Mataron a vecino, huyeron de Chile y llegaron a ser estrellas: el “error” que precipitó a los “acróbatas asesinos”

Los "acróbatas asesinos" recorrieron distintos países de Sudamérica.

Cuando parecían tener la vida resuelta, pese a estar prófugos de la justicia nacional, un colega brasileño se cobró venganza y los denunció en la Policía Internacional.

El crimen de Óscar Torres, un padre de familia que fue asaltado por un grupo de delincuentes, remeció a la entonces tranquila ciudad de Punta Arenas.

Era el 12 de septiembre de 2004, hace casi 20 años, cuando la comunidad se despertaba con la trágica noticia y cuyos fuertes detalles no tardarían en darse a conocer.

Según averiguó la policía, el vecino fue atacado cuando se encontraba estacionado, al interior de su vehículo, en la calle Emilio Covacevich. Con el objetivo de robarle el auto, los delincuentes rompieron los vidrios, sacaron a Torres por la fuerza y le propinaron una paliza.

Luego de los golpes, lo apuñalaron hasta la muerte y se dieron a la fuga a bordo de la máquina sustraída.

Condenas y huidas

A raíz de este ilícito, cuatro antisociales fueron condenados en el año 2005. Se trata de Nelson Ampuero y Sebastián Curiche, condenados a 15 años de cárcel; además de Álex Otárola y Claudio Villarroel, sentenciados a 10 años en prisión.

Sin embargo, Curiche y Villarroel huyeron a Argentina, donde se mantuvieron ocultos por largos nueve años.

En el país trasandino, ambos se ganaban la vida como acróbatas de un circo, donde eran conocidos como “los hermanos Arenas”. De hecho, hicieron fama por el show del Péndulo de la Muerte.

La vida de prófugos parecía perfecta, ya que incluso formaron sus propias familias, pero todo cambió en febrero de 2013, cuando desaparecieron repentinamente mientras el show se presentaba en Mendoza. Los chilenos eran buscados por la Interpol tras la denuncia del planfletero del circo. Apenas se enteraron, intentaron ocultarse.

Eran conocidos como "los hermanos Arenas", por venir de Punta Arenas.

¿Por qué los denunció?

Según detalló Clarín, en una gira veraniega por Paraguay, el panfletero de nacionalidad brasileña encontró el amor. En el país guaraní, el trabajador del circo conoció a Natalia, a quien invitó al viaje y la sumó como acomodadora.

Ya en Mendoza, Israel Villarroel se habría pasado de la raya con la muchacha. “Al parecer, Natalia le contó que Israel le había dicho algo pasado de tono, y el brasileño reaccionó. Se golpearon y al rato volvió y le puso un fierrazo tan fuerte que tuvimos que llamar a la ambulancia. También prometió vengarse de Israel”, explicaron testigos al citado medio.

Y cumplió su promesa. “El brasileño no se anduvo con chiquitas y lo denunció en la Policía Internacional”, aseguraron en el circo.

El dato llegó a Chile y el fiscal de Punta Arenas se enteró del paradero de los dos prófugos. Sus días en libertad estaban contados.

De vuelta a Chile

En mayo de 2013, la policía de Tucumán arrestó a Sebastián Curiche. En 2015, de regreso en Chile, recibió una condena de 15 años de cárcel.

Sin embargo, en octubre de 2021, la Comisión de Libertad Condicional de Punta Arenas determinó el beneficio de libertad condicional para Curiche, atendiendo al informe psicosocial de Gendarmería, además de su comportamiento.

En tanto, la extradición de Villarroel Alvarado tuvo que esperar hasta fines de 2014. En su llegada a Punta Arenas, habló con la prensa.

“Decidí entregarme por mi familia. Estuve mucho tiempo lejos. Ahora espero que mi mujer y mis dos hijos lleguen a Punta Arenas en un mes. Todos estos años me han servido para cambiar, ahora soy otra persona y claro que estoy arrepentido”, señaló a El Pingüino. A fines de este año debería recobrar su libertad.

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