“¿Me puede prestar un serrucho y un martillo?”: revelan escalofriante petición del descuartizador de Punta Arenas

Sigue el juicio contra Adalio Mansilla en Punta Arenas.

Luego de asesinar a un estudiante de 21 años, el conocido criminal dialogó con una vecina en la que despertó ciertas sospechas.

Corrían los primeros días de 2023 cuando un macabro crimen quedó al descubierto al interior de una vivienda de la población Nelda Panicucci en la ciudad de Punta Arenas.

Los antecedentes iniciales aportados por la policía dieron cuenta de un brutal ataque que terminó en el descuartizamiento de Roberto Verdugo, un joven de 21 años.

Según los investigadores, todo comenzó cuando el estudiante estaba compartiendo con otras personas durante la madrugada del sábado 14 de enero. En el encuentro habrían estado consumiendo alcohol, cuando uno de los presentes atacó a la víctima con un arma cortante, hiriéndolo en reiteradas oportunidades hasta quitarle la vida.

No conforme con eso, el asesino procedió a descuartizar y desmembrar el cuerpo del fallecido, y dejó partes del cuerpo esparcidas en la vivienda.

Posteriormente, el criminal le confesó el homicidio a su madre, quien decidió entregarlo rápidamente a Carabineros.

A las pocas horas, se confirmó la identidad del imputado: Adalio Mansilla (30), quien se encontraba en libertad condicional y que ya había sido condenado por homicidio en dos oportunidades. En 2015, mató a un amigo con un corvo; mientras que en 2009, participó en el crimen de un vecino puntarenense, cuando apenas tenía 15 años.

Juicio contra Adalio Mansilla

Este lunes, en el segundo día de juicio contra Adalio Mansila (proceso judicial que comenzó el viernes pasado) declararon los funcionarios de la Sip de Carabineros que adoptaron el procedimiento.

Al respecto, el suboficial Gamaliel Vargas Saldivia recordó el momento en que Adalio fue acusado y entregado por su madre. “Cuando ingresamos al inmueble, el imputado estaba en ropa interior y ensangrentado”, recordó el uniformado, según consignó La Prensa Austral.

En tanto, una vecina se refirió a lo acontecido durante la mañana posterior al homicidio.

La mujer declaró que ese día estaba a punto de salir de su domicilio cuando vio a un hombre que merodeaba la casa donde ocurrió el crimen. Las características que entregó eran coincidentes con las de Adalio. Como no lo conocía, salió a preguntarle qué necesitaba.

Le dice, “tía, me puede prestar un serrucho y un martillo”. Ella preguntó dónde vivía y él apuntó un domicilio cercano. La mujer respondió que solamente tenía un martillo y se lo prestó.

De acuerdo a la investigación, Adalio declaró haberse quedado dormido tras el ataque y que al despertar no sabía qué hacer con el cuerpo. Fue ahí cuando pensó en comprar un serrucho, pero estaba todo cerrado. Finalmente, para descuartizar el cadáver, habría usado un cuchillo y un cartonero.

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