Un cambio generacional pro-ecología operaría entre los anarquistas que se adjudicaron ataque contra Cementos Melón

Un nuevo reportaje da cuenta de cómo habría mutado la operación “anarquista insurreccionalista” que se adjudicó un ataque incendiario en la Región de Valparaíso.

A comienzos de agosto un atentado incendiario afectó las instalaciones de Cementos Melón y Áridos Río Maipo en las cercanías de la localidad de Llolleo, en la Región de Valparaíso.

El ataque, que destruyó maquinaria y dañó oficinas, fue reivindicado por el grupo anarquista “Célula insurreccional por el Maipo. Nueva Subversión”.

Fue el tercer acto de sabotaje de la agrupación y se sumó a otros seis atentados similares.

Según consta en un reportaje de Radio Bíobío, todo se enmarcaría en una serie de acciones que buscan frenar actividades industriales que este tipo de grupos considera como perjudiciales para el medio ambiente.

Al mismo tiempo, el reporte apunta a que desde mediados desde 2022 “se ha observado un cambio en los grupos anarquistas insurreccionalistas” en el marco del proyecto “Nueva Subversión”, buscando atraer jóvenes simpatizantes en la ecología.

A grandes rasgos, explican que su accionar “refleja un recambio generacional”, pues inicialmente el grupo en 2023 tuvo un discurso “mayoritariamente ecologista”, pero el más reciente comunicado apunta a “una reivindicación insurreccionalista” que implicaría que anarquistas que vienen actuando desde el año 2010 se han involucrado en la operación.

“En este sector, al igual que en otros tramos del río, la actividad cementera y de extracción de áridos conlleva el sacrificio ecológico y la degradación de las comunidades que habitan el entorno, convirtiéndose así en otra zona de sacrificio (…), nos hacemos parte del mismo llevando a la práctica con convicción nuestra apuesta por la violencia revolucionaria anárquica como método concreto y necesario para la agudización del conflicto por la tierra y la liberación total”, apuntó el grupo responsable tras el ataque a Cementos Melón y Áridos Río Maipo.

En esa línea, el ataque en Lloleo formaría parte de la campaña internacional “Switch Off!”, dirigida a instituciones que, según los activistas, causan daño ecológico.

Y dicha iniciativa, que entrega información para los sabotajes y los “insumos ideológicos” para su justificación, también buscaría reclutar mayoritariamente a jóvenes para llevar a cabo este tipo de acciones, pues estos se interesan mucho más por la acción directa en los temas ecológicos.

Consideren que la célula previamente realizó un ataque “antiespecista” para sabotear la producción y transporte de la faenadora y frigorífico Cordillera, apuntando contra los efectos ecológicos y económicos de ese tipo de industria.

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