros, D1 compartió un testimonio que terminaría siendo clave.

“En sus desplazamientos, él (el líder) siempre portaba una pistola en su cintura, como una forma también de que se reflejara o que se viera le arma de fuego, era una forma de decir ‘aquí estoy yo’. O sea, ‘no se metan conmigo, porque yo soy alguien distinto’. Es una conducta que le permitía, en la jerga delictual, marcar presencia o identificarse como una persona importante”, explicó el policía.

“Ellos lo hacían todo por la causa... ¿Y qué es la causa? La causa era la organización, era el ‘Tren de Aragua’. Por eso ellos tenían ciertos códigos que se respetaban que eran súper importantes de entender”, añadió, mientras los acusados reaccionaban con asombro, lamentos e incluso sonrisas incrédulas.

Por su parte, el fiscal de la Región de Arica y Parinacota, Mario Carrera, reveló que “cuando él da los antecedentes de cómo ingresó, qué vio, dónde estaba... Obviamente los imputados se dieron cuenta quién era, si convivieron o compartieron con él mucho tiempo. En ese momento uno pudo ver las caras, los rostros de sorpresa de cada uno de ellos porque no se imaginaban efectivamente quién era o a quién correspondía ese agente encubierto en particular”.

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