“¡Mi papá me va a matar!”: destapan relatos de testigos que complicarían a chofer ebrio tras muerte de Trini y Agustina

José Venturino conducía ebrio y a exceso de velocidad. Testigos confirmarían que, junto al copiloto, habrían intentado omitir información.

“Yo soy el chofer, no puedo estar aquí metido en problemas porque soy empresario”, habría argumentado José Venturino a escasos minutos de la tragedia que protagonizó.

Como Trinidad Bunster (20) y Agustina Espinoza (19) fueron identificadas las dos jóvenes que perdieron la vida producto de un grave accidente de tránsito ocurrido la madrugada del domingo 31 de marzo en la localidad de Santo Domingo, en la Región de Valparaíso.

A raíz de la tragedia, el conductor del vehículo quedó con arresto domiciliario total. Se trata de José Ignacio Venturino Saporta (25), estudiante de Derecho UDD que conducía su vehículo BMW en estado de ebriedad y a exceso de velocidad.

De acuerdo a los antecedentes, el sujeto impactó el auto con una señalética y un árbol que se encontraba en en el camino interior al condominio Las Brisas, a 2,7 km desde el cruce con la ruta H-66.

En diálogo con el Canal 2 de San Antonio, Cristián Bunster, padre de Trinidad, afirmó que “tenemos antecedentes que están distantes de la realidad de cómo la vio y la vieron personas que me han llamado, que fueron testigos presenciales, que ayudaron a la Trini, a contener su cuerpo sin vida y el de su amiga, que estaba en muy mal estado”.

Asimismo, dio a conocer que, según testigos, “las palabras del copiloto fueron ‘arráncate, di que fue un animal’. Posteriormente a eso, esta persona (por un vecino del sector que llegó a auxiliar a las víctimas) les preguntó si conocían a las niñas, cómo se llamaban, y dijeron que no las conocían (siendo que todos estudiaban en la misma universidad)”.

Revelan testimonios

Según reveló BioBioChile, distintos testigos del accidente prestaron declaración tras lo sucedido. Uno de ellos fue David.

Sobre Trinidad, el hombre afirmó que “estaba tendida en la mitad de la calzada. Pedía auxilio ya que no sentía sus piernas”. Y en relación a los hombres que sobrevivieron al impacto, dijo que “uno de ellos, de contextura delgada, tez blanca, pelo castaño, polerón oscuro, señala textualmente: ‘Yo soy el chofer, no puedo estar aquí metido en problemas porque soy empresario’. Con claras intenciones de huir del lugar. Presentaba un fuerte olor a alcohol”.

Esteban, otro testigo, escuchó el insólito lamento de Venturino: “Vi al conductor del auto al lado de este, agarrándose la cabeza, diciendo: ‘¡Mira como quedó el auto, hueón. Mi papá me va a matar!’”.

Además, contó que “vi y oí al conductor con su acompañante (Javier Avilés Palma) que discutían entre ellos a gritos. ‘¡Di que se te atravesó un animal, hueón! ¡Arráncate!’. A ambos no se les veía ninguna lesión mínima, salvo un pequeño corte en la cara al conductor. Caminaban perfectamente en todo momento”.

A raíz de estos antecedentes, las familias de Trinidad y Agustina interpusieron una ampliación de querella por el delito de omisión de auxilio en caso de accidente.

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