Crítica de Furiosa, la mejor precuela de la historia

"Furiosa: de la saga Mad Max" llegará a los cines el jueves 23 de mayo.

La nueva película de George Miller no descansa sobre lo que hizo Mad Max: Fury Road ni intenta hacer lo que hacen casi todos los estudios hoy por hoy: copiar o estirar una fórmula. Por el contrario, aquí el mago del cine toma el caldero, crea un nuevo hechizo y hace nueva magia en la pantalla.

Comparar a Furiosa con Mad Max: Fury Road inicialmente es inevitable. De hecho, esa confrontación marcó mi primera impresión apenas terminó la función de la nueva película de George Miller. Más aún, reconozco que recién estaban pasando los créditos finales cuando en mi cabeza ya se instalaba la necesidad de clasificar a una por sobre la otra.

Dicha labor de examinación rápidamente se volvió algo difícil porque, en primer lugar, Mad Max: Fury Road es una de las mejores películas de acción y, sin duda, también es una de las mejores películas realizadas durante este siglo.

No está de más recalcar que aquella obra de 2015 lo tuvo todo: una artesanía visual al más alto nivel, un cuidado por la creación de mundo que es excepcional y una historia plagada de detalles que expanden a toda su creación. O sea, solo la gente a la que le faltan palos para el puente comenzó a graznar, como si fuese un meme, que dicha Fury Road no tenía historia. Pero la tenía y mucha, con todas las balas del subtexto y el valhalla prometido de trasfondo, por lo que la comparación con cualquier otra película generalmente es una labor fútil.

Quizás por eso inicialmente encogí un poco los hombros, pues sentí que Furiosa estaba al menos un escalón debajo del torbellino de Fury Road. Lo sentía en términos de acción, pero igualmente por mis propias demenciales expectativas que nunca se podrían haber conformado con nada, ni aunque Furiosa pudiese dar la batalla y estar a la par.

Lo bueno es que deseché esa ansia de compararlo todo al sentir una bofetada de claridad al salir del cine: no tiene sentido comparar a ambas películas.

Anya Taylor-Joy en el rol de Furiosa.

La comparación definitivamente no viene a lugar porque Furiosa no solo es la mejor precuela de todos los tiempos, sino que además nunca busca copiar ni imitar a su predecesora. Lo suyo es expandir con gran habilidad un sendero vengativo, el cual empuja desde los primeros minutos en base a su personaje principal, para solidificar al maestro mundo y la visión clara de George Miller y su equipo. De ahí que ambas películas son un majestuoso tándem y aunque Fury Road puede vivir sin Furiosa, esta última logra dar con varias cosas que la validan.

En esa tarea, que habría sido imposible en manos menos hábiles, los realizadores consiguen escudriñar una historia que es tanto complementaria para el mundo de Fury Road, como una apuesta que se vale por si misma al poner el acento lejos de todo el peso que acarrea una figura como el dueño del Interceptor V8, Mad Max.

Claro, en esta nueva película obviamente exploran varios elementos tanteados en la película anterior, desde las locaciones a los mecanismos de su árido mundo post-acalíptico, pero también nos presentan en el camino a aquellos flancos no vistos del mundo de los War Boys y el deplorable estado de la humanidad alrededor de la ciudadela. Sí, tenemos a Inmortan Joe, su prole, un nuevo señor de la Guerra y aquello que mató al mundo como se establecía en Fury Road, pero al mismo tiempo crean un estudio de personaje sólido sobre alguien que lo pierde todo, a riesgo inclusive de ceder su propia humanidad y transformarse justamente en lo que odia.

Al igual debo recalcar que, a pesar de que Furiosa no es una persecución incansable como la de aquella fortaleza en ruedas conocida como el War Rig en Fury Road, en esta nueva producción se las ingenian para tener un puñado de escenas que realmente desencajan mandíbulas y hacen explotar la pantalla de forma magnánima.

En Furiosa inventan secuencias nuevas de acción que se sienten absolutamente llamativas, las cuales fueron creadas con una máxima pericia y son desplegadas sin parangón a 24 cuadros por segundo: ya sea con los impresionantes actos de levitación del maestro equipo de dobles, incluyendo malabares por cada rincón imaginable de las bestias de metal que vemos a lo largo de la película, o en la propia destrucción vehícular que cualquiera podría esperar de algo que forma parte de la saga de Mad Max.

