Pieza individual, baño privado y una ”diferencia abismal”: Destapan cómo fue la prisión preventiva de Eduardo Macaya

Eduardo Macaya circuló con sus cosas en mano al entrar y salir de la cárcel de Rancagua.
Eduardo Macaya circuló con sus cosas en mano al entrar y salir de la cárcel de Rancagua.

El padre del senador Javier Macaya habría estado internado en una sala destinada a mujeres hospitalizadas.

Una “diferencia abismal” habría gozado Eduardo Macaya Zentilli en los casi tres días de prisión preventiva que alcanzó a cumplir, luego de ser condenado por abusos sexuales contra menores.

El empresario agrícola de 72 años, padre del senador y presidente de la UDI, Javier Macaya, ingresó la tarde del pasado viernes a cumplir la medida cautelar más gravosa, a la espera de que su sentencia sea confirmada. Sin embargo, ayer lunes, la Corte de Apelaciones revocó la decisión y le permitió seguir en arresto domiciliario.

Fueron poco más de dos días en que Macaya estuvo recluido, pero no lo hizo en una celda: fue internado en el hospital penitenciario de la Cárcel de Rancagua, con comodidades que no goza cualquier reo, reveló una fuente de Gendarmería a El Mostrador.

De acuerdo al reporte, desde el minuto de su ingreso hubo “una diferencia abismal”: llegó sin esposas, en su vehículo particular, entrando por el hall de acceso y siendo recibido por el jefe interno de la unidad. “Entró con sus pertenencias porque sabía para dónde iba. Por algo traía ropa de cama”, señalaron las fuentes del citado medio.

En efecto, el hombre fue llevado a una habitación individual del hospital, donde tuvo baño privado. Lo que llamó la atención es que esa sala estaba reservada solo para mujeres. Sólo se utilizaría por otros presos en situaciones muy excepcionales.

La explicación

Entre los antecedentes a la vista, el informe de salud de Macaya señalaba que iba en condición “estable” con un diagnóstico de “diabético-hiposódico”. Sin embargo, la razón entregada para su estadía en ese lugar sería que estaba “a la espera de su proceso de clasificación, para su ubicación definitiva”.

“Generalmente este procedimiento se hace con personajes de alta connotación pública, hasta que algún tribunal entrega la orden definitiva de trasladarlos a un módulo en particular, como fue con el exalcalde de Rancagua, que llegó al mismo recinto por delitos asociados a corrupción”, indicó un funcionario a El Mostrador.

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