Se pone fin al secreto de Hugo Bustamante: confirman identidad de las nuevas víctimas del “asesino del tambor”

Hugo Bustamante reconoció participación en antiguo doble homicidio.
Hugo Bustamante reconoció participación en antiguo doble homicidio.

Extraña confesión del homicida terminó por resolver un caso que parecía sin solución. ¿Habrán más víctimas?

El Ministerio Público confirmó que los restos óseos que fueron hallados bajo tierra, en un domicilio de Villa Alemana, corresponden a Elena Hinojosa (55) y Eduardo Páez (27), madre e hijo, quienes fueron ultimados en 1996 por Hugo Bustamante, conocido como “el asesino del tambor”.

La información fue ratificada por el fiscal jefe de la comuna, Osvaldo Basso, quien detalló que “nos ha llegado el resultado de las pericias de ADN que habíamos solicitado al Servicio Médico Legal (SML) de Santiago, a la sección de Derechos Humanos”.

Macabra revelación

En junio pasado, Bustamante confesó su responsabilidad en este doble homicidio. Un delito que mantuvo en secreto por casi 30 años.

La inesperada declaración del criminal se dio en el marco de una conversación con la periodista Ivonne Toro, quien alista su libro “La niña Ámbar”.

Según consignó Ciper, a Bustamante se le consultó si le había quitado la vida a más personas de las ya conocidas públicamente. Fue allí cuando reveló dos nombres: Elena Hinojosa y Eduardo Páez, madre e hijo que desaparecieron en 1996 y que permanecían desaparecidos.

La periodista Ivonne Toro reveló una reciente charla con el asesino en serie, que se remonta a enero de este año. En la instancia, le mostró el testimonio que compartió a la policía en 1996, en el que figuraba la dirección de calle Covadonga 641, en Villa Alemana.

“Eduardo tenía un problema. Se metió donde no debía meterse y gastó plata que no debía gastar (…) Yo lo siento mucho. Incluso le expliqué en una carta: traté de hacer un bien, me hice un mal. Debí haberme callado. Esta cuestión debí dejarla ahí nomás, si durmiendo estaba re bien. Fui yo el bruto que la despertó”, respondió Bustamante, en su enigmático estilo.

“Traté de hacer algo bueno. Me equivoqué. No fue mala la intención, ¿me entiende? Yo quería agradecer. Dije: ‘Esta persona se está portando bien conmigo sabiendo que soy un canalla, un asesino. Me está viendo como un ser humano, como persona’”, agregó.

“A lo mejor es una forma loca, pero mi manera de agradecer fue esa. Dar algo de mí que yo no había ofrecido. Equivocada, pero fue mi manera. Tú fuiste buena conmigo y quise darte algo de mí que no esperabas. No hubo mala intención, ¿entiendes? No tuve mala intención”, le dijo a la periodista.

El testimonio completo de Bustamante y las más de 100 entrevistas realizadas por la periodista, se encuentran contenidos en el libro “La niña Ámbar”, que prontamente saldrá a la venta.

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