Chris Hemsworth en el rol de Dementus.

Mejor aún, Furiosa acertadamente pone el pie en el freno para tomarse el tiempo y escudriñar en por qué diablos era necesario contar la historia de su personaje titular, a quien aquí primero conocemos siendo una pequeña niña que es interpretada de forma espectacular por Alyla Browne.

En esa línea, y tal y como ya estaba establecido en Fury Road, aquí vemos como la raptan desde el “Lugar Verde” de las muchas madres y queda bajo el control de un señor de la guerra llamado Dementus - interpretado por un Chris Hemsworth en el rol de su vida - quien lidera a una horda de motociclistas que no tienen ni Dios ni ley. Sin entrar en mayores detalles de la historia, sí debo recalcar que la película está dividida en varios capítulos y los primeros, centrados en esta pequeña Furiosa, son sorprendentemente extensos.

George Miller, quien escribió el guión junto a Nico Lathouris, que a su vez ya trabajó en Fury Road, toma más de una pausa para presentar detenidamente este telón post-apocalíptico, mientras desata la búsqueda inicial de Mary Jo Bassa, la madre de Furiosa y la MVP del primer acto bajo la interpretación de Charlee Fraser. Ahí la vemos desplazándose sin bajar los brazos, a través de áridas planicies que ahondan en los peligros de un mundo post-apocalíptico belicoso, mucho antes de siquiera tocar el terreno de la Ciudadela que controla Inmortan Joe.

Posteriormente la película sigue tomándose todo el tiempo necesario para explotar a Furiosa, quien se mantiene en pie por momentos solo por su necesidad insostenible de venganza, mientras Miller y compañía comienzan a trazar un escenario en el que Dementus toma control de una posición estratégica para rivalizar con Inmortan Joe, creando una tregua que obviamente está destinada al fracaso. Y es ahí en donde recién entra a actuar Anya-Taylor Joy, quien está muy bien en el rol que previamente dominó Charlize Theron.

Ante ese panorama, decir que el objetivo de expandir y crear algo nuevo que empuja a Furiosa es una misión cumplida implica quedarse corto. La película, una vez que dice lo que tiene que decir y arrasa con lo que tiene que arrasar, sin duda puede pararse de lado a lado a Fury Road. No solo eso, personalmente creo que ambas se terminan entrelazando en una imprudente danza cinematográfica sin igual que crea al que será uno de los mejores programas dobles de la historia.

La horda motoqueras de Dementus.

A la larga solo agregaré que mi único pero inicial fue que la película no explora profundamente elementos que me habría encantado ver tras disfrutar de Fury Road, incluyendo a las novias de Inmortan Joe. Pero también recalco que rápidamente deseché esa falsa carencia, pues esta nueva película evade la gran pifia que cometieron tantas precuelas en el pasado: terminar tan preocupadas de rellenar vacíos, que se olvidan de crear su propia historia.

Por eso termino remarcándolo si aún no les queda claro: Furiosa, tanto como Fury Road, es una película única y soberbia que brilla con luces propias en el escenario actual de franquicias regurgitadas. Aquél panorama en donde todas las películas lucen, se sienten y cagan del mismo modo.

Detenerse a apreciar la propuesta de Furiosa, dejando de lado esa innecesaria triquiñuela de comparación que todos acarreamos, permite valorar lo que hace por cuenta propia a la hora de contar una historia de origen como ninguna otra. Una en donde no importan solo el qué, que tanto les gusta responder a las precuelas, sino que además los cómos y los porqués.

Mientras la mayoría de las preculas terminan siendo serviciales para otras películas, Furiosa tiene los cojones para pasar su aplanadora y crear sobre un terreno que se creía totalmente conocido. En esa acción generan un nuevo embrujo cinematográfico que encanta y con el que George Miller demuestra que aún hoy los magos del cine pueden sorprendernos. Inclusive cuando creamos saber cómo termina el truco.

Furiosa: De la saga Mad Max llegará a cines el 23 de mayo.

COMPARTIR NOTA