En una rápida acción, el oficial consiguió maniatar al delincuente y dejarlo con las manos vacías.
Esto sucedió en calle San Diego, pleno centro de Santiago, hace algún rato.
Un transeúnte, a los gritos, hizo saber que le habían sustraído su teléfono móvil, con la fortuna de que por ahí mismo se movía el general inspector de Carabineros, Jean Camus, tercera antigüedad de la institución.
Y Camus, que en verdad cumplía funciones de Contralor General, se percató enseguida.
¿Qué pasó? Lo que debía: el oficial comenzó una persecución que, al poco andar, acabó con el ladrón, un hombre de 35 años, de iniciales L.A.Q.L., detenido.
El general inspector luego entregó el celular robado y puso al delincuente bajo arresto.
Dicho sea de paso, L.A.Q.L. tenía antecedentes por hurto.