Académico aventuró la posibilidad de una maniobra oculta para “medir” cómo se reaccionaba.
En todo un enigma se convirtió el “tráfico aéreo no identificado” en Magallanes, que obligó a la Fuerza Aérea de Chile a enviar sus aviones caza F-5. No lograron dar con la aeronave y Argentina negó tajantemente alguna relación.
Fue al anochecer del martes cuando los radares detectaron un vuelo a baja altura en la zona oriental del estrecho de Magallanes, sin identificación ni menos autorización. Se activó el protocolo y salieron aviones F-5 a su encuentro. No se supo si fue avión, helicóptero u otro tipo de nave. Simplemente desapareció.
Desde la FACH consultaron a la aeronáutica argentina, pero allá descartaron algún vuelo a esa hora y en ese lugar. Desde el Gobierno de Javier Milei fueron más duros y se desmarcaron completamente: “No nos vamos a hacer cargo de algo que no tenemos responsabilidad”, dijo una fuente gubernamental a Infobae.
En tanto, en Chile comenzó a resonar una teoría. Fernando Wilson, magíster en Ciencias Políticas, consultor en Defensa y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, comentó en LUN que, eventualmente y siempre como conjetura, podría tratarse de una oculta maniobra militar organizada desde el vecino país.
La teoría que ronda sobre el “avión fantasma”
Aseguró que antes del tratado de paz y amistad de 1984, este tipo de incursiones “eran bastante frecuentes”, y en los últimos años -a su juicio- “se comienza a notar un cierto ánimo argentino de marcar su presencia en la zona austral”.
Recordó como ejemplo el caso de los paneles solares, donde “el verdadero problema” era “qué tenía que hacer una estación argentina” monitoreando el Estrecho, cuando “es de soberanía chilena” y no les debería interesar.
Con ese trasfondo, Wilson aventuró que si realmente fuese algo intencional desde Argentina, “uno de los motivos es para medir el tiempo de respuesta de Chile, con qué velocidad responde y sale”.
“Normalmente los QRA (Alerta de Reacción Rápida) están en distintos niveles de alerta: a los 5, a los 15, a los 30 minutos. Es el tiempo que toma un aparato en despegar desde la alerta. Son protocolos de la OTAN”, detalló.
El analista Guillermo Holzmann matizó al citado medio que “hay un protocolo y los tiempos de respuesta en tiempos de paz y en tiempos de guerra son distintos, aún cuando el protocolo y el uso del material aéreo que se utilice pueda ser el mismo. Ese tiempo de respuesta suele ser una cuestión reservada”, indicó.
Desde el Gobierno aseguraron que han estado en contacto con las autoridades argentinas y se está investigando lo ocurrido.
