Gloria Hutt: “Evelyn Matthei es la figura más valorada, pero eso no es suficiente”

“Por lejos” es más difícil ser presidenta de un partido político que ser ministra. Esa es una de las revelaciones que realiza la timonel de Evópoli, Gloria Hutt, en esta conversación con La Cuarta.

La adopción de sus hijos, la muerte de su esposo y su pasión por el vestuario, son algunos de los temas que aborda la exministra de Transporte del gobierno de Sebastián Piñera en este cuestionario.

Hutt también se mete en el escenario político: se atreve a ponerle nota al gobierno y la oposición, además de responder si ella podría ser una opción presidencial. Vamos a las preguntas.

¿Cuál fue el día más feliz de su vida?

Es difícil tener un solo día. Yo creo que para cualquier mamá los días que nacen sus hijos son de una tremenda felicidad. Y yo tengo la particularidad de que tengo una hija biológica y dos que adopté. Entonces, cuando recibí a mis hijos fue muy bonito, también cuando me casé. Y para mí un día que tiene tremenda significación, por lo que me costó, es el día que me titulé de ingeniero civil, ese día fue de una profunda felicidad.

¿Y el día más triste?

Particularmente triste, sí, cuando murió mi marido. A pesar de que fue una enfermedad larga y que tuvimos tiempo para que él fuera apagándose tranquilamente, y eso ayuda porque todos conversamos, pero cuando llega el momento es muy doloroso.

¿Alguna serie que recomiende?

Sí, hace poco vi una que me gustó, que se llama La Ley de Lidia Poët, que es una investigadora del siglo antepasado. Y me encanta porque es un poco un juego, en que ella tiene un hermano abogado, en un tiempo en que las mujeres no podían tener ese tipo de actividad, él es como un investigador privado, pero la que idea y la que resuelve todo es ella. Y con unos vestidos preciosos.

¿Una película que la haya marcado?

A mí me encantó una película argentina que se llama El Secreto de sus Ojos, la encuentro preciosa, cuando la dan la veo siempre. Pero hay películas que son intensas, muy marcadoras. Una película bien antigua, Frances, de Jessica Lange, esa la encontré dura. A mí me encanta ver películas, entonces me cuesta encontrar una que sea como la película.

¿Y algún libro que recomiende?

Hace poco leí un libro que me encantó que se llama Hildegarda. Es una historia novelada de una abadesa del siglo XII que se llamaba Hildegarda de Bingen, en Alemania y ella es doctora de la Iglesia. Ella era una mujer con una capacidad extraordinaria, dejó libros escritos de matemáticas, de botánica, de física, pero en ese tiempo menos todavía, las mujeres tenían reconocimiento por eso. Entonces ella reportaba como unos trances en que Dios le dictaba las cosas y convenció al Papa de eso y logró, que toda esta capacidad intelectual que tenía, desplegarla en libros y que fuera reconocida en un tiempo, como digo, en que eso no era así. Ella armó una abadía de puras mujeres. Era, uno puede decir, como precursora del feminismo muy marcado.

¿Algún cantante grupo favorito?

A mí me encanta, pero me encanta David Bowie. Yo me quedé pegada ahí porque encuentro que es innovador, es creativo, tiene linda voz, hizo una contribución a la música increíble, ahora están vigentes todas sus canciones. Además hacía show distintos, unas performances con ropa, con maquillaje, siempre estaba como rompiendo fronteras y eso me encanta. Y además canta bien. Pero tengo un lado que no es tan pop y es que me encanta Beethoven. Entonces, dependiendo de los momentos escucho distintas músicas.

¿Le gusta el deporte?

Hay deportes que me gusta mucho ver. Yo hago poco deporte, mi deporte es caminar. Siempre mis hijos se ríen porque dicen que camino como cartero, camino siempre que puedo, pero no es deporte. Pero me gusta ver deportes que no son muy tradicionales. Me encanta la esgrima, por ejemplo, encuentro que tiene unos movimientos muy lindos. El remo me encanta, también ver como la perfección de la coordinación. Son deportes no muy masivos, pero de un componente estético muy importante. La gimnasia rítmica también, por los trajes, por los movimientos, por ahí va mi línea, más que nada.

¿Si no pudiera vivir en Chile en qué otro país viviría?

Hay dos en los que he tenido permanencia y estudié incluso: Brasil, pero particularmente Sao Paulo, una ciudad que me encanta por lo vibrante, porque está lleno de innovadores, creativos, de diseño, además niveles profesionales muy altos. Yo trabajé allá como ingeniero, me tocó abrir una oficina en Sao Paulo, así que me gusta mucho. Y el otro es Alemania, donde también viví y ahí sentí que el país estaba hecho para mí, porque me encanta todo lo estructurado, las órdenes, las reglas. Lo que más me gustó de Alemania es el compromiso cívico de las personas, que todos saben que si hacen lo que hay que hacer benefician a todo el resto y si no lo hacen, perjudican al resto. Y eso lo que hace, es que uno confía en que todos van a hacer lo que tienen que hacer y se crea como una red de confianza que es muy notable. Yo no lo he visto en otros países con tanta intensidad como en Alemania. Además de la belleza del país, que es increíble.

