“Me da vergüenza tomar esta decisión”: el aviso por Facebook de la parricida que asesinó a su bebé en Peñalolén

Parricidio remeció a todo el país.
Parricidio remeció a todo el país.

Mensaje fue leído por la abuela del pequeño, quien alcanzó a evitar la muerte de su hija. Le rebajaron sentencia, por lo que pronto recuperaría su libertad.

En julio de 2018, hace ya seis años, ocurrió uno de los parricidios más impactantes del último tiempo en la Región Metropolitana. Un crimen marcado por la brutalidad y un anuncio realizado en redes sociales.

La tragedia fue tal que remeció a toda la Villa Cousiño, en la comuna de Peñalolén. ¿La asesina? Kimberly Medina, madre de un niño de un año y seis meses que decidió arrebatarle la vida con un cuchillo.

A pocas horas del asesinato, un hombre que ayudó a socorrer a la guagua apuñalada contó que la razón de la inestabilidad emocional de la madre, de entonces 24 años, era el quiebre con su pareja, quien se fue de la casa. Allí vivía Kimberly, su madre, el bebé y su hermano de siete años.

La joven publicó un espeluznante mensaje en Facebook en donde anunció lo que iba a hacer. Algunas personas que lo vieron alertaron a su mamá, y a pesar que la señora corrió a su hogar, no alcanzó a llegar. El bebé murió y su hija sobrevivió.

¿Qué escribió en Facebook?

El mensaje que escribió Kimberly era una despedida, porque dio a conocer que su intención era quitarse la vida, debido a que el papá de sus hijos la había abandonado.

“Hoy sábado mi vida junto a la de mi hijo menor terminan, mi vida no tiene sentido, estoy vacía por dentro, siento que nadie me quiere y no tengo un norte ni un sur, yo me voy con mi hijo porque no quiero dejarlo en esta vida de mierda”, escribió.

Luego se refirió a su ex pareja. “Fui a buscarte y preferiste quedarte a almorzar con tu familia y no con tu pareja e hijo, o sea prefieres estar con ellos y no conmigo, todos me dieron la espalda, tengo un dolor muy grande en mi corazón”, agregó.

“Me voy a suicidar y mataré a mi hijo, y me da vergüenza tomar esta decisión pero estoy sola. Todo se dio así. Mi alegría y capacidad de hacer reír no sirven de nada, todos me dan la espalda igual. Soy una loca de mierda, ya nadie quiere mi amistad y mi vida está vacía, sin emociones, sin aventuras. Sólo yo con mis dos hijos mantenida por mi mamá. Eso es fome”, contó.

Finalmente, le pidió perdón a su hijo mayor por dejarlo y no haberle podido dar lo que merecía.

Facebook

Fuertes detalles y sentencia

Luego de permanecer en prisión preventiva por más de dos años, en octubre de 2020, la Séptima Sala del Juicio Oral en lo Penal de Santiago decretó la sentencia contra Kimberly Medina.

La resolución confirmó una “condena a siete años de presidio mayor en su grado mínimo como autora del delito de parricidio de su hijo Maximiliano″.

Además, se dio por acreditado que Medina dio muerte al pequeño tras propinarle ocho puñaladas que le causaron “traumatismo cervical y torácico por objeto cortopunzante”. Y si bien Kimberly se autoinfirió varias heridas, su madre logró llegar al domicilio y la trasladó Hospital Luis Tiné.

El tribunal rebajó la pena de Medina en dos grados, al considerar ”el estado mental en que se encontraba la sentenciada al momento de cometer el delito, que a juzgar de la forma de comisión, el anuncio previo sobre su ocurrencia, la adicción a las drogas y el alcohol, las circunstancias familiares que da cuenta y el deseo de terminar su vida llevándose de ésta a su hijo, solo puede justificarse de un obrar sin conciencia al borde del actuar de un enajenado”.

“Claramente su salud mental estaba desequilibrada y las circunstancias que la rodeaban, para ella sin sentido, la llevaron a tan dramática decisión, en la que creyó su destino sería otro”, razonó el tribunal.

También se consideró que Kimberly “se encontraba exenta de anotaciones penales anteriores”, y “se trataba de una mujer trabajadora, madre abnegada responsable y dedicada, amante de sus hijos y ocupada en los mismos”.

Finalmente, se precisó que ”más allá del horrible desenlace de su hijo menor, (el hecho) la convierte en víctima de por vida, si es que el sistema logra que se recupere mentalmente de su desequilibrio, pues imposible parece que se libre de la aflicción”.

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