Ex policía analizó en detalle las pruebas expuestas durante la formalización del venezolano detenido. Mancha sería clave para determinar su rol.
José Miguel Vallejo, más conocido como el Inspector Vallejo compartió un extenso análisis sobre el caso Nicolás Pinochet, médico de 36 años que fue violado y asesinado por dos sujetos de nacionalidad venezolana en la ciudad de La Serena.
Hasta ahora, la policía sólo detuvo a uno de los imputados, un sujeto de 24 años que se encontraba en situación irregular en el país.
De acuerdo a los antecedentes, ambos delincuentes llevaron a al víctima hasta un sitio eriazo. En el lugar, le dijeron que podría concretar la compra de droga que el doctor habría deseado.
Impactante análisis del caso
Luego de advertir que su comentario sólo es “para lectores con criterio formado”, el ex policía indicó en su cuenta de X que “la dinámica criminal que desembocó en la muerte del médico Nicolás Pinochet preestablecida de momento, supone un ultrajamiento, asfixia, una piedra que se deja caer en la zona genital, un golpe fatal en la cabeza y, finalmente, amarras en los pies”.
“Sin embargo lo último, en el orden descrito, no pareciera tener lógica. Tampoco el ultrajamiento sin considerar el inicio probable del mismo con el eventual consentimiento de la víctima. De no haber ocurrido así, la fuerza aplicada debió dejar otras evidencias físicas, aunque una amenaza de muerte pudiese esconder otra explicación”, aclaró.
De igual manera, explicó que “la lógica supone que las amarras debieron seguir a la acción sexual y, eventualmente también, un intento por atar las manos que no se consumó. Más evidente es que las manchas, por proyección, que el victimario detenido tenía en la parte baja de sus pantalones, delatan la postura que este tuvo muy próxima al estallido craneal, luego de dejar caer la piedra que lo ocasionó”.
“La asfixia previa supone una dinámica que ofrece más preguntas que respuestas en cuanto a quien la ejecutó y quien sujetó. A decir verdad, lo sabido nos deja un relato errático y poco congruente del único detenido. El otro, lamentablemente, escapó por una pandereta y se echa de menos, lamentablemente también, el uso de un dron en el procedimiento”, continuó.
Finalmente, precisó que “la piedra en la zona genital, recordando otros casos, esconde explicaciones más complejas. Pero todas coinciden con un afán torturador visible hacia la víctima y por tanto debió concretarse antes de la asfixia y el golpe en la cabeza. ¿Las causas? No podemos desestimar a priori una animadversión perversa de dos ciudadanos extranjeros que odian profundamente a los chilenos. No en vano, el victimario capturado convivía con una ciudadana boliviana”.
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