El mandatario dio por inauguradas las fondas santiaguinas junto a la alcaldesa Irací Hassler, en una instancia que tenía como incógnita si presentaría a su pareja en sociedad. Ese y otros aconteceres se dieron durante la ceremonia.
Acaso había cierta expectación con el regreso del Presidente Gabriel Boric al escenario dieciochero de Parque O’Higgins luego de que una “pequeña lesión” en el 2023 le impidiera bailar los pies de cueca de rigor —según se expusó en aquellos días—… Sin embargo, aquella no era la única intriga, también había otra, y de índole amorosa.
Ya hacia el anochecer, en la inauguración de las fondas del Parque O’Higgins, lentamente comenzaron a llegar las autoridades de Estado, siendo el diputado Gaspar Rivas, del Partido de la Gente, de los primeros en aparecer, a eso de las 19:20, y luego comenzaron a ingresar los vecinos invitados.
Luego, ya se dejó caer también la senadora Ximena Rincón, junto a su pareja, el empresario Christian Cafatti, conversando con su colega republicano Rojo Edwards. La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, se acomodó apaciblemente en su asiento.
Al rato, la diputada Emilia Schneider apareció por detrás, desde el fondo de la galería, acompañada de un buen puñado de vecinos. El ministro Segpres, Álvaro Elizalde, también hizo su arribo, siendo el único que se acercó a saludar a la prensa apostada en el lugar. Los jefes de las carteras de Defensa y Haciendo, Maya Fernández y Mario Marcel, también hicieron su aparición.
Uno de los hermanos de Boric, Simón, apareció con su hijo en brazos, el pequeño León, que traía puesta una chupalla, mientras el gobernador de Santiago, Claudio Orrego, pasaba saludando y tomándose fotos con los presentes.
Jeannette Jara, ministra del Trabajo, se dejó caer entre aplausos (los primeros de la velada) de algunas adultas mayores, luciendo un llamativo moño rojo; en los últimos meses, ella ha sido una de las figuras que ha surgido como presidenciable dentro de su sector. La ministra del Interior, Carolina Tohá y la diputada comunista Karol Cariola fueron de las últimas autoridades en llegar.
En tanto, el republicano Edwards y Elizalde conversaban concentradamente, y con alguna carcajada cada tanto, siendo de los últimos en tomar asiento. El diputado Gonzalo Winter arribó sobre la hora, mientras de fondo sonaba “El mambo de Machaguay” de Los Jaivas.
Las cuecas de rigor
Cerca de las 9 PM cayó la ovación para el maestro Valentín Trujillo, reciente Premio Nacional de Artes Musicales, cuando se sentó frente al piano de cola sobre el escenario.
Luego, finalmente, llegó el momento en que gobernador Orrego llegó hacia la primera fila con la dueña de casa, la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, seguido por el mismísimo Presidente Boric, que apareció junto a su pareja, Paula Carrasco, de 29 años, basquetbolista y su actual pareja, presencia que había trascendido durante las últimas horas… y efectivamente así ocurrió. Aquella relación quedó al descubierto en enero del 2024, según informó la periodista de farándula Cecilia Gutiérrez, una vez finalizada su relación con Irina Karamanos.
Boric sostuvo de la mano a Carrasco en cada momento desde su aparición, que fue la primera en público, hasta que debió subirse al escenario y saludar afectuosamente al “Tío Valentín”, a cargo de interpretar el himno, coreado desde la audiencia.
La alcaldesa fue la primera en tomar la palabra en altura. “Irací!, ¡otro no! Irací!, ¡otro no! Irací!, ¡otro no!...”, sonó en más de una ocasión desde algunos sectores simpatizantes de la edil, con miras a las elecciones municipales de fines de octubre. En su discurso, Hassler hizo un llamado a “encontrarnos como chilenos y chilenas” y a “más democracia, siempre”; además hizo énfasis en “la seguridad” y destacó que “hemos recuperado Santiago del abandono”.
Luego fue el turno del Presidente, quien expresó su “alegría más grande” por unas nuevas Fiestas Patrias, y le hizo una mención especial a su sobrino, León. Entregó unas décimas al estilo de Violeta Parra y, con tono reformista, alegó melódicamente que “unos pocos quieren que todo siga igual”, a pesar de los anhelos de “cambio” para “compartir la riqueza de los más privilegiados”.
Hassler y Boric tuvieron la misión de cortar la cinta, y el mandatario llamó a Orrego para que se sumara.
Hecha la inauguración oficial, la alcaldesa se quitó la chaqueta para el sorbo oficial de chicha (proveniente de Melipilla) en un pocillo de greda, y así arrancaron con el pie de cueca de rigor, a cargo de los instrumentos y la voz de los hermanos Felipe y Pablo Ilabaca, y María José Quintanilla. “Que se note que estamos en Chile”, exclamó la cantante y conductora de tele.
Hubo un ensayo, todo muy privado, sin que se filtraran detalles, para que el mandatario y la alcaldesa ensamblaran de buena manera sus estilos de danza. Luego fueron tres parejas en total: Boric con Karol Cariola, presidente de la Cámara de Diputados y Diputadas; los senadores Rincón y Edwards —quienes se llevaron algunas pifias desde el público—; y Hassler con Orrego.
El Presidente enamorado
Ya cumplidos sus protocolos de danza, tras tomar asiento, el Presidente tuvo sobre sus piernas a su pequeño sobrino, tal como lo había hecho en la inauguración de los Panamericanos del 2023, cuando el niño era aún un bebé. Mientras, la pareja del mandatario intentaba hacer mimos al nene, que en realidad lucía con la mirada perdida hacia el escenario, poco atento a interactuar con la deportista, senda junto a la ministra Tohá.
Instantes después, Boric y Carrasco se animaron a bailar románticamente bajo el escenario para cerrar con un revelador beso, tan sobrio como significativo, siendo un hito ampliamente difundido en fotos tanto por la prensa como en redes sociales.
Y así se dio por clausurada la ceremonia, con la senadora Rincón que se puso a bailar con el ministro Marcel, la vocera Camila Vallejo (quien se encontraba acompaña de su marido, Abel Zicavo) con Elizalde, y Hassler con el diputado Winter, entre otro buen puñado de parejas, algunas más anónimas que otras.
Finalizada la instancia, el gobernador Orrego —quien alegaba estar “más transpirado que caballo de bandido”—, secándose el sudor del rostro, se acercó a hablar con la prensa; mientras que la ministra Vallejo se fue rauda de la fonda. La alcaldesa Hassler también recibió preguntas, al igual que los senadores Edwards y Rincón, la diputada Cariola y el ministro Elizalde. Los demás protagonistas se alejaron del escrutinio público.