Sebastián Sichel, alcalde de Ñuñoa: “Quiero destrozar el ‘ñuñoismo’, quiero que el respeto sea la tónica y no el estigma”

Entrevista La Cuarta

A solo días de asumir la jefatura municipal, Sebastián Sichel relata el día más feliz y el más triste de su vida y habla sobre su pasión por la cocina y el hip hop. También aborda el concepto de “ñuñoismo” que se ha masificado en los últimos años. En política más dura, califica con un 3 o menos al gobierno de Gabriel Boric y se la juega con todo porque Evelyn Matthei es la mejor carta para llegar a La Moneda.

Caminando desde la sede municipal -unas seis cuadras- hasta la Casa de la Cultura, llega el recién asumido alcalde de Ñuñoa, Sebastián Sichel, a la entrevista con La Cuarta. Comenta que le molesta que la fuente del lugar no esté funcionando - según asegura, hace cuatro años- y confirma que bajo su administración se reparará. También dice que en su trayecto vio demasiados locales comerciales cerrados, algo que aspira a modificar en su gestión.

Así, en medio de la vorágine, a días de asumir la jefatura municipal, el alcalde se da el tiempo de contestar el cuestionario de del Diario Pop. Sichel relata el día más feliz y el más triste de su vida y habla sobre su pasión por la cocina y el hip hop. También aborda el concepto de “ñuñoismo” que se ha masificado en los últimos años. En política más dura, califica con un 3 o menos al gobierno de Gabriel Boric y se la juega con todo porque Evelyn Matthei es la mejor carta para llegar a La Moneda.

Acá una nueva “Historia sin comprimir” que puedes ver completa en el canal de YouTube de La Cuarta:

¿Cuál fue el día más feliz de su vida?

¡Uf!, yo creo que el día que me casé. Llevo 17 años casado con la Bárbara y creo que uno en la vida puede tomar buenas y malas decisiones, pero esa fue una excelente decisión, todos los días que la veo en la mañana creo que tomé la decisión correcta. Me atemperó, me hizo bien, me hizo, como dice una gran película, ser mejor persona. Así que recuerdo ese día como la gran decisión de mi vida, más que lo profesional y mis hijos y todo lo demás son consecuencia de eso.

¿Y el día más triste de su vida?

Cuando murió mi abuelo. Mi abuelo era mi papá. Él me crió, él hizo el rol de papá, pero además era persona muy cariñosa, muy cercana. Yo en general he tenido poca familia, mi mamá, la adoro, pero he sido más yo cuidador de ella que ella cuidadora mía. Y mi abuelo era mi gran fortaleza y se me murió poquito antes de titularme y me dolió mucho porque no me vio titulado que era como su gran aspiración, me iba a titular de abogado y murió el 2001, yo di el examen el 2002 y por lo tanto, me dio pena como no haberle dado ese regalo y que se me muriera antes. Y además fue bien rápido, fue cáncer a los 78 años, tampoco era joven, pero fue doloroso porque no esperaba que se muriera y en ese minuto me sentí verdaderamente solo. Sentí lo que era la soledad en una etapa difícil de la vida. Me dolió harto y todavía lo recuerdo.

Entrevista La Cuarta

¿Cuál fue la última serie que vio?

La última que vi fue Machos Alfa, una española, bien para cagarse de la risa, como de la deconstrucción masculina y lo que nos está pasando con el cambio de la época. La que más me ha gustado en la vida fue Mad Men, una gran serie. Si puedo recomendar una serie es la de Don Draper y toda la historia de una agencia de publicidad, por lo menos me reflejo yo en él, porque creo que tiene un poco esta personalidad de alguien que se armó solo. Y me gusta mucho también Peaky Blinders y Vikingos. Y la verdad, me pego a todas las series de Roma posible. Hay una en HBO vieja de Roma, hay una que se llama Domina también en Max. La última ¿sabes cuándo la vi? En la ansiedad entre que gané la elección y asumía, me pegué esta comedia española y Envidiosa, una Argentina que también la vi.

¿Alguna película que lo haya marcado?

