Crítica de cine: Bremen, un viaje pobre pero honrado

Bremen, la película creada y protagonizada por los integrantes de la banda chilena Ases Falsos, es una adaptación libre del cuento “Los músicos de Bremen” de los hermanos Grimm, donde cuatro animales marginados se unen en busca de un paraíso imaginario.
Bremen, la película creada y protagonizada por los integrantes de la banda chilena Ases Falsos, es una adaptación libre del cuento “Los músicos de Bremen” de los hermanos Grimm, donde cuatro animales marginados se unen en busca de un paraíso imaginario.

Con un presupuesto ínfimo, protagonismo amateur y un espíritu creativo que sale del molde, la banda chilena Ases Falsos presenta su obra póstuma para transformar el cuento de los hermanos Grimm en una odisea sin rumbo, pero con humor, crítica social y anhelo artístico.

Cuando te enfrentas a una película como Bremen, de inmediato tienes claro que no puedes juzgarla con la misma vara que una producción tradicional de pequeña, mediana ni menos gran escala. No solo es una película de presupuesto ínfimo, de esas que piensas que fueron hechas pagando con un completo y una bebida, sino que también tiene un génesis que incluye el aporte de fans para su financiamiento, sale del molde de lo que habitualmente se ve en pantalla grande y no cuenta con actores profesionales en los roles protagónicos. Y precisamente esa es su gracia.

Producida y protagonizada por los integrantes de la banda de rock chilena Ases Falsos, esta aventura creativa con elementos medio surrealistas es una adaptación muy libre del cuento “Los músicos de Bremen” de los hermanos Grimm, presentando a cuatro animales domésticos aparentemente inútiles que temen ser sacrificados. Claro que su música y la propia amistad que van forjando los salva de forma excéntrica y completamente fortuita.

Comenzando con la historia de un burro (Daniel de la Fuente, baterista) que escapa tras escuchar que será convertido en charqui, aquella huida da pie a una serie de encuentros casuales que van forjando su cuento de hadas. Primero se suma el perro fiel (Simón Sanchez, bajista) que conoce de Bremen gracias a un invento del burro y luego llegan el gato cuentero (Francisco Rojas, tecladista/guitarrista) y el gallo soñador (Cristóbal Briceño, vocalista/guitarrista/compositor y ahora director/guionista).

Todo eso termina dando pie a una banda itinerante de inocentes que no saben nada y que está unida por la miseria y la marginación. Y es a partir de ahí en donde se trazan como objetivo llegar a la mística ciudad de Bremen, un verdadero paraíso salido de sus cabezas en donde todos podrán ser felices, aunque no tienen ni un solo peso para concretar esa travesía. Mas aún, tras una serie de vicisitudes, que incluyen el encuentro con un productor musical que se quiere aprovechar del grupo y una cacería iniciada por los dueños del burro, poco a poco va quedando claro que el Bremen de sus cabezas probablemente nunca será alcanzado. Pero quizás eso no importa si logran mantenerse en compañía.

Bremen

Considerando que la banda actualmente está en receso indefinido, anunciado a fines de 2023, uno de los puntos fuertes de Bremen radica en el cómo refleja la búsqueda musical y establece un diálogo sobre el ansia creativa. Aunque desconozco completamente las razones de fondo que llevaron a la pausa de la banda, y el revival de Fother Muckers por parte de algunos de sus integrantes, la experiencia de ver Bremen deja en claro su objetivo de salir de los moldes, pero también refleja los anhelos de dar con un sentido creativo.

Quizás por la forma surreal en que está construida la película, la base de presupuesto ínfimo y la intersección de secuencias que quiebran el relato, incluyendo elementos del imaginario chileno, no me sorprendería que haya gente que piense que esto en realidad no tiene sentido o que es solo un chiche para fans de la banda. Pero creo que constantemente Bremen refleja su búsqueda y, a la vez, crea paralelos que son súper llamativos para dejar en claro su foco artístico.

Solo por citar un ejemplo reconocido del cuento original, los cuatro animales inevitablemente dan con la casa de unos bandidos. ¿Resultado? Los sujetos aquí son claramente parte de una directiva de un partido de derecha, con todo y una caracterización completamente reconocible, que está organizando sus propias felonías desde su perdido cuartel en el medio del bosque. Y sumen extraños taxidermistas, viajes en micros, momentos de comedia burda y, obviamente, un pegajoso single que clama por la identidad de estos músicos de Bremen.

El gran pero con Bremen no involucra a sus músicos actuando, su puesta en escena o algunos elementos de su guión, que interpreta las bases del cuento de los hermanos Grimm, sino que tiene relación con un elemento de su propia condición. Al ser una película de presupuesto limitado, no debiese tener la duración que determinó su edición final. De hecho, la película se hace más larga de lo que debería y hay un par de secuencias que se sienten que están demás, especialmente en su último acto. Pero debido al carácter experimental de toda esta propuesta, tampoco se trata de un algo que arruine la experiencia de ver lo amateur, raro y único que termina siendo Bremen. Y ahí es donde hay espacio para apreciar este trabajo póstumo sin ser fan de Ases Falsos.

Bremen ya fue estrenada y está siendo presentada en las siguientes funciones:

Jueves 19 de diciembre

- Santiago | Sala Nemesio Antunez | 21:30

- Santiago | Cineteca Nacional de Chile | 19:00

- Concepción | Alianza Francesa | 19:00 @afconce

- Coyhaique | Centro Cultural de Coyhaique | 19:00 @culturacoyhaique

Viernes 20 de diciembre

- Santiago | Cineteca Nacional de Chile | 19:00

- Santiago | Sala Nemesio Antunez | 21:30 (cineforo + guitarreo con C. Briceño)

Sábado 21 de diciembre

- Antogasta | Esquina Retornable | 20:00

- Santiago | Cineteca Nacional de Chile | 19:00

- Santiago | Sala Nemesio Antunez | 19:00

Domingo 22 de diciembre

- Santiago | Cineteca Nacional | 18:00

Puedes conocer más detalles e información sobre funciones en el Instagram de la película.

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