Crítica de Cine: Los Siete Pecados Capitales, mucho más que lo que hay en la caja

Seven: Más allá de la caja, un thriller que redefinió el cine de suspenso.
Seven: Más allá de la caja, un thriller que redefinió el cine de suspenso.

La obra maestra de David Fincher no solo marcó un antes y un después en los thrillers psicológicos, sino que también sigue atrapando a las audiencias con su atmósfera opresiva, su narrativa sombría y su icónico final que aún pone los pelos de punta 30 años después.

Que la escena de una película se convierta en un símbolo reconocido y compartido por muchas personas no es tarea fácil. De hecho, que una producción lo logre garantiza su permanencia en la posteridad como un verdadero clásico. Sin embargo, aunque la escena de la caja está adherida a fuego en la memoria y frecuentemente aparece en conversaciones, casi como un meme, Seven, mejor conocida en Hispanoamérica como Los Siete Pecados Capitales, es mucho más que una sola escena.

La segunda película de David Fincher, tras su salto desde los videoclips con Alien 3, sigue siendo hasta el día de hoy una propuesta fresca, tanto en su dirección artística como en su estructura narrativa, estableciendo factores que sin duda la vuelven imperecedera. No solo eso, un nuevo visionado –a propósito de su relanzamiento por su aniversario– evidencia por qué marcó un antes y un después para el cine de suspenso y los thrillers psicológicos sobre asesinos seriales.

De partida, tanto su atmósfera oscura, como su narrativa sombría y su enfoque en temas morales profundos influyeron en muchas producciones posteriores, dando pie a una serie de sucesoras que nunca lograron recrear el impacto de esta obra de 1995. Es decir, basta recordar a El coleccionista de huesos (1999) como un ejemplo que se quedó solo en la superficie.

Pero el manejo de la tensión del caso, su espectáculo visual y el agobio que logra transmitir gracias a su premisa, no solo generaron imitaciones que nunca estuvieron a la altura del talento de Fincher, sino que siguen atrapando a la audiencia. Incluso si ya sabes lo que hay en la caja.

Seven

Dando protagonismo a una ciudad gris, lluviosa y deprimente como reflejo de una sociedad que gesta mentes retorcidas, a estas alturas no tiene mayor sentido escudriñar en las bases de la premisa de Seven. Basta decir que su historia se centra en dos detectives, uno viejo y curtido en la vida (Morgan Freeman) y otro joven e impulsivo (Brad Pitt), que reciben la tarea de investigar a un asesino en serie con un plan tan macabro como metódico. Y es que aquel verdadero enigma viviente se dedica a cometer crímenes basados en los siete pecados capitales (como la gula o la avaricia), dejando pistas tétricas que poco a poco ponen los pelos de punta y, además, ayudan a fortalecer la relación entre los detectives. Pero mientras ambos desentrañan el caso, la tensión crece de forma exponencial hasta su icónico final que expone una obra maestra macabra.

Con una atmósfera de cine negro espectacular gracias a su ambientación opresiva, su uso magistral de luces y sombras para crear tensión, además de una narrativa fatalista sobre la corrupción social, reforzada por la estética visual desaturada y claustrofóbica de Fincher, Los Siete Pecados Capitales también destaca por las actuaciones magnéticas de Morgan Freeman y Kevin Spacey, quienes contribuyen al carácter imperecedero de esta producción.

En esa línea, muchas críticas negativas hacia la película se centraron en Brad Pitt, quien por esos años recién comenzaba a desprenderse de la imagen de galán que solo había sido reforzada con Entrevista con el Vampiro y Leyendas de Pasión. Sin embargo, en retrospectiva, el trabajo del actor fue incluso encomiable, saliendo del terreno del cliché y siendo clave para que la secuencia final haya mantenido su fuerza durante 30 años.

Repito, Seven es mucho más que la escena de la caja, por mucho que inevitablemente todo termine volcándose hacia ella. De hecho, no se puede terminar esta revisión sin recordar que muchos siguen evaluándola como satisfactoria y apropiada para todo el oscuro preludio previo, mientras otros se niegan a aceptar la imposibilidad de un final feliz. Pero ya Ernest Hemingway lo escribió alguna vez: ‘El mundo es un lugar maravilloso y vale la pena luchar por él’. Tal como decía Somerset, estoy de acuerdo con la segunda parte.

Seven: Los Siete Pecados Capitales ya está disponible en cines como parte de su relanzamiento por su 30° aniversario.

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