Veinteañeros, de nacionalidad venezolana, colaboraban con Fiscalía en medio de una investigación reservada vinculada a la acción del crimen organizado. Algo falló.
Como Junior y Klivert se identificó a los dos veinteañeros que, a inicios de junio, fueron hallados sin vida en un sitio eriazo de la comuna de Lampa.
Ambas víctimas fueron ejecutadas con múltiples disparos en la cabeza.
De acuerdo a la investigación liderada por la Policía de Investigaciones (PDI) y el Equipo Contra el Crimen Organizado y Homicidios (ECOH), los jóvenes de nacionalidad venezolana tenían más de seis heridas de bala en el cráneo y en el torso.
“Fueron como dos ráfagas bien rápidas. Los bajaron, los dejaron correr y ahí les dispararon. Ahí cayeron. Por lo que dicen fue así, porque la sangre no estaba así como… les dispararon allí”, contó una vecina del sector a T13.
Eran testigos protegidos
De acuerdo a un reportaje del citado medio, ambos jóvenes colaboraban con la fiscalía en calidad de testigos protegidos en el marco de una investigación reservada vinculada a la acción del crimen organizado.
Al respecto, la jefa de la División de Víctimas y Testigos del Ministerio Público, Alicia Díaz, evitó entregar detalles sobre una posible falla en el proceso.
“Como son tipos de testigos que están bajo causas reservadas, tanto las medidas de protección como el proceso que ha ocurrido ahí para que se vulnerara la protección que les correspondía, no nos estamos pronunciando sobre eso porque podemos atentar a la reserva de la misma”, dijo.
Además, desde la Fiscalía aclararon que no hay datos oficiales sobre cuántos testigos protegidos han sido asesinados.
“Es muy menor. Nosotros tenemos, de modo permanente, una división que lleva mucho años en funcionamiento. A modo de dato, el año pasado nosotros tuvimos más de 13 mil testigos con protección y todos esos testigos recibieron sus medidas y no tuvimos ninguna persona que falleciera en el proceso penal”, precisó Díaz.
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