¿Qué le parece que sean tan comentados sus vestuarios?

Me hace mucha gracia, porque para mí no me es indiferente el tema del vestuario. Encuentro que el vestirse es como una forma de expresión, así como hay gente que se expresa con la música, con el arte. A través de la ropa se puede conocer lo que ha sido la historia. Además que me gusta, porque técnicamente hacer bien un vestido requiere mucha dedicación y requiere mucha estructura. Ahí hay una cosa medio ingenieril, porque en ingeniería uno aprende, en geometría descriptiva, la relación entre los planos y los volúmenes. Entonces, yo tuve una tienda y diseñaba los modelos de mis vestidos, y eso de imaginarse el volumen y hacer el plano me salía muy fácil. Pero lo que me gusta más, es el componente estético de arte. Me gustan las telas, me gustan esas prendas bordadas en que hay mil horas de trabajo. Encuentro que son formas de arte maravillosas. Y bueno, que se fijen en lo que yo me pongo, eso es algo que me da un poco de risa, pero me encanta, porque me esfuerzo además, por una cosa que yo creo que no todos saben, por usar ropa de diseñadores chilenos y cuando uno es una figura pública es como una especie de vitrina ambulante. Entonces, todo el circuito de diseño emergente me conoce, a todos les compro cosas y me las pongo siempre que puedo.

¿Cómo vive la experiencia de andar en micro diariamente?

Yo soy peatona. Yo ando mucho en micro, tengo mi tarjeta de adulto mayor. Me demoro, no sé, 15 minutos en llegar a la oficina desde mi casa y tomo dos micros. Y creo que el sistema funciona muy bien. Me da un poco de preocupación que haya personas que ni siquiera saben cómo funciona. O sea, tienen el prejuicio de que funciona mal. No conocen la aplicación Red, que uno puede planificar su viaje, que tiene muchas alternativas para elegir, que puedes cargar la tarjeta además con el celular. Cuando yo empiezo a contarle eso a algunas personas que son cautivos del auto, se sorprenden mucho. A mí me pasó la semana pasada que iba en un bus en vía exclusiva con una cola de autos al lado, conectada al Wi-Fi del bus, con calefacción y con mi pasaje de tarjeta adulto mayor por 360 pesos y yo dije que buena opción para los viajes en una ciudad cuando uno lo resuelve así en un bus eléctrico bonito, moderno. Por eso yo le puse tanto empeño en mi periodo como ministra a mejorar el transporte público.

¿Cuál es su red social favorita?

Instagram me gusta mucho. Sigo a mucha gente, muchos me siguen a mí también. Estoy cerca de los 20.000 seguidores en Instagram. Mucho menos me gusta X, porque encuentro que es muy rudo el trato, muy agresivo. En cambio, Instagram tiene un tipo de diálogo muy diverso, además, me entretengo mucho interactuando. Conozco a veces gente por Instagram y después seguimos conversando.

¿Y se arrepiente de alguna publicación en alguna red social?

Yo desde que era subsecretaria aprendí que hay que tener extremo cuidado cuando uno es autoridad, sobre todo con lo que publica, y que todo puede ser mal utilizado, a veces con intención. Entonces soy bien cauta para las publicaciones, especialmente en X, en que ahí hay, pareciera, un grupo esperando para atacar. En cambio en Instagram publico muchas cosas más personales, no sé, de mi jardín, o de los perros de mi hijos, o de una reunión familiar, qué se yo. Siempre tengo buenos comentarios y buena vibra.

¿Qué es más difícil ser ministra o ser presidenta de un partido político?

Yo creo que lejos ser presidenta de un partido político, porque cuando uno es ministra es autoridad y tiene, no por el rol de autoridad, sino porque en el equipo de trabajo uno tiene grupos y esos grupos reportan y uno tiene como la dinámica de un funcionamiento muy estructurado. Uno le puede dar las riendas y apretar riendas y uno le da la dinámica y el sistema funciona. Y así pudimos sacar adelante hartas cosas, como todo el cambio de los buses eléctricos, 5G, fueron proyectos grandotes, ferrocarriles, con unos equipos increíbles. Y en cambio en el partido político todo es menos estructurado, cada uno es una figura, un personaje. Entonces cuesta esa coordinación.

¿Alguna anécdota siendo presidenta de partido?

