Tras pasar una noche en Santiago 1, Hermosilla logró que lo trasladaran a la denominada “cárcel VIP”.
Menos de un día alcanzó a estar en una cárcel “común” el poderoso abogado Luis Hermosilla, tras ser enviado a prisión preventiva por el Caso Audio. Pasó una noche en Santiago 1 y este miércoles fue trasladado al Anexo Capitán Yáber.
El Cuatro Juzgado de Garantía de Santiago acogió un recurso presentado por la defensa y accedió al traslado del reconocido abogado de empresarios y políticos a la denominada “cárcel VIP”, la misma donde está recluido Daniel Jadue.
Pero además del alcalde, Hermosilla allí se encontrará con viejos conocidos suyos: los hermanos Daniel y Ariel Sauer, y el empresario Rodrigo Topelberg, todos condenados por el Caso Factop, investigación ligada al famoso audio que detonó su caída.
Capitán Yáber funciona desde 2005, a un costado de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) en Santiago, en Avenida Pedro Montt. Pero fue en 2015 cuando comenzó a resonar más seguido, a propósito del Caso Penta.
Se trata de un recinto aislado, de un solo piso y con capacidad para 16 internos, que busca segregar a reos de alta connotación, imputados por delitos económicos, de corrupción, e incluso por delitos sexuales, como fue el caso del cineasta Nicolás López.
Los privilegios de Capitán Yáber
Durante años se han rumoreado los supuestos privilegios que tendrían allí los “famosos” reclusos. En la época del Caso Penta, el entonces director regional de gendarmería, Carlos Muñoz, aseguraba: “No hay mesa de pool, no hay cable y no hay ningún privilegio”.
Sin embargo, un reciente reportaje de BioBioChile, aseguró que sí había una mesa de billar, además de una mesa de pinpón y un gimnasio. También habría libros y televisión.
El mismo reporte señala que hay cuatro celdas y hasta antes de la llegada de Hermosilla, había 11 internos. Tres de ellas se destinarían a imputados y una a condenados.
Las celdas miden 4 por 4,5 metros y los baños están en su exterior. Cuentan con una sala común y otra para visitas, con cocina. No tienen acceso a la luz solar, pero sí pueden salir, con horarios y turnos, a un patio que compartirían con funcionarios de Gendarmería.
También contarían con calefacción y el aseo correría por parte de los mismos internos.