Su excusa generó sorpresa durante la formalización de los cinco carabineros dados de baja por participar del multimillonario robo.
Una sorpresiva coartada entregó uno de los cinco carabineros detenidos y dados de baja por su presunta participación en el cuantioso robo a la empresa Brinks en Rancagua, en agosto pasado.
En la audiencia de formalización de cargos, el fiscal jefe de Alta Complejidad, Javier Von Bischoffshausen, indicó que uno de los uniformados implicados también participó de un robo frustrado a otra empresa de valores, Prosegur, en febrero.
En el marco de ese caso y según recogió La Tercera, el persecutor reveló parte de la declaración que entregó el ahora exfuncionario de Carabineros, donde entregó una insólita explicación para su actuar.
Dijo ser “agente encubierto autónomo”
“Unos sujetos que provenían de Santiago, ignoro su identidades, querían cometer un delito de robo en grandes magnitudes en la ciudad de Rancagua. Se trataba de un robo grande, de mucho dinero”, afirmó el sujeto, según leyó el fiscal.
Agregó que ante ello, “le puse atención, naciendo en mí la idea de contactar a estos sujetos, seguirles el cuento, para lograr detenerlos”, aseguró.
El imputado juró que por esa razón, “accedí a juntarme con ellos para seguirles el juego, tratar de convencerlos y lograr anotarnos con un buen caso de detención en el futuro de una banda criminal”.
Al finalizar, el fiscal Von Bischoffshausen preguntó en la sala de audiencias: “No sé si en esta sala alguien más que el imputado podrá creer esa historia”.
“Lo que nos dijo el imputado es que él mismo se puso el traje de agente encubierto autónomo, no autorizado por nadie ni conversado con un superior jerárquico o conversado con el Ministerio Público”, acusó el persecutor.
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