A sólo 10 minutos de haber iniciado la pichanga, el “juego” pasó al olvido.
Un impactante y clarificador testimonio se da a conocer tras la tragedia ocurrida en un multicacha de Peñaflor, en la Región Metropolitana, donde un niño de 11 años fue asesinado en el marco de una balacera.
De acuerdo a los primeros antecedentes, el menor habría estado observando un partido de fútbol que se jugaba a eso de las 23.00 horas.
Habla el “encargado” de la cancha
De acuerdo a un vecino de la cancha, quien se encarga de prender y apagar la luz del recinto deportivo, todo se habría originado luego de una pelea producto de una falta ocurrida en el desarrollo del juego, cuando apenas había comenzado. Otro antecedente relevante, habría sido la participación de sujetos que provenían de Maipú.
“Yo venía llegando con mi señora y los chiquillos me fueron a buscar para que les prendiera la luz (de la cancha) y yo les dije ‘bueno, para que jueguen’. Eso fue como a las 11 de la noche”, afirmó el testigo, desde el anonimato.
“Se las prendí y no pasaron ni 10 minutos cuando quedó la escoba”, añadió, en diálogo con el matinal de CHV.
Luego, reveló que “unos muchachos de Maipú llegaron a jugar ahí con ellos y uno de ellos le pegó una patada, el de acá lo defendió (al agredido) y ahí empezó todo. Entonces yo vine y dije ‘no, mejor les apago la luz’, pero me doy la vuelta y empieza la balacera”.
“Aquí nunca había pasado, aquí no es malo, pero vienen de otros lados”, complementó.
Finalmente, el testigo clave aseguró que “cuando estaban discutiendo, yo le hablé al abuelo del niño (asesinado) y le dije ‘¿sabe? voy a apagar la luz para que se corte la lesera’, y se arma la balacera”.