Los sueños que el empresario chileno tenía con su marca comenzaron a derrumbarse desde el año 2004, cuando se asoció con dos ingenieros.
Desde hace días que Reinaldo Lippi, fundador de la famosa empresa de ropa y accesorios outdoor Lippi, ha estado en el centro mediático.
¿La razón? El empresario chileno publicó en sus redes sociales un video en el que solicitaba que no le enviaran reclamos por las fallas que presentaban los productos de la marca, puesto que salió de la empresa hace una década atrás.
“Yo les quiero contar que hace más de 10 años que no estoy en la compañía. Sin embargo, hasta el día de hoy me siguen llegando, este último tiempo sobre todo, muchos reclamos”, explicaba Reinaldo.
En el mismo registro, el emprendedor sugirió recurrir a los canales oficiales de Lippi o el Sernac para enviar las quejas, en lugar de dejarlas a él. “Por favor les pido que no me lo hagan a mí más, porque estoy constantemente dando explicaciones y eso no me gusta y me da un poquito de pena”, relató.
Quién es Reinaldo Lippi
A los 14 años, cuando era estudiante del Liceo Darío Salas, Reinaldo conoció el mundo del montañismo y quedó cautivado. Los recursos para practicar la disciplina eran muy escasos en la época, por lo que comenzó a fabricarlos él mismo tras adquirir algunos conocimientos de su madre.
“Era súper difícil conseguir ropa de montaña. Entonces yo me la hacía, y me la hacía bien”, explicó a The Clinic en 2017. Carpas, sacos de dormir y mochilas fueron sus primeros proyectos.
La pérdida de su trabajo en la Biblioteca San Ignacio, en 1984, gatilló que ese pequeño emprendimiento tuviera que convertirse en algo más estable. Con los $20 mil que le quedaron en su bolsillo tras el despido, se fue a comprar tela y otros materiales para comenzar a fabricar más productos.
Durante una entrevista que dio a Francois Pouzet para su canal de Youtube, Reinaldo contaría que su objetivo no era crear una empresa que fuera creciendo, sino que inicialmente solo buscaba el sustento económico para sobrevivir. “No tenía ninguna pretensión de ser un compañía grande ni mucho menos, pero desde que empecé nunca más faltó la comida en mi casa”, detalló.
En esa etapa inicial la marca ni siquiera tenía nombre ni logo. Comenzó a ser conocida como Lippi tras una expedición al Himalaya que hizo el montañista Rodrigo Jordán, quien ocupó implementos creados por Reinaldo en esa aventura.
El boca a boca fue crucial para que el taller de Lippi fuera creciendo y con el paso del tiempo se posicionara como un competidor de otras marcas más famosas. Hasta que en 2004 Reinaldo y su entonces esposa, Vidalina Díaz, decidieron que era tiempo de pasar de ser un taller a una empresa y se asociaron con Rafael Vielva y Rafael Cvjetkovic, ambos ingenieros industriales de la Universidad Católica.
“Mi abogado me dijo que no firmara. No le hice caso, porque tenía muchas ganas de que resultara”, dijo Reinaldo a La Tercera en 2022. Esa decisión terminaría convirtiéndose en un dolor de cabeza, ya que él terminó saliendo desfavorecido del acuerdo y solo ganaba 250 mil pesos mensuales.
Luego de años de problemas, desacuerdos y demandas, Reinaldo y Vidalina concretaron su salida de Lippi en el año 2013. Los otros socios terminaron quedándose con la marca.
“Era como nuestro hijo. Perdí a mi ‘hijo’. Pero tienes dos opciones, o te vas llorando por la vida, o te paras. Y yo creo que me he parado bastante bien. Es más, no sé si me gustaría estar ahí de nuevo”, explicaba el fundador de la marca outdoor.
Pese a que en 2017 le ofrecieron regresar a la empresa, decidió rechazar la oferta.