Desde la PDI sostienen que hoy por hoy es “impracticable” llevar adelante el proceso que tiene más de 8.000 órdenes de expulsión pendientes de concretarse.
Un gran problema se gestó luego de que el gobierno venezolano decidió cerrar su embajada en Chile después de que el Presidente Gabriel Boric se negara a reconocer la reelección de Nicolás Maduro.
Según consta en La Tercera PM, la decisión diplomática ha generado un gran obstáculo en los procesos de expulsión de ciudadanos venezolanos.
Basta mencionar que desde el año 2018 se han registrado 1.107 expulsiones de venezolanos, pero más de 8.000 órdenes de expulsión están pendientes, muchas de las cuales ahora se enfrentan a demoras adicionales debido a la ausencia de un consulado.
Las expulsiones de venezolanos en Chile
De acuerdo con cifras reportadas desde el gobierno, solo durante este año ya se han registrado 222 expulsiones de venezolanos.
- 2018: 7 expulsiones
- 2019: 112 expulsiones
- 2020: 97 expulsiones
- 2021: 261 expulsiones
- 2022: 65 expulsiones
- 2023: 343 expulsiones
- 2024: 222 expulsiones
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, advirtió que sin el consulado venezolano en Chile, no se pueden obtener los salvoconductos necesarios para deportar a los ciudadanos venezolanos, por lo que no se puede verificar su identidad ni garantizar su entrada a Venezuela, lo que bloquea el proceso de expulsión.
De ahí que la Policía de Investigaciones (PDI) ha expresado preocupaciones sobre los riesgos que enfrentan sus efectivos al escoltar a los deportados hasta Venezuela, temiendo ser acusados de espionaje o detenidos.
Por ahora el gobierno chileno está explorando alternativas, como la posibilidad de que los expulsados viajen acompañados por PDI hasta Bogotá, Colombia, y luego continúen solos a Caracas, dependiendo de la cooperación de las aerolíneas.
Lo anterior se debe a que actualmente se exige de forma protocolar que dos detectives desarmados acompañen al expulsado hasta el destino, tarea que actualmente es considerada como “impracticable”.