Heladas blancas y negras: ¿Qué son y cuáles son sus riesgos?

A lo largo de los meses de invierno, suelen bajar las temperaturas, por lo que, en caso de estar por debajo de los 0°C, pueden ocurrir heladas blancas o negras.

No obstante, conforme con lo señalado por Senapred, el evento meteorológico puede afectar a la población y causar importantes pérdidas en el sector agrícola.

¿Qué son las heladas blancas?

Las heladas blancas son aquellas que, según el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, ocurren cuando “un intenso enfriamiento nocturno produce condensación de vapor de agua y su congelamiento en la superficie de las plantas”.

Por ende, es el congelamiento del rocío, el cual se produce cuando hay una temperatura inferior o igual a los 0° C.

No obstante, la entidad indica que si la cantidad de “vapor del aire que se encuentra en contacto con los cuerpos es muy escasa, no se produce rocío sino que directamente se forma escarcha”.

Sin embargo, se debe destacar que las heladas blancas son, generalmente, benignas, ya que, como explica Meteored, la capa de escarcha protege a las plantas.

¿Qué son las heladas negras y cuáles son sus riesgos?

Las heladas negras, a diferencia de las blancas, no presentan escarcha, por lo que la cubierta vegetal queda expuesta al aire del frío y extraordinariamente seco.

De esta manera, Meteored señala que la planta adquiere una tonalidad de color negro en las hojas y los tallos.

El Instituto de Investigaciones Agropecuarias señala que el tono lo obtendrán al otro día de la helada y la parte afectada por el frío morirá, ya que se congelan internamente.

Por este motivo, las heladas negras presentan un peligro para el sector agrícola, mientras que las blancas no suelen presentar riesgos.

Recomendaciones ante heladas

En caso de heladas, Senapred recomienda que las personas sigan los siguientes consejos:

• Utilizar calzado cerrado, así como también mantener manos, cuello y cabeza protegidos.
• Comer frutos secos y frutas que contengan vitamina C, al igual que beber líquidos calientes para mantener la temperatura corporal.
• Evitar cambios repentinos de temperatura. En caso de salir de lugar temperado, la persona debe cubrir su nariz y boca.

En caso de estar en casa o en un edificio:

• Ventilar las habitaciones para cambiar el aire y mantener una misma temperatura al interior.
• Si se utilizan calefactores o chimeneas, estos deben estar alejados de elementos inflamables y se les tiene que realizar mantención.
• Los niños pequeños y adultos mayores pierden el calor corporal de forma más rápida, por lo que hay que vigilar la temperatura de sus habitaciones.
• Proteger el medidor de agua de la vivienda para que no reciba escarcha o hielo.

Si se está al aire libre:

• Evitar permanecer expuesto a las bajas temperaturas e ir a un lugar con calefacción.
• Tener precaución al caminar por las veredas y aceras.
• Al conducir un vehículo, se debe tener precaución y mantener una distancia prudente con los autos que se encuentran en el lugar.