“Estas conversaciones son pinchadas y jamás tuvieron que haber salido a la luz”.
El 25 de septiembre de 2024, a cuatro meses de la desaparición de María Elcira Contreras, su nieta Carla Hernández tuvo una extraña conversación telefónica con su esposo Alfonso Cossio.
Según consignaron los investigadores, en un documento revelado por La Tercera, la charla se desarrolló de la siguiente manera:
Carla Hernández: Sí, todo bien, es que estaba leyendo los informes de la abuela.
Alfonso Cossio: ¿Estabai leyendo la carpeta?
CH: Sí.
AC: ¿Y tiene información sobre la wea que se puso privada?
CH: No, porque estoy leyendo lo que no está privado, po. O sea, como lo que hicieron, el rastreo que hicieron con los perros.
AC: Ya, y el abogado no te dice... ¿no sabe por qué?
CH: No, po. He webiado harto al abogado. Me dice que no, que nadie sabe nada.
AC: No vaya a ser una redada al pobre narco pololo.
CH: Puede ser po.
AC: Carla, yo creo que es eso. Yo creo que es eso. No, no. Es que estoy viendo mucha tele pero es así.
¿Quién es el narco-pololo?
En diálogo con Mucho Gusto, Carla Hernández reconoció que “no me gusta hablar de esas conversaciones, porque son pinchadas y jamás tuvieron que haber salido a la luz”.
Sin embargo, respondió a la gran duda: ¿Quién es el narco-pololo?
“Mi marido vio una serie de Netflix y en función de eso se refirió a mi cuñado como el ‘narco-pololo’, por el gusto que tiene, como en los autos y todo eso”, precisó Carla.
Eso sí, aclaró que “esa conversación es totalmente sacada de contexto, habría que ver de qué estábamos hablando antes”.
Sobre el “narco-pololo” precisó que “es mi cuñado, pero la verdad que esto ya lo hablamos en un matinal y nos trajo problemas. De hecho, mi marido tuvo que hablar con mi cuñado y explicarle, decirle ‘oye, disculpa, no es que me quiera referir mal a ti’”.
“Yo a mi cuñado lo conozco desde hace tres años o algo así y, en una teoría conspirativa, nosotros llegamos a pensar que por su situación económica lo pudieron haber seguido”, sentenció.
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