En marzo del próximo año se lanzará la actualización del gran clásico animado del estudio, presentando una propuesta marcada por el diseño y las decisiones adoptadas para dar vida a los Siete Enanitos.
Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton representó la primera película live-action de Disney durante este siglo, tomando como base uno de sus clásicos animados. Y el éxito económico de esa producción rápidamente impulsó al desarrollo posterior de otras producciones, dando pie a nuevas versiones de historias como La Cenicienta, La Bella y La Bestia, La Sirenita e inclusive reinvenciones como Maléfica y Cruella.
Pero la otra consecuencia de esa película de Burton también estuvo en su influencia visual, generando un estilo excesivamente digital para este tipo de proyectos, los cuales se siguen aferrando a un tipo de estética que, de una u otra forma, rememora a las versiones animadas clásicas de alguna forma.
En ese sentido, la más reciente iniciativa, la nueva versión de Blanca Nieves, sigue la estética plástica ya vista en producciones como Pinocho, o la propia Alicia, para relatar la historia que también incluye a Los Siete Enanitos. Claro que aquí nuevamente parecen haberse excedido en las elecciones estéticas, ya que los enanos aquí son construcciones completamente digitales que desentonan con la apariencia general del resto de la película.
Aunque gran parte de las secuencias del tráiler oficial dan cuenta de un estilo realista con algunos toques oscuros, cortesía de la participación de Gal Gadot como la Bruja Escarlata, hay un quiebre a partir del momento de la inclusión de los enanos digitales. Un quiebre que lleva todo directo al terreno del valle de lo inquietante. El bendito uncanny valley.
Pueden ver el tráiler oficial.
Tengan en cuenta que el “uncanny valley” es un concepto en psicología y diseño que describe la sensación de incomodidad o rechazo que las personas sienten hacia robots, animaciones o representaciones humanas que son muy realistas, pero no lo suficiente como para ser indistinguibles de los humanos reales.
El concepto comenzó a estar en boga en materia cinematográfica tras el lanzamiento de los primeros tráilers del Avatar de James Cameron, por lo que el tema comenzó a estar mucho más en la palestra a raíz de los avances tecnológicos y la creación de efectos digitales, tanto para criaturas digitales como para la creación de humanos digitales.
Piensen, por ejemplo, en obras de animación como El Expreso Polar y Beowulf, el rejuvenecimiento digital de Jeff Bridges en Tron: Legacy, la protagonista de Alita o inclusive la primera versión que tuvo Sonic en los materiales promocionales de la primera película. Y en el camino también el concepto salió a colación por las reacciones hacia la versión digital de El Rey León o los efectos de She-Hulk en su serie de televisión, además de la resurrección digital de actores muertos en películas como Rogue One.
En el caso de esta versión de Blanca Nieves, la discusión en redes sociales se ha concentrado en el contraste que genera la apariencia irreal de los enanos, y las elecciones de diseño de su locación principal, con el resto de los elementos de la película que sí incluyen a humanos.