Alonso Escobar Laínez se hacía pasar por italiano y un peligroso narcotraficante. Vestía ropa lujosa y mentía a sus víctimas para llevarlas a su departamento y violentarlas.
Más de 10 mujeres fueron golpeadas, humilladas y violadas por Alonso Escobar Laínez. El hombre buscaba a sus víctimas en Tinder, la aplicación de citas, donde les mentía de entrada: les decía que tenía 18 años, era italiano y se llamaba Tomás o Valentino Costelo.
Su escalofriante personalidad estaba disfrazada de un perfil que resultaba atractivo para algunas jóvenes. En redes sociales, se hacía llamar Tomasito Beckam o Valentino el Príncipe. Tal como un Baby Bandito, vestía ropa lujosa e incluso, presumía ser un peligroso narcotraficante. Así lo reveló un reciente reportaje de BBCL Investiga.
Pero muy alejado de esa realidad, los peritajes revelaron que Alonso Escobar en realidad es narcisista y tiene rasgos psicopáticos. Y estuvo al menos cuatro años —desde 2016 hasta 2020— violentando a mujeres, incluidas menores de edad.
Esta es la historia del psicópata de Tinder que acechaba Santiago.
Quién es Alonso Escobar, el psicópata de Tinder en Santiago
Según la información que reunió el equipo de BiobioChile, el 28 de noviembre de 2016 fue la primera vez que Alonso Escobar contactó a una de sus víctimas por redes sociales. Envió una solicitud de amistad a una joven y, después de hablar, a los tres días se juntaron para conocerse.
Camila —nombre ficticio para proteger a la víctima— tenía solo 14 años. Conversaron en una plaza de Macúl, pero él fingió que lo había llamado su madre y aseguró que necesitaba volver al departamento. Le pidió a la niña que lo acompañara. Al llegar, el joven comenzó a tocarla sin su consentimiento y, pese a que ella le rogó que no le hiciera nada, la violó.
A su edad, la joven creía que como había sido su primera vez, debían continuar hablando porque el acto los convertiría en una pareja. Entonces comenzaron una especie de “relación”, donde él se aprovechaba, la insultaba y la violentaba con armas, como una pistola y un electroshock.
“Decía que le gustaba estar con menores, porque era más fácil” testificó Camila.
Con el mismo modus operandi, en 2017 conoció a dos mujeres que pronto se convirtieron en sus nuevas víctimas. A ambas, al igual que Camila, las violó la primera vez que se vieron. Las dos quedaron embarazadas.
Según las cifras de la justicia, el psicópata violó a 6 mujeres en 2019. A todas las contactó por Tinder, Facebook e Instagram. Las insultaba y amenazaba, les decía que si no lo obedecían, enviaría gente peligrosa a que mataran a sus familias.
Cómo cayó el psicópata de Tinder en Santiago
La única víctima que supo la verdadera identidad fue Paula (nombre para proteger a la víctima). Mientras él se duchaba, alcanzó a revisar el celular de Alonso y encontró unos documentos con su nombre real. Le sacó fotos y logró huir, pidió ayuda a la primera persona que vio en la calle y denunció la violación a la PDI.
Recién en 2020, el resto de las mujeres supieron el nombre real de su abusador.
En ese año, su última pareja decidió acusarlo en redes sociales. Creó una página en Instagram bajo el nombre “funa.alonso.escobar” y contó que habían decidido vivir juntos, pero que Alonso terminó por secuestrarla. No la dejaba salir de su habitación, la amenazaba con una navaja y un electroshock, y le decía que iba a asesinar a sus padres.
Tras la publicación, le llegaron más de 15 testimonios de mujeres que habían sido víctimas del mismo hombre, pero solo 10 se sumaron a hacer una demanda colectiva.
Entonces, comenzó un duro proceso. Todas las jóvenes fueron analizadas por peritos, tuvieron que contar en reiteradas ocasiones lo que les pasó y, según BBCL, los psiquiatras aseguran que cada una de ellas tiene cuadros depresivos, conflictos con la sexualidad, baja autoestima y culpa.
Pero lo que más predomina es el miedo. Ninguna quiere salir sola a la calle a raíz del estrés post traumático crónico. Las víctimas que quedaron embarazadas, sufren frustración laboral y sexual y llegaron a tener ideaciones suicidas.
Gracias al testimonio de las mujeres, el Séptimo Tribunal de Juicio Oral de Santiago pudo probar que Alonso Escobar las violó, utilizando la fuerza. Por unanimidad, los jueces aseguraron que los relatos fueron consistentes y acreditaban los hechos.
Fue condenado a presidio perpetuo por los delitos de violación reiterada y secuestro con violación. Además, tiene una demanda por reclamación de paternidad para solicitar la pensión de alimentos.
Según los peritajes, Alonso Escobar tiene una visión egocéntrica de sus necesidades y es manipulador: “Presenta vínculos superficiales, escasa empatía y remordimiento. Manipula para obtener la satisfacción de sus necesidades afectivas. Egocéntrico. Imagen sobrevalorada de sí mismo. Se siente superior frente a los demás. Culpa a los otros por lo que le pasa”.
También aseguraron que no existe algún tratamiento que pueda rehabilitarlo, en especial porque él rechaza querer cambiar. Cree que no es necesario.
Pese a la sentencia y las pruebas en su contra, el hombre asegura que la “funa” que destapó su captura fue porque su última pareja estaba celosa y que el testimonio de las mujeres son “calumnias”. Sus abogados lo respaldaron, diciendo que ellas mismas se lo buscaron al estar en Tinder y querer una cita.
La nueva defensa de Alonso, que asumió el 10 de abril de 2024, interpondrá un recurso de nulidad. Continúan apelando a su inocencia y buscan que el joven sea absuelto.