¡Chuta! Hartas. Me gusta mucho un director italiano que se llama Paolo Sorrentino y tiene grandes películas en general, La Mano de Dios es la que más se hizo conocida en Chile, pero cualquiera de Sorrentino me gusta. Gladiador también una de mis películas favoritas, vi Gladiador II y anduve ahí con la guata no más, me gustó, pero las expectativas eran muy altas. Alta Fidelidad, una película de la Generación de los 2000, que es de un melómano que le gusta mucho la música, también me gusta mucho. Bajé una aplicación que se llama Movie, que tiene muy buen cine y en general veo muchas películas ahí que me gustan. La Grande Bellezza, vuelvo para atrás, no me podía acordar cómo era la película de Sorrentino que quería recomendar, un delirio italiano, pero maravilloso.

¿Algún cantante o grupo musical favorito?

Escucho harta música entonces paso por etapas. Chilenos: Los Chancho en Piedra, por lejos, me han gustado toda la vida. Entre los 20 y los 30 me pasé la vida yendo a recitales de los Chancho. Me gusta harto el hip hop chileno, creo que La Brígida Orquesta, la Ana Tijoux, Gran Rah, hay grandes hiphoperos chilenos que uno tiene que ponerle oreja, unos más vieja escuela, otros más nuevos, pero los escucho mucho. De afuera escucho harto rock, soy fanático de los Rolling Stones, siempre lo he sido. Arctic Monkeys me gustan mucho y además me crucé con mi hijo en el gusto con Arctic Monkeys, así que soy feliz. También me gusta Trueno, por ejemplo, un hiphopero argentino nuevo, voy ahora, el 19 diciembre, la otra semana, a verlo. Y escucho harto, la verdad, como hip hop o funk de afuera, entonces, sigo escuchando Hocus Pocus, que es francés, Public Enemy, que es de mi época, gringos. Escucho mucha música, igual uno se pone viejo, entonces el otro día fui al recital de Mijares y Emmanuel y como que lo gocé. No tengo placeres culpables en esto, me gusta todo. Me gusta harto la música italiana: Giani Bella, Lucio Dalla.

¿Tiene algún ídolo deportivo?

Marcelo “Matador” Salas. ¿Puedo contar una anécdota? Poco antes de meterme en esta campaña me encontré con él en un bar y me saludó. Te juro que yo primera vez que grité así como un groupie total y nos saludamos y en un minuto mi señora lo invitó a la mesa y nos firmó un autógrafo a los niños. Me dijo que me conocía, que me respetaba mucho y me dio como un tiritón y me sentí más nervioso. En la política me ha tocado conocer a mucha gente importante, pero cuando conocí al Matador Salas te juro que era un niño de 14 años viéndolo en el Nacional cuando le hicimos ese gol a la Católica después de 25 años de no ser campeones con la U y para mí es mi máximo ídolo y contagié a mis cabros con esa idolatría. Creo que además es admirable él como persona, mucho más piola que otros, pero que todo lo que sé de él es que hace cosas buenas y eso para mí también es admirable.

¿Algún pasatiempo desconocido?

Hay uno bien conocido: que me gusta cocinar. Ya ni siquiera es pasatiempo, cocino de lunes a domingo en mi casa. Anoche tuve que hacer unos filetes de cerdo al horno, porque me queda menos tiempo que otras veces. Es mi terapia, cocino a la hora que sea para el otro día. El fin de semana hice cola de mono, enguindado y longanizas, para aperarme para el verano. Es una forma terapéutica, de relajarme principalmente, la cocina es una fábrica permanente, como me dicen en la casa. Y subir cerros, siempre subo cerros, es mi forma también de meditar, subo cerros solo, ahora a veces con algunos amigos, pero esas tres horas, cuatro horas, que me pego en un cerro es la forma de pensar muchas cosas que me pasan en la vida.

Uno de los pasatiempos de Sebastián Sichel es cocinar.

¿Y tocar música? ¿Tenía una banda que se llamaba Pichulonco?

Sí, nunca tocamos música, eso era mula. En el fondo tenía una banda que era jugar a ser punki, porque no sabía hacer nada más que gritar y tocar guitarra. Y yo hacía como los hip hop en la banda, pero nunca tocamos, eso ya es demasiado creernos que hacíamos algo más que pasarlo bien.

¿Cuál es su red social favorita?

