Christian Emilio Gosen se encontraba en prisión preventiva y fue trasladado por un procedimiento de salud. Ahí ingresó a un baño junto a su pareja y todo terminó con un fatídico desenlace.
Todo parecía ser un procedimiento rutinario. El chileno Christian Emilio Gosen, quien fue arrestado en abril pasado en Bolivia por ejercer indebidamente la profesión de médico, fue trasladado desde la cárcel de Palmasola hasta una clínica privada en la ciudad de Santa Cruz.
El traslado se concretó debido a que contaba con un permiso especial para someterse a un procedimiento de hemodiálisis, pues debido a problemas en su riñón debía realizarse un tratamiento para filtrar las toxinas y el agua de la sangre.
Pero aunque el ciudadano chileno llegó hasta el centro hospitalario siendo resguardado por personal policial, pues se encontraba en prisión preventiva, durante un momento ocurrió un trágico suceso.
Según la información preliminar de la agencia AP, Christian Gosen fue acompañado por su esposa, Betsabé Elena Choque, hasta un baño de la clínica.
En ese lugar se utilizó un arma de fuego y se escucharon un par de disparos. Todo quedó en silenció para la pareja.
Un arma, dos muertes
La policía boliviana se encuentra investigando lo sucedido. El reporte inicial da cuenta que Betsabé Choque recibió el primer disparo, por lo que se presume que el falso médico luego se quitó la vida.
De ahí que la policía de Santa Cruz estima que: “se trataría de un homicidio y un suicidio”.
Christian Gosen estaba recluido desde el pasado 25 de abril ya que se hacía pasar como gastroenterólogo en la ciudad de Santa Cruz. También hubo denuncias que se hacía pasar por publicista e inclusive abogado y siquiatra.
A raíz de sus acciones más de 50 personas lo denunciaron por ejercicio indebido de la profesión y atentado contra la salud pública.
A raíz de esta situación, la justicia había determinado su prisión preventiva por 60 días, por lo que el falso médico se encontraba a la espera de su procedimiento judicial. Además, en paralelo la Fiscalía estaba revisando un caso del que se acusaba y por lo que era sospechoso de homicidio culposo.
Por ahora la policía descarta que el arma utilizada haya sido de uno de los policías que formaban parte del procedimiento de traslado hasta la clínica privada.
En tanto, las familias que denunciaron al falso médico, continúan exigiendo justicia, solicitando que se investiguen a los colaboradores que asistieron a Gosen en los procedimientos quirúrgicos que los afectaron.
El Minsal tiene a disposición de la ciudadanía un número telefónico, en caso de tener consultas o inquietudes sobre acciones o intenciones suicidas, tanto propias como de un cercano o cercana. Si siente que necesita ayuda con respecto a este tema puede comunicarse a la línea de prevención del suicidio al *4141 o también a Salud Responde al 600-360-7777.
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