Crítica de The Acolyte, una promesa que se cocina lento

La nueva serie de Star Wars debutará este 4 de junio en Disney+.
La nueva serie de Star Wars debutará este 4 de junio en Disney+.

La nueva serie de Star Wars presenta un escenario interesante como un thriller de misterio, y tiene varios puntos a su favor, pero por ahora no se puede apostar a que logrará validar a esta nueva era que nos quiere vender Lucasfilm.

Un asesinato ocurre en un lugar perdido de la galaxia, dando pie a una investigación que involucra a los jedis, la revelación de un antiguo secreto que permanecía oculto bajo una alfombra y el surgimiento de una amenaza que tiene un gran mantra: los jedis viven en un sueño, pero un acólito mata al sueño.

Esa es la premisa base de The Acolyte, la nueva serie de Star Wars que debutará en la plataforma de Disney+ durante la noche de este 4 de junio. A partir de ahí se concretará la presentación de sus dos primeros episodios, en una primera temporada que intenta presentar a algo más cercano a un thriller de misterio que a la fantasía de acción y aventura que generalmente se espera de la franquicia.

En esa línea, y enfocándose en una conspiración que poco a poco sale a la luz y que involucra a una asesina con habilidades con la fuerza, un secreto que solo algunos conocen, un maestro que permanece entre las sombras y un grupo de jedis que siguen una pista que promete remecer a la orden, The Acolyte desde su origen busca cambiar el escenario de Star Wars para alejarse de la sombra familiar de rebeldes, el Imperio y las historias que comprenden desde La Amenaza Fantasma hasta El Ascenso de Skywalker.

Lo anterior lo concretan por algo no menor: esta es la primera serie live-action que ocurre en “la Alta República”, un período de tiempo en el que la República Galáctica se encuentra en su apogeo, los jedis viven una época dorada y los sith permanecen escondidos alrededor de 100 años antes del nacimiento de Anakin Skywalker. Es decir, es la primera producción de Lucasfilm que sale de los confines habituales de la saga principal que comenzó a presentarse en 1977.

The Acolyte
The Acolyte

En base a aquél terreno, esta serie sin duda tiene una fortaleza en base a la indagación de la conspiración en cuestión que está al centro de su historia, las fuerzas antagonistas que entran en juego contra la hegemonía jedi y la forma en que el misterio se comienza a desmadejar para hacer tambalear las nociones clásicas sobre el rol que tenían estos caballeros con sables de luz.

No entraré en detalles, ya que Lucasfilm nos presentó los primeros cuatro episodios a la prensa, pero lo primero que remarcaré es que esta serie es de una cocción mucho más lenta que otras producciones de la franquicia galáctica y desde ya promete tomarse su tiempo para explicar qué diablos es el acólito en cuestión.

En ese contexto, otra fortaleza tiene relación con el hecho que todos los personajes son nuevos. Aunque existe la posibilidad de que en algún momento aparezca el maestro Yoda, desde el comienzo queda claro que no existe ningún tipo cara familiar. Sí, por ahí y por allá aparecen personajes que salieron en novelas, lo que apunta al fandom más duro de la saga, aunque lo relevante es que en general todo es nuevo y eso hace rato que hace falta en una saga que suele a caer en el error de reclinarse en exceso en lo reconocible de las películas clásicas.

Ese tipo de situaciones permite que esta sea una experiencia de exploración de nuevos territorios y desde el comienzo sea más cercana a lo que inicialmente fue The Mandalorian que Obi-Wan Kenobi, Ahsoka o El libro de Boba Fett. Y eso obviamente también es un punto a favor.

Por otro lado, y como la propia narrativa de la serie está ligada a ese misterio que se va revelando lentamente, los creadores de la serie son hábiles al no presentar todo en pantalla de un sopetón. Primero somos testigos del asesinato en cuestión y luego comenzamos a conocer a los personajes que investigan el hecho, quedando de forma evidente que hay cosas que ocurrieron en el pasado que deben salir a la luz.

De ahí que mientras la serie presenta rincones inexplorados de la galaxia, pues en los primeros episodios con suerte aparece solo Coruscant, lo más importante es que el foco del misterio se adueña de toda la narrativa. Y esa es probablemente la principal fortaleza de la serie.

The Acolyte
The Acolyte

Claramente que no todo es favorable. A pesar de que The Acolyte cuenta con personajes bien delineados, es necesario recalcar que los jedi, en su mayoría, no son muy carismáticos que digamos. Obviamente se puede argumentar que eso es propio de un período en donde estos guardianes de la paz y la justicia descansan en sus laureles, pero la serie no juega bien con arquetipos clásicos que en el pasado su creador, George Lucas, sí supo utilizar de mejor forma.

En esa línea, en general siempre se ha dicho que los jedis son monjes con espadas, pero en esta nueva serie la situación se vuelve más palpable que nunca por el tipo de personajes que nos presentan. Solo basta remarcar que uno de los más interesantes es el maestro Sol, interpretado por Lee Jung-jae (El Juego del Calamar), cuya presencia avanza muy ligada a la figura del maestro sabio y todo lo que aquello acarrea. Sin embargo, su desarrollo se queda más en el campo del bosquejo, del borrador.

Con el resto de jedis inicialmente la cosa no es mejor, pero eso se debe a que la serie no logra delinear bien las diferencias entre la Alta República y los períodos de tiempo conocimos en todas las películas y series nuevas. Sí, los jedis son respetados y rondan por todos lados, pero la serie no se detiene en indagar en esos aspectos, lo que es una oportunidad claramente desperdiciada.

Pese a esa situación, lo importante de destacar es que el foco narrativo permite que The Acolyte sea un Star Wars más interesante que lo que habitualmente ha salido de la factoría Disney. Por ende, funciona más que la serie de Obi-Wan Kenobi, aunque igual esa es una vara muy baja, o inclusive avanza mejor que Ahsoka, que a la larga se convirtió más en un show para vender futuras series y películas. No obstante, con sus primeros episodios aún está lejos de los mejores momentos de The Mandalorian o lo que fue toda la primera temporada Andor. Y esas dos series tuvieron sólidos comienzos.

Su promesa radica en todo caso en el rol que juega en la producción la actriz Amandla Stenberg, quien es la gran protagonista de la historia y desde donde surgen gran parte de los hilos narrativos que se cruzan a través de The Acolyte. A grandes rasgos, y sin revelar detalles de la historia, se trata de una antigua padawan que se alejó de la Orden Jedi por sus traumas del pasado, viviendo como una mera mecánica que se dedica a arreglas naves que viajan a través del hiperespacio, pero rápidamente va quedando claro que su pasado es clave para todo lo que va a ir desenvolviéndose en la serie. Lo que la rodea en general es llamativo y hasta distinto.

Por eso se puede decir que The Acolyte está por sobre la media de las producciones de Star Wars en la era Disney. Existen algunas señales que apuntan a nuevos elementos que son interesantes y podrían terminar valiendo la pena, incluyendo nuevas organizaciones, pero por ahora prefiero poner el freno en el entusiasmo, ya que aún es muy temprano para definir que este será el hitazo que esperan todos los que queremos ver, bien hechas, cosas nuevas y no trilladas en la vieja y querida galaxia.

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