Instagram, cien por ciento. La gracia de Instagram es que tiene unos reels cortitos que te tiran muchas recetas, estoy enamorado de una italiana, búsquela por ahí, de dos: la Nona que es una influencer que cocina, pero hay una italiana joven que es actriz que también cocina y a ambas les sigo las recetas. Además, como gusta el cerro, me gustan mucho los árboles, tengo mucha cosa con la naturaleza en general. Y la que más odio es Twitter, porque encuentro que la gente ahí necesita urgente, urgente, desestresarse, tomarse un copete y salir a caminar. Como que el desahogo y la guerra completa en Twitter creo que es nocivo y provoca algo, yo lo enseñaba en clase, que se llama selección adversa, que cuando a uno le pueden decir todo el día que uno es simpático, pero una persona te dice hueón pesado, te quedas con eso en la cabeza. No lo tengo, no lo sigo, las pocas veces es para subir información, porque creo que es tóxico.

¿Se arrepiente de alguna publicación en alguna red social?

Hay una que ha dado vuelta, que yo bailaba en la campaña, que fue la campaña presidencial, que fue una humorada que hicimos con el equipo, porque estábamos grabando la franja y que ha dado tantas vueltas que cuando me fui, después de la campaña presidencial, yo me fui fuera de Chile a terminar mi doctorado, escribir la tesis, hasta amigos de allá me la mandaban, ha dado vuelta por todos lados en que yo aparezco bailando. Igual me da un poco vergüenza, sobre todo ahora que ya estoy más viejo y que no bailo tan bien tampoco.

Sebastián Sichel asumió la alcaldia de Ñuñoa el pasado 6 de diciembre.

¿Qué opina del concepto del “ñuñoismo” que se instaló en la comuna?

Una mala caricatura. La gracia de la gente de Ñuñoa es que más libre que la cresta, que define su propio plan de vida y cuando tú lo categorizas, lo matas. Si la gracia de ser de Ñuñoa es que si quieres ser conservador eres conservador, si quieres ser liberal eres liberal, católico, ateo, vegano, bueno para el asado, de izquierda, de derecha. Y cuando esa libertad la transformas en una categoría, la destrozas, porque deja de ser libre. Entonces el “ñuñoino” era vegano, era del Frente Amplio, comía pan de masa madre, que es legítimo hacerlo, pero no es la única forma de ser de Ñuñoa. Por tanto la gran gracia de Ñuñoa, creo que es vivir la libertad y cuando tú lo encapsulas en un solo concepto, pierdes el valor de Ñuñoa. Para mi Ñuñoa, si bien no es el centro de Chile, es el corazón de Chile, representa lo que somos los chilenos, que nos gusta echarle para adelante, somos perseverantes y definimos nuestra vida. Esa caricatura le hizo mal, porque estableció como un dibujo de cómo había que ser de Ñuñoa.

¿Con su llegada el sillón municipal esto va a cambiar?

Quiero destrozarlo, quiero que el respeto sea la tónica y no el estigma y la caricatura. Me encantaría que podamos hacer asados carnívoros y veganos en la misma parrilla y seamos igual de felices, ¿cachai? Y que nadie mire con superioridad moral al otro y yo voy a pelear por eso. Me he encontrado con mucho gallo del Frente Amplio aquí con mucha superioridad moral, que hay una forma correcta de ser, de cómo vestirte, cómo tienes el pelo. Nicanor Parra tenía una gran frase, que él era un embutido de ángel y demonio. Yo soy embutido de tantas cosas, orgulloso de serlo. A mí la gente me dice “es que usted amarillo”, no, soy orgulloso de ser súper liberal en lo valórico, pero también creer en el mercado profundamente, ser súper respetuoso a mi familia y ser conservador en la forma en que concibo la familia, pero además que me gusta el hip hop, siendo una persona que está en la centroderecha. O sea, me gusta romper paradigmas, en eso soy radical y quiero como alcalde también romper ese paradigma del ñuñoismo. Sí, quiero que en Ñuñoa prime la libertad, esa defensa de la autonomía individual, esa defensa del proyecto de vida de cada uno y no que terminemos siendo estigmas. Mira, para lo bueno y para lo malo, pero una de las cosas peores que hizo el Frente Amplio y que también está haciendo muy mal la gente de derecha, del otro lado, es que está transformándonos en malas caricaturas. Y cuando tu formas una mala de caricatura, la película aburre, aburre completamente y yo quiero que seamos entretenidos y por lo tanto, respetemos nuestras formas de ser.

¿Cuál va a ser la gran diferencia con su antecesora?

