Las acciones del audaz agente de la PDI que se infiltró exitosamente en el Tren de Aragua

PDI de Arica realizóp operativo para desarticular banda criminal, en población Cerro Chuño de la ciudad de Arica. Foto: Patricio Banda/Aton Chile

Un reportaje indica cómo logró un oficial denominado como “D1″ logró inmiscuirse en los asuntos de la banda “Los Gallegos” en el Cerro Chuño de Arica.

La infiltración de un oficial de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), conocido como “D1″, en una organización criminal ligada al Tren de Aragua, reveló los alcances de su acción criminal en la ciudad de Arica.

Los Gallegos lograron instalar una especie de “Estado paralelo” que incluyó impuestos extorsivos y un sistema de letales castigos según consta en un reportaje de Radio Bíobío.

La operación de D1 destapó no solo el funcionamiento interno de la banda, sino que también su estructura de gobernanza y la magnitud de su operación en medio de un entorno de comunidades vulnerables.

En ese entorno, por ejemplo, el grupo cobraba “vacunas” (impuestos extorsivos) a trabajadoras sexuales, quienes, si no cumplían con los pagos, eran secuestradas y sometidas a torturas. Y en la cúspide del Cerro Chuño se encontraba una casa de tortura destinada a aquellos que se alejaban de todas las normas establecidas por el grupo criminal. Bajo sus cimientos se encontró el cuerpo de un exintegrante que fue torturado y enterrado vivo.

“El modelo (de Los Gallegos) había sido elaborado a lo largo del tiempo. Ellos decían que todo lo que hacían era por “la causa”. Todo lo que se vendía era para la organización. Por eso cuando alguien se alejaba de los lineamientos el resultado era la muerte”, dijo D1.

Todo ese actuar coincidió con un alza en los homicidios en Arica, que aumentaron de 26 en 2021 a 45 en 2022, elevando el índice a 17,1 homicidios por cada 100,000 habitantes, el más alto del país.

El agente D1

D1, quien era un oficial experimentado con doce años en la PDI, trabajando en el camino en la Brigada Antinarcóticos, fue asignado en 2022 a infiltrarse en Los Gallegos con la misión de recopilar pruebas y entender el funcionamiento de esta célula del Tren de Aragua.

Su fachada como transportista le permitió ganarse la confianza del entorno y acceder a información crucial sobre la estructura criminal, logrando identificar tanto a los líderes de la organización como al alcance del sistema de control territorial que lograron establecer para situarse como verdaderos “fantasmas” en el Norte Grande.

Parte de lo anterior se debió a que Los Gallegos manejaban un sistema organizado y discreto para el tráfico y la extorsión, utilizando vehículos populares en la zona, como el Mazda Demio, lo que les permitió mezclarse con la población local y evitar la detección policial.

A lo largo de su investigación, D1 también logró presenciar la llegada de los líderes Félix Anner Castillo Rondón (alias “Pure Arnel”), Yoneiker Paredes Fagundez (alias “El Enano”) y Jorve Galavis García (alias “El Culito”).

Castillo Rondón, actualmente prófugo, operaba desde Perú, coordinando el tráfico de drogas, el comercio sexual con mujeres que eran traídas con falsas premisas y otros crímenes que dejaron una decena de personas desaparecidas y que aún siguen sin ser encontradas.

Y en la investigación en cuestión, D1 visitó negocios, se familiarizó con los residentes de la zona y fingió falsos problemas vehiculares para tomar contacto con un mecánico, que en realidad era un excarabinero que terminó surtiendo a la banda de armas, drogas y automóviles.

Actualmente el juicio contra la banda está culminado su etapa de cierre y la Fiscalía de Arica solicita penas de presidio perpetuo para 11 de los acusados y penas que acumulan más de 200 años de prisión para el resto de los imputados.

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