“Le gritaban ‘sapa, sapa’, y le pateaban la puerta del baño”.
Nuevos detalles se dan a conocer en torno al conflicto que protagonizó Cathy Barriga y la abogada Leonarda Villalobos en la cárcel de mujeres de San Miguel.
Cabe recordar que, de acuerdo a los antecedentes, la discusión involucró a más internas y habría desatado duras medidas por parte de Gendarmería contra las presas.
Según se filtró, la exalcaldesa de Maipú tuvo un duro enfrentamiento verbal con Villalobos y otras dos mujeres, a quienes acusó de estar hostigándola y maltratándola. El duro intercambio estuvo cerca de terminar en golpes.
Así las cosas, Gendarmería determinó el traslado de Leonarda al penal de San Joaquín y sanciones internas a las otras dos reclusas involucradas. ¿Y Cathy Barriga? Zafó de todo.
Nuevos detalles
Este martes, en Contigo en la mañana, el periodista Sergio Jara dio a conocer nuevos antecedentes del conflicto.
“La abogada de Leonarda Villalobos se comunica con uno de nuestros productores y nos dice que jamás hubo una entrevista pactada con un periodista de TVN, pero eso no es así, sí hay una autorización. Lo que sucede después, y por lo que no se concreta esta entrevista, es que Leonarda acusa que está siendo amenazada dentro del penal por dos internas que son las mismas con las que habría amedrentado a Cathy Barriga”, relató el periodista de CHV.
Pese a esta situación, la abogada se las habría ingeniado para dirigir la mala onda de las presas hacia Cathy Barriga.
“Con el paso del tiempo parece que se hicieron cercanas. Esto tiene que ver con una planificación de Leonarda para irse al Anexo Capitán Yáber. Cuando sale Cathy Barriga (de la cárcel) le escribe un familiar de una interna para contarle que Leonarda la está dejando mal con otra internas. Vuelve Cathy Barriga (a prisión preventiva) y se hace un allanamiento a las celdas, se encuentra un celular en una de estas celdas y Leonarda le dice a esta dos internas que la que sapeó fue Cathy Barriga. La deja como sapa, Cathy Barriga empieza a recibir hostigamiento de estas dos internas. Le gritan ‘sapa, sapa’, y le pateaban la puerta del baño”, añadió.