Lo primero es mejorar la gestión. Los municipios tenemos una tremenda pega, no administramos plata propia, la plata que tiene un municipio no la generamos nosotros, la genera la gente sacándose la cresta, pagando sus patentes, pagando sus impuestos y tenemos el deber de usar bien esa plata y eso significa no usar esto como caja pagadora de operadores políticos. Aquí esa pileta debería estar funcionando y no está funcionando y sin embargo hay gente en exceso contratada. La segunda, es el respeto como norma y por lo tanto, hacer políticas públicas que beneficien a todos y no solo los que piensan como yo. Por lo tanto, voy a apoyar, por supuesto, y siempre he estado en las distintas orientaciones sexuales, pero también voy a apoyar a los grupos católicos que hay en esta comuna, también voy a apoyar a los ciclistas, pero también voy a apoyar al automovilista. Y lo último, en el norte más importante, esta sensación de que Ñuñoa es el corazón de Chile y que por lo tanto, aquí se puede venir a vivir bien. Que Irarrázaval sea el polo comercial de Santiago que desplace a Providencia en eso y que sea un epicentro cultural. Y en eso el municipio puede hacer mucho, porque básicamente una comuna ordenada, segura, que promueve el comercio, que promueve la cultura, puede ayudar a que la gente venga a Ñuñoa.

¿Qué figura del otro sector político valora?

Claudio Castro, alcalde de Renca, creo que es un tremendo alcalde, lo conozco hace muchos años. Una comuna que estaba en decadencia la está transformando en una comuna en que la infraestructura pública y los servicios públicos están al servicio de los ciudadanos. Como ministro de Desarrollo Social me tocó trabajar con él, ver la política social que hace, me saco el sombrero con la pega que hace Claudio Castro. La Claudia Pizarro, en La Pintana, tremenda alcaldesa, que le pone el corazón, el empeño y la gestión al municipio, la admiro harto, se lo he dicho en televisión, se lo digo ahora también fuertemente. El ministro Juan Carlos Muñoz, el ministro de Transportes, creo que es un gran ministro que ha ido mejorando sistemáticamente la red de transporte y así muchos más. No sirvo para decir, para jugar a la guerra fría en la política, ni creer que los de izquierda son malos y los del otro lado son buenos. En general creo que hay gente buena en todos lados, así como hay gente mala en todos lados. Podemos tener ideas distintas, pero hay grandes políticos también al otro lado del puente en que estoy yo.

¿Qué nota le pone al gobierno de Gabriel Boric?

Ahí sí soy más crudo. Yo creo que está más cerca del 3. Por cosas que para mí son vitales. Un país que no crece, que no genera pega, que no tiene empleo, que a las Pymes les va mal, es un país que está no solo deprimido, que tiene poco futuro. Este gobierno no solo es culpable de la situación económica, sino que fue gestor de la crisis económica que estamos viviendo, impulsando, en su minuto, los retiros cuando eran oposición, después haciéndose un poco los boby, los locos, con el tema de la violencia callejera después de octubre y por lo tanto, tienen alta responsabilidad en la crisis que está viviendo el comercio. Y después pensé que ellos iban a llegar e iban a tener conciencia de que la economía si no la movían y no había pega y no apoyaban los emprendimientos íbamos a quedarnos en la trampa y nos quedamos en la trampa. Y esa crisis creo que la vamos a pagar mucho tiempo más. Creo que es un muy mal gobierno y creo que esta frase permanente que ellos dicen “otra cosa es con guitarra” “ha sido un aprendizaje”, dijo el otro día Crispi y la ministra Vallejo dijo algo parecido, es el peor ejemplo lo que tiene que pasar. Uno no viene a aprender a los cargos públicos. Si a mí el sueldo me lo paga la gente que está acá y un gobierno que además reconoce que vino a aprender, creo que es vergonzoso, no hay tiempo. Tengo una muy mala evaluación no personal, sino política y de gestión de un gobierno que se ha farreado la gran oportunidad que le dieron los chilenos de hacer cambios, no simplemente que quedaran en la retórica o las lindas frases del Presidente, que para mí son eso, lindas frases. Y cierro, que el caso Monsalve, además, rompe la premisa esencial, que además fueron tan buenos para apuntar con el dedo. Me tocó la campaña y me sacaron la re cresta, con superioridad moral, siendo que creo que he hecho lo correcto y que nunca he tenido ni siquiera un rasguño en mi vida profesional, judicial, de ningún tipo y hoy día verlos como se tapan, se esconden, cuando se trata de ellos y tienen acusaciones tan graves o delitos tan graves como una acusación de violación o el caso de las fundaciones. Me duele verlos que cuando administraban plata pública no solo no fueron lo suficientemente estrictos, sino que además se transformaron en una red de protección entre ellos, lo que es brutal. Es inconcebible creer que lo de Democracia Viva o toda la red de fundaciones que había, fue concebida solo por los que estaban en las fundaciones, así como es inconcebible creer que lo de Monsalve solo es de responsabilidad personal, cuando ha pasado todo lo que pasó con la acusación. Entonces, en gestión yo diría que un 3, pero además en su condición de líderes que deben dar el ejemplo, menos que un 3, porque instalaron una política que era una religión, ellos eran mejores que los que estaban, pero además que era moralizante. No solo eran mejores, sino que iban a hacer el bien. Y ambas cosas quedaron en entredicho. Es mejor la humildad, de decir voy a hacer la pega y la humildad también de saber que hay gente mala en todos lados y que uno tiene que combatirlos y no creer que los malos solo son los del lado que están al frente, porque se ha demostrado en su gobierno que no es así.

