“Hay gente que está involucrada directamente y también personas que quizás vieron algo y prefieren guardar silencio”, apuntó Carla Hernández, nieta de la adulta mayor desaparecida.
A casi seis meses de la desaparición de María Elcira Contreras, adulta mayor de 86 años que fue vista por última vez al interior del fundo Las Tórtolas, en la comuna de Limache, su familia sigue atenta a cualquier pista que permita dar con su paradero.
De hecho, su nieta, Carla Hernández, cree que hay testigos que estarían guardando silencio por temor.
En diálogo con La Cuarta, la joven afirmó que “hay gente que está involucrada directamente y también personas que quizás vieron algo y prefieren guardar silencio”.
“Es imposible que nadie haya visto algo, si ese día el restaurante estaba lleno”, añadió.
En la misma línea, aseguró que “definitivamente yo creo que hay intervención de terceras personas. Creemos que fue víctima de la delincuencia o también puede ser que se haya caído y alguien se asustó y la ocultó”.
Posibles testigos sin declarar
Además, Carla sostuvo que “la Fiscalía sólo se enfocó en la hipótesis de un accidente en el canal Waddington y no hizo las diligencias que se hacen cuando ocurren delitos. Sólo se limitaron a buscar en el canal y alrededores, y recién semanas después comenzaron a citar a las personas que estuvieron en el lugar ese día. Y aún no terminan de interrogarlos a todos”.
“Lo sé porque mucha gente se me ha acercado y me ha dicho que estuvieron el 12 de mayo en el fundo Las Tórtolas y jamás los citaron a declarar”, reveló.
Por lo mismo, y con evidente indignación, Carla expuso que “hay un daño irreparable para la familia, porque si se hubiesen efectuado dichas diligencias ya habría resultados. Si se hubiese perdido un familiar del Presidente, algún político o empresario importante, todo sería muy distinto”.
“Pareciera que la justicia en Chile es para unos pocos. La labor que hace el Ministerio Público es importantísima, ya que si hacen el trabajo como corresponde finalmente se puede obtener justicia”, concluyó.