Fue a mediados de octubre cuando el locatario compartió algunos detalles con la prensa. Sin embargo, ante las nuevas revelaciones, sus dichos son puestos en duda.
Este lunes se dio a conocer la boleta de lo consumido en el restaurante Ají Seco entre Manuel Monsalve y su exasesora, quien terminó denunciándolo por el delito de violación.
Según se filtró, el otrora subsecretario pagó 115 mil pesos en efectivo por los platos y los tragos que se sirvió junto a la mujer.
En concreto, se trata de ocho pisco sour Catedral marca Quebranta.
¿Cuánto bebió la víctima?
Sin embargo, tanto en su primer relato como en su segundo testimonio detallado ante el equipo de investigadores, la presunta víctima dijo haber bebido dos pisco sour. De hecho, precisó que cuando iba por la mitad de la tercera unidad del mismo trago perdió toda noción de sí.
“No recuerdo cómo salí del lugar. No recuerdo cómo llegué a su hotel (por Monsalve), porque desperté en su hotel. No recuerdo absolutamente nada. Nunca en mi vida me había pasado algo así”, detalló la mujer.
Lo cierto es que las pericias de la PDI lograron dar con la cuenta de lo que realmente fue consumido y bebido en el restaurante Ají Seco, así como con testimonios de su personal que confirmaron los hechos.
El detalle da cuenta de que cada uno de los ocho pisco sour catedral (el tamaño más grandes que ofrece el local, con un valor de $8.500 cada uno) tiene un volumen de 330 ml, de los cuáles 180 ml corresponden a pisco. Es decir, en el consumo de cuatro pisco sour catedral por persona se habrían tomado 720 ml del destilado, casi una botella del formato tradicional del producto.
¿Mintió el administrador?
A mediados de octubre, apenas se destapó el caso Monsalve, José Avellaneda, administrador del restaurante Ají Seco Místico, aseguró a LUN que “ya vino acá la PDI, hizo todos los requerimientos y no existen (las grabaciones) porque a los 20 días se borran las imágenes, pero los caballeros de la PDI vinieron, consultaron a los garzones, han visto que nadie ha salido mareado ni ese día ni ningún día”.
Eso sí, el locatario descartó que alguien haya salido bebido o con perdida de consciencia, tal como señaló la víctima en su relato.
“Como hay clientes que vienen con hálito alcohólico, ya mareaditos, nosotros no le servimos licor, porque se puede caer o pasar algo. A nosotros nos controlan los carabineros, vienen a ver el local”, explicó.
¿Más trago no se da?
De paso, aseguró que todos los garzones advierten a los clientes antes de servir el tercer trago. Esto habría ocurrido en el caso de Monsalve y su acompañante. “Tenemos un protocolo de servicio, tanto de licor como de comida. Usted puede comer lo que quiera, pero lo que es servicio de licor, los garzones están autorizados de vender dos pisco sour o dos catedrales, y si el cliente te desea otro, tiene que ser acompañado con un piqueo, pero se le anticipa que más trago no se da”, señaló.
Finalmente, recalcó que “de acá nadie se va mareado, cuidamos a nuestros clientes, es un protocolo del Místico y del Ají seco. Los garzones no me dijeron que haya una persona mareada. Fueron cinco los garzones que atendieron ese día y los cinco declararon ante la PDI”.
Como era de suponer, la filtración de esta boleta dio paso a todo tipo de cuestionamientos en redes sociales, donde acusaron al administrador de mentir públicamente a través de la prensa.