Sichel tiene una muy mala evaluación de la gestión de Gabriel Boric.

¿Qué nota le pondría a la oposición?

Voy a andar en 4,5. Tampoco es para ponernos felices. ¿Por qué? Porque la oposición, viendo un gobierno como este, debería estar unida, debería ser un gran pacto, debería tener un programa de gobierno. Veo otra vez a José Antonio Kast corriendo solo. La obsesión del caballo loco que corre solo de José Antonio Kast solo le hace daño a la posibilidad de ser gobierno. Yo creo que gran parte del gobierno de Boric es culpa de José Antonio Kast, de no querer ir a la primaria, quiere correr solo, le importa solo su partido y ese egoísmo lo que está haciendo, básicamente, es desarticular algo que hace tiempo no pasaba en Chile, la posibilidad de tener una coalición amplia, que va desde gente de centro izquierda, que venía la centro izquierda como Amarillos, Demócratas, hasta gente de derecha como republicanos con un programa de gobierno y una visión común, que es lo que logró la Concertación después de la dictadura. Qué gran oportunidad tiene la gente de centro derecha, de centro en Chile y de derecha, de construir un pacto que le dé gobernabilidad a Chile. Pero los gustitos personales de ciertos sectores de la oposición o el caudillismo destroza esa capacidad de unidad. Evaluó mucho mejor, con un 6, a Evelyn Matthei y otros liderazgos que están buscando esta unidad. Pero me pasa que en su conjunto veo que no hemos sido capaces de ponernos de acuerdo.

¿Quién le gustaría fuera del próximo Presidente de Chile?

Evelyn Matthei, sin ninguna duda. Creo que ha sido una gran gestora como alcaldesa, que tiene todo la experiencia política, es liberal, además, en términos valóricos y creo que además tiene el talante que requiere un país después de un mal gobierno como el de Gabriel Boric. Que es básicamente esa idea de la decisión, del orden, de la autoridad, que se tiene que imponer cuando tienes un país en el caos. Los presidentes, no nacen Presidente, son los presidentes adecuados en los momentos adecuados del país. El otro día Carlos Peña decía, no me acuerdo cuál fue la frase exacta, pero que Gabriel Boric era un presidente inadecuado, algo así usó, yo diría que al revés, tenemos que buscar la Presidenta adecuada y yo creo que en el minuto que está viviendo Chile, en que requiere orden, seguridad, mirada de largo plazo y capacidad de gestión, es la mejor candidata que puede haber para ser Presidenta de Chile.

¿Se aventuraría a una nueva candidatura presidencial?

Yo la vez que fui candidato presidencial fue una casualidad. Algo han escuchado en mi vida, pero a mí nadie me sirvió... A muchos de los que están hoy día en el poder, Claudio Orrego es hijo de otro político, Felipe Kast es hijo de otro político, Evelyn Matthei es hijo de, Michelle Bachelet es hijo de un comandante de las Fuerzas Armadas, como que la vida los preparó para ser Presidente de la República, a mí la vida me preparó para ser abogado. Y por lo tanto estoy muy orgulloso de haber sido ministro, presidente del Banco, alcalde, con esto estoy más que satisfecho. Creo que no depende de mí ser Presidente y sería absurdo que yo dijera voy a ser candidato de nuevo. Creo que es una decisión de los ciudadanos, de la evaluación pública, pero estoy satisfecho en política con ser el mejor alcalde de Ñuñoa que haya habido y esa es mi pelea del día.

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