La víctima fue asesinada sin oponer resistencia, en pleno Barrio Yungay. Lo que parecía un simple robo derivó en todo un misterio.
Un crudo y detallado análisis realizó el retirado subcomisario de la PDI, José Miguel Vallejo, más conocido como el Inspector Vallejo, sobre el asesinato a sangre fría ocurrido el pasado 1 de mayo en el Barrio Yungay de Santiago.
El crimen se registró en calle Libertad y sus imágenes horrorizaron al país: un sujeto armado, aparentemente en un robo, disparó en el rostro a la víctima y le provocó la muerte en el lugar. El fallecido fue identificado como Rubén Limache, ciudadano peruano que ingresó a Chile como turista.
Las primeras diligencias permitieron detener al presunto pistolero, el venezolano Yuber Medina, con situación regular en el país. Además, surgió un antecedente que le dio un vuelco a lo que parecía un simple pero brutal asalto: la pareja de Limache reveló que él y su asesino se habían reunido un día antes. Hasta ahora se desconoce el motivo.
El análisis del Inspector Vallejo sobre crimen en Barrio Yungay
“¿Qué esconde el asesino del ciudadano peruano Rubén Limache?”, se preguntó el Inspector Vallejo sobre este caso. “A decir verdad, el video que lo inculpa debiera bastar para condenarlo. Pero es un candado cerrado”, advirtió.
El expolicía destacó que, de lo sabido, el imputado “no era un consumidor de drogas” y “no figura pericialmente en homicidios anteriores”, tampoco el arma utilizada. “Su acercamiento a su víctima, en el día anterior, no pasó de unos minutos. Sin embargo,la cita es real y el propósito homicida también lo es”, indicó.
Sobre lo que se ve en la grabación, “casi pudiera decirse que el robo del celular y la billetera eran necesarios para simular un asalto con resultado de muerte, aunque ya está claro que el fin era un homicidio planificado”, analizó Vallejo en su cuenta de X.
En ese sentido, el Inspector apuntó hacia un revelador detalle: El homicida disparó “con un tiro ‘a boca de jarro’, casi con apoyo de cañón, propio de delincuentes de mucha expertise y sangre fría”.
En la misma línea, Vallejo mencionó que en la actitud del imputado podría haber un “mensaje oculto”.
“Su boca sellada ante la justicia chilena pareciera enviar un mensaje oculto a otros y no estamos seguros de que logremos saberlo. Pero le espera, al final del camino, la cárcel y de algo estaremos seguros: se ha puesto detrás de las rejas a un extranjero con un historial y una capacidad homicida desconocida. Como tantos otros de su origen, que no aparentan serlo”, manifestó.
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