Una adulta mayor de la comuna de Estación Central relató cómo es su vida: pese a tener familia, casi nunca los ve y teme que le pase algo mientras esté completamente sola.
Jóvenes, adultos y adultos mayores se sienten solos. Así lo evidenció la reciente Encuesta Bicentenario de la Universidad Católica de Chile, con una serie de cifras alarmantes que construyen un panorama complicado para el país: existe una epidemia de la soledad.
Según el documento, quienes se sienten más solos son jóvenes entre 18 y 24 años (22%) y los adultos mayores de 55 años (20%), mientras que el 19% de la población aseguró no tener un amigo cercano.
En este contexto, un reciente reportaje del diario El País evidenció la preocupante historia de una adulta mayor en la comuna de Estación Central. Margarita Sanhueza, de 73 años, vive sola en su propiedad, a la sombra de su familia con la que casi no habla: “Viven cerca, pero lejos de corazón”.
La historia de una adulta mayor que vive sola en Estación Central
Antes de que falleciera, Margarita Sanhueza cuidaba a su madre. En ese entonces, le decía que la vejez era muy triste. “Ahora le encuentro toda la razón a mi madre. Es triste la vejez, pero trato de no caer en ese hoyo, aunque sé que va a llegar un momento en que uno no lo puede controlar”, afirmó.
Tiene un hermano, cuatro hijos y seis nietos. Pero más que visitarla, se limitan a llamarla. Según el relato que entregó a El País, el lugar donde va a “socializar” es el consultorio médico. La mujer padece de diabetes, hipertensión y ciática lumbar.
“De repente digo, ‘voy a salir…’ pero, ¿a dónde voy?”.
Su rutina es bastante simple: “Me levanto, me pongo la insulina, doy vueltas por el departamento, hago lo que tengo que hacer, preparo el almuerzo…”. Después teje y a las 6 de la tarde se va a acostar para aguantar el frío.
“Mi compañera es la tele. La tengo todo el día prendida. Escucho, por lo menos, gente que habla”.
Consultado por el mismo medio, el sociólogo Eduardo Valenzuela, investigador de la encuesta de la U. Católica, aseguró que los resultados en el país son “preocupantes”: “Se supone que un país, en la medida que se educa mejor, mejora sus ingresos per cápita y sus condiciones de vida, debería mejorar también en convivencia, confianza, lealtad a las instituciones. Eso, sin embargo, no sucedió”.
Además, el experto apuntó a que “nadie habla del asunto. Nosotros (los chilenos) tenemos la falsa imagen como países latinos de ser extremadamente sociables y bien asentados en la familia, donde uno no esperaría que hubiera mucha soledad y, sin embargo, la hay”.
En esta línea, la adulta mayor, Margarita, aseguró tener miedo de que le pase algo en casa y se encuentre completamente sola. Pero, por otra parte, denunció que su rutina también se ha visto afectada con la inseguridad que azota el país. Su hija —con la que tiene más contacto— vive en Providencia, pero le pidió que no la fuera a ver más por miedo a que le hicieran un portonazo.
Por otra parte, contó que tuvo que cambiar su consultorio médico porque vendedores ambulantes se tomaron la acera de ingreso y “se peleaban con cuchillos a plena luz del día”.