Tuve que ir a Talca a acompañar a un candidato y a varios candidatos, en realidad a tomarnos foto, porque son los candidatos que van a ir a las municipales y nos fuimos en tren y yo quería ir en tren para ir como pasajera por primera vez en los trenes que yo misma había comprado en el gobierno el Presidente Piñera. Y fue el viaje muy bonito y la persona que atendía en el carro se acercó, fue muy amable y era una estudiante de ingeniería civil que en algunos días hace ese trabajo y se interesó mucho por el funcionamiento de los trenes, por conocer el proyecto.

¿Valora alguna figura política del otro sector político?

Sí, muchos, porque en la política una cosa que uno tiene que saber hacer es dialogar. Y cuando uno valora una persona, cuando la respeta, el diálogo se da en un tono que uno podría decir, es muy decente, es muy apto para poder conversar. Y hay figuras políticas bastante destacadas con las que yo tengo una muy buena relación. No sé, Paulina Vodanovic del Partido Socialista, Natalia Piergentili. En general entre las mujeres tenemos buena vibra, digamos buena relación, pero hay muchas personas del oficialismo a las que yo les tengo mucho respeto.

¿Qué ley le gustaría que se aprobara ya?

Yo creo que por la situación que estamos viviendo en Chile, las reglas de uso de la fuerza, eso permitiría tener una herramienta más potente y combinada con el proyecto de infraestructura crítica. Creo que esas dos piezas son clave para poder enfrentar los riesgos de seguridad que tenemos. No solo estoy hablando de delincuencia. A nuestro juicio hay un riesgo de seguridad nacional, porque cuando el narcotráfico y el crimen organizado empiezan a infiltrar la sociedad, el riesgo va mucho más allá de los delitos comunes y esas piezas son clave, el Sistema Nacional de Inteligencia. Creo que toda la agenda de seguridad. Y sin duda y muy difícil en esto de por qué optar, pero un acuerdo en pensiones me parece que también es muy importante.

¿Qué nota le pone al gobierno?

Yo le pondría algo como un cuatro. En parte porque llegó con una promesa, que afortunadamente no la ha cumplido tal como la tenía prevista, pero uno tiene que ser responsable con lo que promete. Entonces, hay un programa de gobierno, cuando uno lo compara con lo que se ha hecho, hay cambios demasiado grandes. Y como digo, hay cambios que yo prefiero que hayan ocurrido en la forma que han ocurrido. Yo creo que se ha tomado conciencia de que la agenda tan reformista lo que iba a hacer era deteriorar en el país, pero creo que eso marca, más bien negativamente, que uno tiene que ser más responsable con las propuestas. Creo que tiene una dificultad muy grande de gestión, de entrega resultados. Yo le creo al Presidente Boric, yo creo que genuinamente quiere que al país le vaya bien, pero le cuesta mucho pasar del discurso al resultado, no a la acción sino al resultado: “¡Ya! este proyecto partió, ahí está resultado”. Eso yo creo que es un déficit importante. Y creo que sí, gradualmente ha ido tomando conciencia o sintonizando más con el sentir ciudadano que espera un gobierno ejecutivo, un gobierno serio. Me parece que en eso ha habido una ganancia.

¿Y qué nota le pondría la oposición?

Yo creo que un cinco. Creo que podemos hacer mucho más todavía. Me parece que la política requiere una renovación, tal como estaba propuesto en el Consejo Constitucional. Transversalmente se proponía una reforma al sistema político y yo no voy a hablar aquí solo de la oposición a la que yo pertenezco, sino del sistema político en general. Y creo que eso marca la calidad de la política y me parece que es generoso todavía poner un cinco. Tenemos que aspirar a llegar a un 7, tanto el Gobierno como la oposición, pero para eso tenemos que hacer cambios muy estructurales.

¿Quién le gustaría que fuera el próximo presidente de la República?

Oh, yo creo que estamos muy lejos todavía. Prefiero esperar qué pasa con las municipales y qué pasa con lo que queda de gobierno. Tiene que pasar mucha agua bajo el puente y creo que no es bueno anticiparse. Creo que hay que hacer un escenario de mucha competencia, ojalá haya muchas figuras y se pueda hacer una primaria, una buena primaria, que la ciudadanía elija quiénes quieren que sean sus candidatos, pero todavía yo creo que hoy están volátiles, salvo alguna figuras que ya están bastante estables. No sé, Evelyn Matthei es la figura más valorada, pero eso no es suficiente y tenemos que avanzar mucho más todavía, en cobertura territorial, por ejemplo, en estas municipales y en ir decantando propuestas.

¿La gustaría ser Presidente de la República?

Yo creo que a todo el mundo le encantaría, pero yo creo que yo ya hice lo que tenía que hacer en en el sector público y, fuera de eso, yo quedé inhabilitada del Consejo Constitucional. No puedo postular hasta el siguiente ciclo electoral y ahí ya voy a estar muy viejita. Así que creo que con lo que he hecho hasta ahora estoy cumplida.